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Los pactos redibujan el mapa del 26M: el PP conserva Madrid, Murcia y Castilla y León y el PSOE consigue Navarra

  • A la espera de si hay acuerdo en La Rioja, solo los gobiernos de Navarra, Canarias y Melilla cambian de color tras los comicios
  • El PSOE gobierna actualmente en ocho comunidades, dos más que antes del 26M, y el PP conserva cinco de seis y Ceuta

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Solo Navarra, Canarias y Melilla cambian de color tras las elecciones del 26M

Las elecciones autonómicas celebradas el pasado 26 de mayo tiñeron de rojo el mapa de España. El PSOE ganó en diez de las doce autonomías donde se celebraban comicios, pero los pactos postelectorales que permite el sistema parlamentario -donde no gobierna el candidato más votado sino el que es capaz de reunir más apoyos en las cámaras- han posibilitado al PP conservar Madrid, Murcia y Castilla y León; y al PSOE volver a gobernar Navarra después de 23 años a pesar que ninguno de los dos partidos fue la opción preferida en ninguno de estos cuatro territorios. En las tres primeras autonomías ganaron los socialistas y en la comunidad foral, Navarra Suma, una coalición integrada por UPN, el PP y Ciudadanos.

A la espera de lo que pase en La Rioja -donde el PSOE sigue negociando un acuerdo con Podemos- cambian de color político solo dos comunidades autónomas -Navarra y Canarias, gobernadas ahora por los socialistas con otros partidos- y la ciudad autónoma de Melilla, gobernada por Ciudadanos en coalición con el CPM y PSOE.

El Partido Popular ha conseguido mantener el poder en Madrid, donde gobernará Isabel Díaz Ayuso tras la investidura de este miércoles, y en Murcia, donde lo hace desde hace ya unas semanas Fernando López Miras, gracias a la fórmula que estrenaron en Andalucía. Un gobierno de coalición con Ciudadanos con el apoyo de Vox después de que tanto el PP y Ciudadanos hayan aceptado las exigencias del partido de Santiago Abascal.

En Castilla y León, sin embargo, el acuerdo ha sido solo entre el PP y Ciudadanos, que sumaban entre los dos mayoría absoluta sin necesidad de los votos del partido de ultraderecha, que se abstuvo aunque su apoyo no era necesario.

En el caso de Navarra, la socialistas María Chivite ha logrado ser investida gracias un acuerdo con Geroa-Bai -que hasta ahora encabezaba el Ejecutivo foral- Podemos e Izquierda-Ezquerra y la abstención de cinco de los siete diputados de EH Bildu, lo que ha sido duramente criticado por las formaciones que integran Navarra Suma. En el Gobierno -en el que hasta la anterior legislatura había consejeros de la formación abertzale- solo hay consejeros del PSN-PSOE, Geroa y Podemos.

Los pactos postelectorales no son nuevos. En 2015 permitieron al PSOE gobernar en Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia a pesar de que el PP ganó las elecciones. Geroa-Bai pudo también hacer lo propio en Navarra, donde la fuerza más votada fue UPN; o el PRC en Cantabria, donde también vencieron los 'populares".

Desde las filas del PP se acuñó entonces el término "pacto de perdedores" para intentar desprestigiar estos acuerdos a pesar de que, como se ha explicado más arriba, el sistema electoral español es parlamentario y gobierna quien más respaldo concita. El propio PP logró por primera vez gobernar en Andalucía el pasado mes de diciembre gracias a que sumaban mayoría absoluta con Ciudadanos y Vox a pesar de que ganó la socialista Susana Díaz.

El PSOE pasa de seis autonomías a ocho, por ahora

Además de en Madrid, Murcia y Castilla y León, el PSOE fue la fuerza más votada el 26M en Castilla-La Mancha y Extremadura -dos bastiones tradicionalmente socialistas donde Guillermo Fernández Vara y Emiliano García Page recuperaron, respectivamente, las mayorías absolutas del pasado- en Aragón, Asturias, La Rioja, Baleares y Canarias.

El PSOE, que antes del 26M gobernaba en seis autonomías, conserva todas ellas -Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón, Baleares y la Comunidad Valenciana, que hizo coincidir sus autonómicas con las generales de abril-, y suma Navarra -donde no fue la fuerza más votada- y Canarias, donde sí desbancó a Coalición Canaria en las urnas. Podrá gobernar también La Rioja, donde por primera vez en dos décadas ganó al PP en las urnas, si logra cerrar un pacto con Podemos tras la primera investidura fallida. Es la única comunidad autónoma sin el gobierno cerrado.

Cuatripartidos para gobernar autonomías

Javier Lambán, que en 2015 llegó al poder sin ser el más votado, conserva el gobierno de Aragón gracias a un cuatripartito formado por el PSOE, Podemos-Equo, Chunta Aragonesista y el PAR. Si este último partido conservador lo hubiera facilitado, las tres derechas del PP, Ciudadanos y Vox podrían haber repetido la fórmula de Madrid y Murcia al sumar mayoría absoluta.

En Baleares, la socialista Francina Armengol ha vuelto a ser elegida gracias a un pacto del PSOE, Gent x Formentera-PSOE-EUIB, Unidas Podemos y Més per Mallorca, que integran el Govern, y el respaldo de Més per Menorca. En Canarias, el socialista Ángel Víctor Torres fue investido con los votos del PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y Agrupación Socialista Gomera, tras alcanzar un pacto para formar un gobierno de coalición.

En Asturias, el PSOE conserva el Gobierno autonómico después de que Adrián Barbón fuera investido con el respaldo del PSOE y de IU.

El PP retiene cinco de las seis autonomías que tenía

El Partido Popular, por su parte, conserva actualmente cinco de las seis comunidades autónomas donde gobernaba antes del 26M -Andalucía y Galicia, que no acudían a las urnas, Madrid, Murcia y Castilla y León- y solo perderá La Rioja si se cierra el acuerdo entre PSOE y Podemos. En cuanto a las ciudades autónomas pierde Melilla y conserva Ceuta.

En Cantabria, donde ganó el PRC de Miguel Ángel Revilla, este gobierna en coalición con el PSOE tras las elecciones de mayo. Cierran el mapa autonómico, el País Vasco, que como Galicia celebró sus últimas elecciones en 2016 y donde gobierna el PNV, y Cataluña, donde gobierna Junts x Cat y ERC en coalición aunque la fuerza más votada en los últimos comicios fue Ciudadanos.