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Madrid es la ciudad europea con mayor mortalidad asociada a la contaminación por dióxido de nitrógeno

  • Barcelona se sitúa en sexto lugar, según un estudio sobre el impacto de la contaminación atmosférica urbana en la salud
  • Si se cumplieran las recomendaciones de la OMS, Madrid evitaría casi 2.000 muertes anuales y Barcelona, más de 1.500

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Madrid es la que presenta mayor carga de mortalidad asociada al dióxido de nitrógeno (NO2).
Madrid es la que presenta mayor carga de mortalidad asociada al dióxido de nitrógeno (NO2).

Madrid es la ciudad europea con más carga de mortalidad asociada a la contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2) según un estudio sobre el impacto de la contaminación atmosférica urbana en la salud que ha liderado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa. De acuerdo con el trabajo, que sitúa a Barcelona en sexto lugar, las ciudades europeas podrían evitar 114.000 muertes prematuras adicionales cada año si cumplieran las nuevas recomendaciones de calidad del aire presentadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado mes de septiembre, en comparación con las directrices anteriores.

Los datos ponen de manifiesto que el número de muertes evitables es mucho mayor si se adoptan como objetivos los nuevos niveles de referencia de la OMS, y que este efecto se observa de forma mucho más notable en el caso del NO2. Así, entre las ciudades con mayor mortalidad atribuible a este contaminante, Madrid pasaría de evitar 206 muertes anuales en caso de alcanzar las recomendaciones de la OMS antiguas a evitar 1.966 si consiguiera la nueva meta. Amberes pasaría de las 22 muertes evitables a 254; Turín de 34 a 562; París de 185 a 2.135; Milán de 103 a 1.864 y Barcelona de 82 a 1.554.

El área de Madrid analizada incluye San Sebastián de los Reyes, Rozas de Madrid, Las, Rivas-Vaciamadrid, Pozuelo de Alarcón, Parla, Móstoles, Madrid, Majadahonda, Leganés, Getafe, Fuenlabrada, Coslada, Alcorcón y Alcobendas.

Estas estimaciones son una actualización de un estudio publicado originalmente en The Lancet Planetary Health, que mostraba que las ciudades europeas podrían evitar hasta 51.000 muertes prematuras cada año cumpliendo las por entonces vigentes recomendaciones de calidad del aire de la OMS, publicadas en 2005.

Dióxido de nitrógeno y partículas PM2,5

Además del NO2, los expertos han tenido en cuenta las partículas en suspensión PM2.5, en las que, además del tráfico, influyen otros factores para su propagación, como son las emisiones de las industrias, las causadas por la calefacción doméstica o la quema de carbón o madera, así como la situación geográfica y meteorológica de cada ciudad. Las PM2.5 tienen un nivel de dispersión mayor, comparado con el NO2.

Hasta ahora, la OMS recomendaba menos de 25 microgramos de partículas PM2,5 por metro cúbico de aire en un día, mientras que sus actuales recomendaciones bajan el nivel óptimo a 15 microgramos y la recomendación para el NO2 ha bajado de 40 a 10 microgramos al año. Tras la publicación de las nuevas recomendaciones, los investigadores han hecho una nueva evaluación de la carga de mortalidad atribuible a las partículas finas (PM2,5) y al dióxido de nitrógeno (NO2) en las mismas 1.000 ciudades europeas incluidas en el estudio original.

Los resultados globales se han publicado este jueves en una carta en The Lancet Planetary Health, mientras que los resultados específicos de cada ciudad se han publicado en la página web del Ranking ISGlobal de Ciudades.

Los resultados actualizados muestran que alcanzar las nuevas recomendaciones de calidad del aire para las PM2,5 se traduciría en un aumento del 113% en el número de muertes que podrían evitarse en las ciudades europeas en comparación con los niveles de referencia anteriores. Alcanzar los niveles más bajos de PM2,5 y NO2 observados en cualquier ciudad, podría evitar 125.000 y 79.000 muertes prematuras anuales respectivamente.

"Aunque no existe un umbral de exposición seguro por debajo del cual la contaminación atmosférica pase a ser inocua, estos nuevos resultados muestran cómo las nuevas recomendaciones globales de la OMS sobre la calidad del aire ofrecen un marco mucho mejor para proteger la salud humana y evitar un gran número de muertes", ha afirmado la investigadora de ISGlobal Sasha Khomenko, primera autora del estudio.

Expuesto casi el 100% de la población urbana

El estudio muestra el recorrido que tienen por delante las ciudades europeas para conseguir un aire limpio es el porcentaje de población que vive en áreas con concentraciones de contaminantes del aire superiores a las recomendadas por la OMS. Si con las anteriores recomendaciones de la OMS, este porcentaje ascendía al 84% en el caso de PM2,5 y al 9% en el caso de NO2, con las nuevas recomendaciones estas cifras ascienden hasta el 99,8% y el 99,7%, de la población que vive en ciudades, respectivamente.

"Dado que los niveles actuales de contaminación atmosférica en las ciudades europeas ponen en juego más de 100.000 vidas cada año, la UE debería adaptar su legislación a las recomendaciones de la OMS", ha resaltado Mark Nieuwenhuijsen, autor del estudio y director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal.

"A su vez, los gobiernos locales, regionales y nacionales deberían establecer como prioridad la reducción de la contaminación atmosférica. Necesitamos urgentemente reducir el uso de combustibles fósiles, eliminar los coches privados y añadir más espacios verdes en nuestras ciudades. Esto no sólo reducirá la contaminación atmosférica, sino que también contribuirá a la acción climática, que es una de nuestras mayores prioridades para la humanidad", ha añadido.