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Rumbo a un 10N inevitable salvo giro total de PSOE o Podemos en dos semanas

  • Retomarán una negociación en medio de un nuevo cara a cara de Sánchez e Iglesias en el Congreso que puede ser decisivo
  • Ambos partidos mantienen sus posiciones y nadie recula. La semana del 16 el rey debería hacer consultas para una investidura

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Imagen de archivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en Moncloa
Imagen de archivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en Moncloa

El aroma preelectoral ha sobrevolado en estos últimos días previos a una semana en la que podrían, o no, reunirse el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para desencallar una investidura que finalmente no se celebrará si las posiciones de ambas formaciones se mantienen inamovibles, como hasta ahora.

Ambos líderes, con una relación prácticamente rota, sí se verán las caras en el Congreso de los Diputados este miércoles en el primer pleno ordinario de esta XIII Legislatura. Sánchez se someterá a una sesión de control que puede evidenciar aún más ese ambiente preelectoral con los partidos ya echados a la calle con mítines. Nadie dice, eso sí, querer la repetición de los comicios y todos se esfuerzan en buscar culpables de esta hipotética repetición electoral.

Iglesias mantendrá un doble 'cara a cara' con el presidente, primero por su comparecencia sobre los Consejos Europeos y después, ya en la sesión de control, le pedirá que haga un balance de sus cinco meses de Gobierno en funciones. Ese enfrentamiento puede suponer una mano tendida en la negociación final o ser la segunda vuelta del durísimo enfrentamiento entre ambos en la investidura fallida de julio que abrió una crisis total entre ambas formaciones.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones y principal negociadora del PSOE, Carmen Calvo, afirmó esta pasada noche en La Sexta que los líderes se verán solo si los equipos cierran un acuerdo previo y fue tajante al decir que "no existe ninguna posibilidad de que Podemos entre en el Consejo de Ministros". "Ellos lo saben", añadió.

Por primera vez de forma muy clara el líder socialista ha hablado este fin de semana de "riesgo de elecciones", mientras el presidente del PP, Pablo Casado, reconoció que las elecciones "le vendrían bien al PP" pero serían, a su juicio, una "irresponsabilidad".

14 días para el desenlace final

Quedan dos semanas para que se agote el plazo para la convocatoria de elecciones y en tan solo 14 días tendrían que sucederse los siguientes pasos para no ir a las urnas: esta semana, reunión de los equipos negociadores y acuerdo final de investidura, además del hipotético encuentro Sánchez-Iglesias; y en la semana del 16 de septiembre, ronda de consultas con el rey, propuesta de Sánchez como candidato y, mínimo, dos jornadas parlamentarias para investir a Sánchez. Podría ser investido el mismo lunes 23 'in extremis', el día que si no hay presidente, se disuelven las Cámaras y se convocan elecciones.

A Sánchez no le valdría una investidura 'gratis' de Unidas Podemos, en el que caso de que finalmente aceptasen no formar parte del Ejecutivo. Ha subido la apuesta y quiere que la formación morada le garantice también la gobernabilidad posterior, por lo que no aceptaría esos votos regalados y querría un pacto no solo de investidura sino de legislatura, según han apuntado fuentes socialistas a TVE. Calvo se mueve en esa idea para decir que el PSOE debe tener garantizada una "gobernabilidad efectiva".

Los 'morados' no están en el punto de concederle una abstención a cambio de nada e insisten, día tras día, en un gobierno en coalición que el PSOE rechaza de plano. Todo lo que no sea eso lo consideran una "humillación".

"Da toda la impresión de que el PSOE quiere elecciones y que solo busca excusas", dijo este sábado en RNE el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, que insiste en que sin ellos dentro, el Gobierno socialista será inestable, argumento al que ahora se agarra Sánchez para ir más allá y pedir un compromiso mayor.

Todos los líderes de Podemos dicen tener la sensación de que nada le vale a Sánchez porque en realidad su punto de mira ya está fijado en el 10 de noviembre y los partidos- PP, Ciudadanos y Podemos en esto coinciden- dicen que si es así "que lo diga y convoque". Sánchez les contesta echándoles en cara la responsabilidad de bloquear la investidura y sigue apelando, a pesar de "no esperar ya nada de PP y Cs", a una "abstención técnica" para no depender de fuerzas independentistas.

PSOE y Podemos se instan mutuamente a la "rectificación", esto es, a que en el último minuto de partido uno de los dos se 'rinda' y acepte las condiciones del otro. El tiempo es otro actor clave en esta negociación en la que, ahora sí, algo tiene que pasar en los próximos días para un acuerdo de última hora entre PSOE y Podemos o para la convocatoria electoral.