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Un tribunal belga condena a 20 años de cárcel a Abdeslam por el tiroteo que condujo a su detención

  • Es hallado culpable de intento de asesinato con carácter terrorista
  • Cuatro policías belgas resultaron heridos en la operación para su arresto
  • Está considerado el único superviviente de los autores de los atentados de París
  • Fue detenido en Molenbeek, en Bruselas, 4 meses después de esos ataques

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El dossier del caso Abdeslam en la sala del Palacio de Justicia de Bruselas, delante los abogados defensores en Bélgica del supuesto terrorista
La condena en Bélgica se produce por los tres policías que resultaron heridos en la operación de arresto del único superviviente de los autores de los atentados de París.

El Tribunal Correccional de Bruselas ha condenado a 20 años de prisión a Salah Abdeslam por intento de asesinato con carácter terrorista en el tiroteo que condujo a su detención en Bruselas, donde resultaron heridos cuatro policías. El considerado como único superviviente de los autores materiales de los atentados de París de noviembre de 2015, fue detenido en la capital de Bélgica en marzo de 2016, cuatro meses después de aquellos ataques en los que murieron 130 personas.

Salah Abdeslam, francés de origen marroquí y único detenido como presunto autor material de los atentados de París de noviembre de 2015

Salah Abdeslam, francés de origen marroquí y único detenido como presunto autor material de los atentados de París de noviembre de 2015 AFP PHOTO / POLICE NATIONALE DE FRANCE

También ha sido condenado por los mismos hechos el tunecino Sofien Ayari, considerado cómplice del yihadista marroquí. Ambos han sido condenados además a indemnizar a sus víctimas con 500.000 euros, especialmente al Estado belga y a uno de los policías, que resultó herido en la cabeza y no ha podido volver a trabajar debido a los daños cerebrales sufridos.

Los hechos por los que han sido condenados este lunes ocurrieron solo tres días antes de la captura de Abdeslam en la capital belga y pusieron fin a cuatro meses de búsqueda del criminal más buscado de Europa.

"Ninguna duda de su anclaje en el radicalismo"

Dentro de la investigación relacionada con los atentados de París, una unidad especial de la Policía belga acudió el 15 de marzo de 2016 al número 60 de la calle Dries à Forest de Bruselas en un registro de un piso que creían vacío y donde, sin embargo, sorprendieron a Abdeslam, Ayari y un argelino de 35 años que murió en el tiroteo mientras cubría la huida de sus dos compañeros.

Las pistas de ADN encontradas en ese piso precipitaron la detención de Abdeslam y Ayari tres días después, en el barrio de Molenbeek.

"No hay ninguna duda de su anclaje en el radicalismo", ha destacado la sentencia del tribunal, cuya pena coincide con la solicitada por la Fiscalía belga.

Ese perfil de islamista convencido de Salah Abdeslam quedó en evidencia en febrero pasado, en su comparecencia en el juicio oral celebrado en Bruselas, donde cuestionó la legitimidad de los jueces del proceso al afirmar que "sólo tenía confianza en Alá" y se negó a declarar ante el tribunal.

Uno de sus abogados, Sven Mary, ha explicado que va a transmitir la sentencia a su defendido antes de decidir si presenta un recurso contra el fallo judicial.

Dos años sin querer hablar sobre los atentados de París

Actualmente, Abdeslam está encarcelado en total aislamiento en la prisión de Fleury-Mérogis, cerca de París, a la espera de ser juzgado por su presunta participación en los atentados de la capital francesa.

Un mes después de su arresto en el barrio bruselense de Molenbeek, el francés fue imputado por los atentados de París y, desde entonces, se ha negado a declarar ante las autoridades galas.

A ojos de la justicia francesa, Abdeslam jugó un papel central en la preparación de los atentados del 13 de noviembre de 2015, ya que habría alquilado los vehículos utilizados por los terroristas, habría logrado las matrículas falsas e, incluso, habría facilitado los viajes por Europa de los miembros de la célula yihadista que perpetró los ataques.

En la noche de los atentados, Salah Abdeslam llevaba también un cinturón explosivo que no estalló porque estaba defectuoso. Según la investigación de las autoridades galas, en una carta intervenida por los inspectores, Abdeslam habría asegurado que su deseo era "reunirse con el resto de sus hermanos" y morir en "martirio".

Sin embargo, después de su arresto en Bélgica, trató de minimizar su papel al decir a los investigadores que "quería haberse hecho explotar en el Estadio de Francia", pero que después "dió marcha atrás".

Poco radical durante su estancia en Bélgica, según los testigos

Durante su estancia en Molenbeek, Abdeslam no destacó por un radicalismo yihadista, como tampoco sucedió con su hermano Brahim, que fue uno de los kamikazes muertos en los atentados del 13 de noviembre. Varios de sus amigos los han descrito como amantes del fútbol y de las discotecas, donde bebían, fumaban e iban a bailar con frecuencia.

Sin embargo, en ese barrio de Bruselas, con gran proporción de inmigrantes, conoció también a Abdelhamid Abaoud, supuesto organizador de los ataques de París, muerto en una redada policial en el norte de París el 18 de noviembre de 2015.

En un interrogatorio en 2015, después del desmantelamiento de la célula yihadista de la localidad belga de Verviers, Salah Abdeslam calificó a Abaoud como "un tipo simpático" y no pudo ignorar que su amigo se convirtió en un miembro importante de Estado Islámico después de su viaje a Siria a comienzos de 2013.