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Alemania

La CSU da dos semanas a Merkel para llegar a un acuerdo sobre inmigración en la UE

  • Pasado el plazo, Interior cerrará la frontera a migrantes registrados en otros países

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El líder del partido alemán CSU y ministro de Interior, Horst Seehofer
El líder del partido alemán CSU y ministro de Interior, Horst Seehofer

Los conservadores bávaros de la CSU han dado dos semanas a la canciller Angela Merkel para negociar un acuerdo en la Unión Europea sobre la llegada de inmigrantes y refugiados. En caso contrario, el líder del partido y ministro de Interior, Horst Seehofer, ordenará el cierre de fronteras a los migrantes que hayan sido ya registrados en otro país de la UE.

Así lo han decidido los dirigentes de la CSU (Unión Social Cristiana), socio fiel durante 70 años de la CDU de Merkel, en una reunión en Munich. El plazo coincide con el de la cumbre comunitaria prevista para el 28 y 29 de junio.

Segun la agencia alemana DPA, Merkel ha aceptado esta tregua, que de momento desactiva el enfrentamiento con la CSU por la inmigración que amenazaba con hacer saltar por los aires la coalición de gobierno, en la que también está incluido el SPD (socialdemócrata).

La canciller ha interpretado el acuerdo de su socio de coalición como un mandato para encontrar un acuerdo en la UE. "Estamos de acuerdo en seguir trabajando conjuntamente para lograr el objetivo de mejorar la gestión de la política migratoria y de reducir la llegada de refugiados", ha declarado Merkel, quien ha garantizado que no apoyará "soluciones unilaterales" en detrimento de otros países de la UE.

Merkel se ha mostrado de acuerdo con otra de las propuestas de la CSU, la de prohibir la entrada a los migrantes que hayan sido expulsados con anterioridad de Alemania. Horst Seehofer, que también es presidente de la CSU defiende este vuelco radical a la política de refugiados, en buena parte para tratar de quitarle argumentos a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

La convivencia con la Italia del M5S y la Liga

Italia, con su nuevo Gobierno al frente, es uno de los frentes que en materia de inmigración que en la UE cuestionan las líneas de Merkel. Este lunes, la canciller ha garantizado al nuevo primer ministro italiano, Giuseppe Conte, la solidaridad de su país en la búsqueda de soluciones tanto frente a la inmigración ilegal como en la lucha contra el desempleo juvenil en ese "importante socio" de la Unión Europea (UE).

"Somos muy conscientes del esfuerzo realizado por Italia en materia migratoria", afirmó la líder alemana, tras saludar a Conte en su primera visita de trabajo a Berlín como jefe del Gobierno, para insistir a continuación en su propósito de "evaluar" las posibilidades de establecer "formas de cooperación" para contribuir a la estabilización de Libia.

Merkel aludió ahí a la necesidad de lograr una "estabilización" de la situación en Libia, una "mejora de las condiciones" de la acogida de refugiados en este país africano e incluso que se gestionen desde allí las peticiones de asilo, cuestiones que Berlín y Roma seguirán abordando "en los próximos meses".

También hizo hincapié en la necesidad de reforzar la protección de las fronteras exteriores de la UE mediante la ampliación de la agencia comunitaria Frontex, un asunto en el que están de acuerdo los gobiernos de Alemania e Italia, pero también el francés.

El primer ministro italiano, por su parte, exigió cambios en la UE: un "mecanismo adecuado" en el marco comunitario para abordar la cuestión migratoria y un "reparto justo" de los refugiados que llegan al bloque. A su juicio, el Acuerdo de Dublín, que establece que los países de la UE por los que los migrantes entran en el bloque son los que se tienen que hacer cargo de estas personas y tramitar sus peticiones de asilo, es un sistema que está superado y debe ser reformado en pos de "una nueva solidaridad".

CSU y CDU: "Los partidos de la Unión"

La CDU y la CSU tienen una relación curiosa que históricamente no ha sido fácil y que ha pasado por algunos momentos críticos. La CSU se fundó, como partido regional bávaro, en 1945, inmediatamente después de la guerra, mientras que la CDU fue el resultado de una fusión de diversos grupos políticos cristianos que se crearon entre 1945 y 1950 y que terminaron fusionándose.

La CSU no se sumó nunca a esa fusión pero ha formado siempre grupo parlamentario común con la CDU, que no se presenta a las elecciones en Baviera. Normalmente, para referirse a la CDU y la CDU conjuntamente, se habla de "los partidos de la Unión".

El líder histórico de la CSU, Franz Josef Strauss, sostenía que a la derecha de la Unión no podía haber en Alemania ningún partido político legitimado y la meta electoral en las elecciones bávaras ha sido siempre la mayoría absoluta, que ahora está en peligro ante el ascenso de la AfD.

Esas dos metas declaradas han implicado siempre que la CSU esté a la derecha de la CDU y que se muestre menos dispuesta a compromisos con socios de coalición a nivel federal. La controversia actual entre Merkel y Seehofer ha llevado a que en los medios de comunicación alemanes se recuerde la crisis más honda en las relaciones entre los dos partidos hermanos que tuvo lugar en 1976.

Merkel y Seehofer versus Kohl y Strauss

Kohl, en ese entonces presidente de la CDU, se había quedado en las elecciones generales con el 48,6% de los votos, ligeramente por debajo de la mayoría absoluta lo que le permitió al socialdemócrata Helmut Schmidt seguir gobernando en coalición con el Partido Liberal (FDP).

El 19 de noviembre Strauss sorprendió a Kohl al anunciar que la CSU no formaría más grupo parlamentario común con la CDU y que su partido empezaría a presentarse en toda Alemania. Pero Kohl apostaba por ganarse al FDP como socio de coalición, lo que lograría finalmente en 1982 cuando ganaría un voto de censura contra Schmidt. Finalmente Kohl permaneció 16 años en el poder.

Ahora, la situación no ha llegado aún al extremo de 1976 pero las consecuencias de una ruptura serían más dramáticas en la medida en que los dos partidos están en el Gobierno. En octubre la CSU está ante las elecciones regionales en Baviera de AfD, un partido a la derecha de la Unión legitimado democráticamente, amenaza con quitarle la mayoría absoluta.