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El director de la Fundación Afal niega su implicación en el robo de más de ocho millones a enfermos con alzhéimer

  • La fundación estaba encargada de la tutela de personas incapacitadas por sufrir enfermedades mentales
  • El total de las transferencias de los bienes sutraídos a los ancianos asciende a 8,4 millones de euros

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La cúpula de la entidad gestionaba los grandes patrimonios que tenían sus tutelados
La cúpula de la entidad gestionaba los grandes patrimonios que tenían sus tutelados

Jaime Conde, director de la Fundación Afal, ha negado su implicación en el expolio de más de ocho millones de euros a enfermos de alzhéimer a través de transferencias injustificadas durante su declaración este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid. Según la Fiscalía, la cúpula de la entidad ideó "un plan" para desvalijar el patrimonio de sus tutelados después de que los juzgados de primera instancia de Madrid le otorgaran la condición de tutora de distintas personas, motivo por el que está acusada de un delito de apropiación indebida.

Conde se enfrenta a una solicitud de seis años de prisión, mientras que para Mercedes Díaz, letrada de la organización sin ánimo de lucro, se han pedido cinco años de privación de libertad. Asimismo, entre los acusados se encuentran la presidenta de la fundación, Blanca Clavijo Juaneda -ya fallecida-, y los voluntarios José Antonio F. y Rafael N.B. , para quienes la Fiscalía propone 21 y 30 meses de prisión respectivamente. Otra inculpada es María Eugenia James Lamigueiro, que se enfrenta a un año de prisión por un delito de falso testimonio.

Conde niega que fuese el director de la entidad

Durante su testimonio, Jaime Conde ha negado que fuera el director de la entidad y se ha posicionado como un mero empleado de la que era presidenta de la fundación, la ya fallecida Blanca Clavijo: "Se está dando por hecho que era una relación de igualdad, pero era una relación entre un superior y un empleado”.

El acusado ha rehusado que se apropiara entre 2010 y 2014 de dinero de enfermos de alzhéimer que estaban bajo la tutela de la Fundación Afal y ha culpado a la anterior presidenta. "Quiero que entiendan la relación jerárquica entre Clavijo y yo", ha manifestado Conde, quien ha insistido en que él únicamente realizaba funciones de gerencia y que "la dirección ejecutiva real era de Blanca".

No sé dirigir residencias, no es mi negocio ni mi capacidad profesional

Conde ha defendido, además, la inocencia de la letrada Merces Díaz. El director ha declarado que ninguno de ellos tuvo competencia alguna en Villafal, una residencia de lujo para ancianos con azhéimer: “Yo no sé dirigir residencias, no es mi negocio ni mi capacidad profesional”. De acuerdo con el inculpado, las actividades de Clavijo le eran ajenas, puesto que lo que ella hacía "estaba oculto ante la contabilidad".

En la jornada de este lunes también ha declarado uno de los voluntarios acusados que ha asegurado que solo se encargaba de ir a los pisos de los tutelados y de “recoger el correo, encender las luces, cambiar las persianas de posición…”, no teniendo así conocimiento del origen de las transferencias que le llegaban a su cuenta.

Los acusados estaban autorizados a manejar sus cuentas

La fundación, constituida en 2006, estaba encargada de la tutela de personas incapacitadas por sufrir enfermedades mentales. Al ser la entidad tutora de algunos ancianos -la mayoría con alzhéimer o sin familiares-, los acusados estaban autorizados a manejar sus cuentas, por lo que no tenían impedimento alguno para transferir capital de estas a las suyas. Estas transferencias, según la Fiscalía, eran "inconsentidas" o "injustificadas", y en muchas ocasiones no constaba quién era el que ordenaba dichos movimientos vía Internet.

El director, la expresidenta fallecida y uno de los voluntarios gestionaban los grandes patrimonios que tenían sus tutelados: vendían sus inmuebles, realizaban obras en los mismos y hasta les asesoraban en materia legal o fiscal. Gracias a este acceso, los acusados presuntamente lograban sustraer buena parte de sus bienes para incorporarlos a su propio patrimonio a través de distintas sociedades, al de la Asociación Nacional del Alzhéimer Afal Contigo o al de la misma fundación.

Una residencia de lujo para ancianos era su próximo negocio

Según el fiscal y dentro del plan establecido para "saquear" a las personas tutelada, la letrada de la fundación concertó seguros de vida o contratos de renta vitalicia con una entidad aseguradora situando como beneficiarios a los herederos legales, "a sabiendas de que no existían", y en su defecto a los tutores legales, esto es, a la propia Fundación Afal. Concretamente, en un caso llegaron a sustraer 39.534 euros.

Pensaban ganar grandes cantidades de dinero

El total de las transferencias de los bienes de los ancianos asciende a los 8,4 millones de euros, que fueron invertidos en la construcción del proyecto Villafal, una residencia de lujo para ancianos con alzhéimer situada en Paracuellos del Jarama (Madrid). Según la Fiscalía, los acusados "pensaban ganar grandes cantidades de dinero" gracias a este negocio.