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Coronavirus

El plan 'anti-COVID' para playas: drones para controlar el aforo y más distancia entre hamacas

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El plan 'anti-COVID' para playas: aforo limitado, distancias de seguridad y más desinfección

Las dudas sobre cómo será la esperada vuelta a las playas este verano siguen acumulándose, pero todo apunta a que las medidas para disminuir el riesgo de contagio harán más incómodo el turismo en las zonas costeras. El borrador sobre el protocolo para la reapertura que ha elaborado el Instituto de Calidad Turística de España (ICTE), en colaboración con las comunidades autónomas, ayuntamientos y sindicatos, adelanta que habrá un mayor control en las playas para garantizar que se cumpla con el aforo y con las distancias de seguridad.

El documento, al que ha tenido acceso RTVE y que está aún pendiente de aprobación por parte del Ministerio de Sanidad, tiene como objetivo ayudar los entes gestores de las playas a identificar los riesgos de contagio por Covid-19, y a implementar “las mejores prácticas".

Repasamos punto por punto algunas de las medidas que se contemplan en el borrador:

Aforo limitado en base al espacio o a las mareas

El aforo de las playas estará limitado y será el ente gestor quien deba estimar la capacidad teniendo en cuenta al menos las características de la misma, como por ejemplo la subida de la marea, y el uso de los espacios.

Una forma de definir la capacidad de la playa, señala el documento, será dividir la superficie total de la playa entre la distancia mínima de seguridad determinada por las autoridades sanitarias.

Se contempla el uso de drones para controlar la capacidad

Una vez estimada la capacidad, el ente gestor de la playa tendrá que definir y ejecutar las medidas para que se respete por parte de los usuarios el aforo definido y las medidas preventivas e higiénico-sanitarias.

Podrá ser necesario una modificación del plan de seguridad de la playa, atendiendo al resultado de la evaluación de riesgos, a los recursos disponibles por el ente gestor, por ejemplo “reorganización del personal o uso de drones”, y al marco normativo, añade el texto.

Entradas y salidas diferenciadas

El distanciamiento será clave y no solo durante la estancia en la playa, sino también en las zonas comerciales y en los accesos.

"Se debe contemplar la posibilidad de establecer entradas y salidas diferenciadas en las playas con el fin de asegurar la distancia interpersonal. En caso de que no se pueda asegurar el mantenimiento de la distancia interpersonal, debe instarse a los usuarios a utilizar mascarilla en este espacio, atendiendo en todo caso a la normativa aplicable en cada momento", señala el borrador.

Los gestores de las playas también deberán establecer pautas para que los usuarios en primera línea de playa guarden la distancia de seguridad respecto a los usuarios en la orilla.

Espacios señalizados y más carteles

Además, se recomienda señalizar los espacios que puedan ser ocupados por los usuarios –por ejemplo, mediante sombrillas o indicaciones- y también se marcarán los espacios de movilidad de los usuarios, como la entrada y la salida de la “zona húmeda” o los itinerarios de paso desde los accesos.

Esto es algo a lo que los usuarios de las playas deberán acostumbrarse, a estar rodeados por carteles o marcas que indiquen cómo hay que permanecer en la playa y recuerden las medidas de higiene y seguridad.

La capacidad estimada de la playa o las limitaciones en los servicios tendrán que ser conocidas por todos los visitantes.

Control en la zona de hamacas y sombrillas

Este verano, la acción de elegir una hamaca de alquiler y tumbarse directamente en ella tampoco será factible. Lo más probable es que la zona de hamacas y sombrillas esté delimitada mediante balizas, cintas o indicaciones.

Asimismo, se establecerá un control en la asignación de las mismas, de forma que se pueda asegurar, previo a su uso, que el equipamiento ha sido debidamente limpiado y desinfectado.

Las hamacas y sombrillas se distribuirán, dentro de la zona delimitada, de manera que se asegure la distancia de seguridad entre los usuarios de este servicio, aplicando en todo caso las medidas en materia de distanciamiento social dictadas por las autoridades sanitarias.

El material de las hamacas que entra en contacto con el usuario debe poder desinfectarse o desecharse tras su uso y al inicio de la jornada. Además, se instará al usuario en cualquier caso a utilizar su propia toalla en el uso de estos equipamientos.

Aseos, duchas y lavapiés: no podrá haber aglomeraciones

Fundamental será la desinfección continua de las instalaciones y de todos los elementos que formen parte de ellas.

Si el ente gestor determina abrir los aseos, éstos se ofrecerán en condiciones de seguridad. Para ello, deberá asegurarse su limpieza y desinfección de acuerdo al menos a las frecuencias estipuladas en el marco normativo, que deberán ser incrementadas en caso necesario.

Los aseos deberán estar conectados a la red de saneamiento y contar con agua y jabón para el lavado de manos, papel de secado o secador de manos y papelera de accionamiento no manual con bolsa interior. Los WC químicos serán clausurados.

Por otro lado, se determinará la apertura de duchas, lavapiés y fuentes de agua potable en función de la normativa aplicable y del resultado de la evaluación de riesgos. En caso de que se abran deberán ser limpiados y desinfectados con frecuencia y no podrá haber aglomeraciones –como en las frecuentes colas- para acceder a ellas.

Zonas comerciales: distancia de seguridad

También las actividades deben articularse sobre la base del mantenimiento de la distancia de seguridad o del aislamiento social, algo que afectará a los ‘chiringuitos’ de playa o a cualquier restaurante o quiosco.

En caso de que existan estos establecimientos de alimentos y bebidas, el ente gestor deberá remitirse a las medidas específicas para la reducción del contagio por el coronavirus SARS-COV-2 en servicios de restauración, apunta el borrador.

Actividades de ocio: desinfección de vehículos de alquiler

Todas las embarcaciones -hidropedales, velomares, kayaks o canoas- que habitualmente pueden alquilarse a pie de playa tendrán que utilizarse ahora de forma individual, por unidad familiar, o respetando las normas de distanciamiento interpersonal fuera de la unidad familiar.

En cualquier caso, estos vehículos deberán ser limpiados y desinfectados tras cada alquiler/servicio y al inicio de la jornada.

También el material utilizado por el usuario, como cascos o chalecos salvavidas, también deberá limpiarse y desinfectarse tras cada uso y quienes ofrezcan el servicio deberán asegurarse que se entrega al usuario seco y desinfectado adecuadamente, habiendo sido almacenado en su caso evitando cualquier tipo de contaminación o limpiándolos y desinfectándolos al inicio de la jornada.

Las plataformas flotantes deben cerrarse si no se puede asegurar la limpieza y desinfección y la distancia de seguridad entre los usuarios.

Será, por tanto, responsabilidad de los gestores de las playas, definir el protocolo de actuación para garantizar que se cumplen las medidas, siempre prestando atención a los focos de riesgo: accesos, arenal, aseos, duchas, áreas de ocio o pasarelas.