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El misil que derribó el avión malasio en Ucrania fue lanzado desde una unidad militar rusa

  • Es la conclusión de la investigación multinacional realizada sobre el suceso
  • Rusia siempre ha rechazado cualquier responsabilidad en lo ocurrido
  • Moscú califica las conclusiones de "acusaciones gratuitas" para "desacreditar"
  • Los 298 ocupantes del avión murieron y la mayoría de ellos eran holandeses

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El misil que derribó el avión malasio en Ucrania pertenecía a una brigada rusa

Los investigadores que han analizado el derribo del vuelo MH17 en el este de Ucrania han concluido que el avión de Malaysia Airlines fue alcanzado por un misil que procedía de una unidad del Ejército ruso presente en la zona, lo que vuelve a poner sobre la mesa la responsabilidad de Moscú en este suceso, en el que murieron las 298 personas que iban a bordo de la aeronave, la mayoría de ellas, de nacionalidad holandesa.

Tras revelarse estas conclusiones, el primer ministro holandés, Mark Rutte, ha adelantado un día su regreso de una visita oficial a India para participar en una reunión del Gobierno que analizará este viernes el resultado de la investigación. Moscú, por su parte, ha calificado las conclusiones de "acusaciones gratuitas" para "desacreditar" a Rusia.

El avión fue alcanzado el 17 de julio de 2014 cuando sobrevolaba la zona en conflicto del este de Ucrania, dominada por los rebeldes prorrusos. La Junta de Seguridad holandesa ya concluyó en octubre de 2015 que el Boeing 777 sufrió el impacto de un misil Buk de fabricación rusa.

El proyectil salió de un convoy de una brigada antiaérea rusa

Pero ahora, el Equipo de Investigación Conjunta -integrado por autoridades holandesas, australianas, belgas, malasias y ucranianas- ha confirmado que ese proyectil salió de un convoy militar ruso. "Todos los vehículos del convoy que llevaba el misil eran parte de las Fuerzas Armadas rusas", ha explicado ante los medios un responsable de la Policía de Países Bajos, Wilbert Paulissen.

Los expertos han identificado dicho convoy como parte de la Brigada Antiaérea número 53 de Rusia -cuya base está en la ciudad rusa de Kursk-, si bien Moscú siempre ha negado cualquier responsabilidad en el derribo e, incluso, ha desmentido que facilitase equipos y armas a los rebeldes separatistas contrarios al Gobierno de Ucrania.

Los investigadores han apelado a la colaboración ciudadana para poder recabar toda la información posible sobre un suceso en el que, cuatro años después, sigue sin haber responsables claros.

La Fiscalía holandesa tiene varias decenas de sospechosos

La Fiscalía holandesa informó en septiembre de 2016 de que tenía una lista con unas cien personas sospechosas. Esa lista se ha reducido ahora a varias decenas. "Tenemos muchas pruebas y muchas evidencias, pero no hemos terminado", ha señalado el fiscal Fred Westerbeke, en cuya opinión "aún queda mucho trabajo que hacer" antes de cerrar el caso y presentarlo ante un tribunal.

Así, de momento, no se han revelado los pliegos de cargos contra los sospechosos ni tampoco se han hecho públicos sus nombres. Westerbeke ha admitido que todavía se investiga si en el derribo estuvieron implicados de forma activa miembros de la brigada rusa identificada en las conclusiones del equipo de investigación conjunta.

Sin embargo, previsiblemente, los acusados no se sentarán en el banquillo, ya que Rusia utilizaría su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para vetar cualquier resolución encaminada a crear un tribunal internacional especial para este caso. La posibilidad más viable sería que fuesen juzgados en ausencia en Países Bajos.

Rusia califica de "acusaciones gratuitas" las conclusiones

El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores ha calificado las conclusiones de la investigación sobre el derribo del avión de "acusaciones gratuitas" dirigidas a "desacreditar" a su país ante la comunidad internacional.

"Lamentamos" estas conclusiones hechas en base de evidencia "falsificada", añade la nota recogida por la agencia de noticias francesa AFP.

"Todo esto solo confirma nuestras preocupaciones sobre el sesgo (...) de la investigación en curso", subraya Moscú.