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Australia reabre sus fronteras después de uno de los cierres más estrictos del mundo

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Uno de los primeros pasajeros usando un traje de protección
Uno de los primeros pasajeros usando un traje de protección

Los ciudadanos y residentes permanentes vacunados contra el virus podrán entrar y salir de Australia . Se pone así fin, aunque parcialmente, a uno de los cierres de fronteras más estrictos del mundo contra el coronavirus y miles de nacionales atrapados en el extranjero podrán volver a sus hogares.

Las fronteras de Australia permanecían totalmente cerradas desde marzo de 2020, hace ya unos 600 días, cuando se prohibió a sus propios ciudadanos abandonar el territorio nacional. Ahora, con el objetivo cumplido de alcanzar el 80% de la población con la vacunación completa, las puertas se vuelven a abrir.

La reapertura del país ha comenzado en Sídney, capital de Nueva Gales del Sur, y Melbourne, capital de Victoria, mientras que aún tendrá que esperar en el resto de jurisdicciones que conforman el territorio. No obstante, estas dos ciudades aglutinan el 40% del total de los 25 millones de habitantes. "Australia está abierta", ha dicho el primer ministro, Scott Morrison, al referirse a dicha reapertura internacional, cuyo hermético cierre se ganó los apelativos de "Fortaleza Australia" o el "Reino Ermitaño".

Emotivas escenas en el aeropuerto

El aeropuerto de Sídney se ha llenado de emotivas escenas con centenares de ciudadanos y residentes, así como sus familiares cercanos, como protagonistas. Los pasajeros y sus seres queridos se dieron abrazos y besos, lloraron y rieron, gritaron eufóricamente por volverse a abrazar en medio de enjambres de periodistas y fotógrafos y arropados por los carteles que decían: "Bienvenido a casa".

Había mucha gente en el avión que tenía a algún ser querido a punto de morir

"Había mucha gente en el avión que tenía a algún ser querido a punto de morir esta semana, así que para ellos el haber podido salir del avión para ir a verlos inmediatamente ha sido emocionante", ha contado la pasajera Carly Boyd, quien llegó a Sídney procedente de Nueva York, a la cadena pública ABC. Otro ciudadano, David Frisken, no había visto a su prometida desde hace dos años y la esperó con un ramo de flores mientras llegaba su vuelo desde Corea del Sur.

"Cada día ha sido una lucha. Entiendo lo horrible que es para mucha gente que lo ha pasado y la cantidad de relaciones que se han roto", ha narrado Frisken a la ABC. Se prevé que retornen a Australia unas 1.500 personas de las miles que se encuentra en el exterior y tienen intención de regresar. Lo harán en unos 20 vuelos con destino a Sídney y Melbourne desde países como Reino Unido y Estados Unidos.

Se podrá salir, pero con condiciones

La reapertura también autoriza a los australianos y residentes a viajar fuera del país, a través de Sídney y Melbourne, por primera vez desde que fuera declarada la pandemia. Sin embargo, las fronteras todavía están limitadas para los nacionales que tienen una o ninguna dosis, que aún deben superar las cuarentenas obligatorias de llegada y pedir permisos excepcionales para salir.

Confío en que veamos en el futuro la llegada de grupos de trabajadores, estudiantes y turistas

El primer ministro, Morrison, quien asistió en Roma a la reunión del G20 y participará en la cumbre climática en Glasgow, también anunció en un comunicado que a partir del 21 de noviembre se dará inicio a los viajes desde y a Singapur libre de cuarentena para los que están totalmente vacunados. "Confío en que las fronteras internacionales se mantengan abiertas y que veamos en el futuro, la llegada de grupos de trabajadores cualificados, estudiantes y turistas a Australia", ha manifestado por su parte la ministra del Interior, Karen Andrews.

A pesar del reinicio de llegadas internacionales en las dos principales urbes, otras jurisdicciones australianas se encuentran más retrasadas en el objetivo de la vacunación y aún mantienen restricciones de viaje entre las propias jurisdicciones que conforman el país. Australia, que recientemente superó un rebrote de la covid-19 vinculado a la variante delta, acumula más de 171.500 infecciones y unos 1.750 fallecidos desde el inicio de la pandemia.