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Rusia pone en riesgo la investigación de ataques químicos en Siria con su rechazo al informe de la ONU

  • El país rechaza las conclusiones de los expertos de la ONU
  • De no haber acuerdo antes del 17 de noviembre, quedará paralizada
  • Moscú, aliado de Siria, ya votó en contra de la investigación en octubre
  • Los países occidentales acusan a Rusia de proteger las responsabilidades de Siria

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La delegación Rusa en la presentación del informe de la ONU sobre el ataque en Siria, el pasado 2 de noviembre
La delegación Rusa en la presentación del informe de la ONU sobre el ataque en Siria, el pasado 2 de noviembre.

La investigación internacional sobre el uso de armas químicas en Siria, después de que Rusia volviese a rechazar este martes su último informe y exigiese modificar su mandato, a lo que se oponen las potencias occidentales.

Si la división no se supera, el mecanismo conjunto de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), conocido por las siglas inglesas de JIM,  llegaría a su fin este mes, ya que su actual mandato vence el 17 de noviembre.

El debate público celebrado este martes en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha puesto de manifiesto la dificultad de lograr un compromiso por la actitud de Moscú. El país vuelve a cuestionar los métodos empleados por los expertos y, sobre todo, sus conclusiones sobre el ataque químico de abril en la localidad siria de Jan Shijún.

Los expertos señalan a Siria y Rusia veta la investigación

Según los expertos, la responsabilidad de matar a decenas de personas tras bombardear con gas sarín la población recae sobre el régimen sirio, aliado de Rusia. El pasado mes de octubre, Rusia ya vetó una prolongación del mandato de la investigación, ya que exigía ver los resultados del análisis sobre Jan Shijún. Ahora, tras cuestionar repetidamente el informe de los expertos, Moscú ha propuesto una resolución para extender el mecanismo, con importantes modificaciones y desautorizando las conclusiones alcanzadas hasta la fecha.

El embajador adjunto ruso, Vladímir Safronkov, ha expuesto todas las dudas y críticas de su Gobierno a la investigación, acusando al JIM de falta de rigor y de tener sólo en cuenta ciertas versiones de lo sucedido. Desde el inicio, Moscú ha negado toda implicación del régimen sirio en el episodio, del que Occidente ha responsabilizado en todo momento a su Gobierno.

Las potencias occidentales acusan a Moscú de proteger a Damasco

Para las potencias occidentales, sin embargo, el texto busca únicamente hacer que el Gobierno sirio eluda sus responsabilidades. "Es una estrategma cínica para minar el JIM", ha asegurado el embajador adjunto del Reino Unido, Jonathan Allen.

Por su parte, la representante estadounidense, Nikki Haley, ha insistido en que su país está intentando dialogar con los rusos para alcanzar el consenso, pero no está dispuesto a asumir un "lenguaje inaceptable dirigido únicamente a debilitar a los investigadores". Haley ha señalado que su delegación va a distribuir al resto de miembros su propio borrador de resolución para buscar la renovación del mandato.

El ataque dejó más de 80 muertos y llevó a Estados Unidos a lanzar decenas de misiles contra la base del Ejército sirio desde la que, según Washington, se organizó la acción. A finales de octubre, cuando Estados Unidos planteó la renovación del mandato, 11 de los 15 países miembros votaron a favor, con la negativa de Bolivia y Rusia y la abstención de China y Kazajistán. Hasta ahora, y pese a los llamamientos de la comunidad internacional y de organizaciones no gubernamentales, Rusia ha frenado todo intento de actuar contra sus aliados en Damasco en el Consejo de Seguridad utilizando su poder de veto.