Enlaces accesibilidad
La era Trump

Trump se corrige ante la lluvia de críticas por su tibieza sobre Charlottesville: "El racismo es el mal"

  • El presidente de EE.UU. condena sin ambages la "violencia racista" del ataque
  • Ha llamado "repugnantes" a neonazis, Ku Klux Klan y supremacistas blancos
  • Trump había recibido duras críticas por no mencionarlos en su condena inicial

Por
Trump condena la "violencia racista" de Charlottesville tras dos días de críticas por su tibieza

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha condenado este lunes sin ambages la "violencia racista" del ataque perpetrado este sábado en Charlottesville, donde un joven neonazi arrolló con su coche a un grupo de manifestantes antirracistas, tras la lluvia de críticas recibidas por la tibieza de su condena inicial, en la que evitó mencionar a los grupos supremacistas blancos.

El racismo es el mal y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones

La tormenta desatada por su reacción ha obligado a Trump a hacer un paréntesis en sus vacaciones para ofrecer una declaración en la Casa Blanca, en la que ha sido inequívoco: "El racismo es el mal y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes a todo lo que queremos en Estados Unidos", ha remarcado.

Asimismo, el mandatario estadounidense ha garantizado que los responsables del ataque serán castigados: "A todos los que actuaron criminalmente en la violencia racista de este fin de semana, rendiréis cuentas completamente. Se hará justicia", ha prometido.

La Casa Blanca trata de capear las críticas contra Trump por su tibieza en la condena del ataque de Charlottesville

El presidente estadounidense, que ha comenzado su comparecencia alardeando de la buena marcha de la economía durante su mandato, también ha subrayado que el "odio, la intolerancia y la violencia no tienen lugar en Estados Unidos", y ha condenado el "horrible ataque y la violencia que todo el mundo vio" el pasado sábado en Virginia.

Frenar la tormenta política

La comparecencia de Trump trata de frenar la marejada política que había suscitado su falta de contundencia después del ataque, en el que James Alex Fields, un chico blanco de 20 años con conocidas ideas nazis, arrolló con su vehículo a un grupo de manifestantes mientras protestaban contra una marcha de supremacistas blancos, matando a Heather Heyer, de 32 años, e hiriendo a una veintena de personas más.

Las críticas por su ambigüedad y su presunta connivencia con los supremacistas blancos, que apoyaron a Trump en su campaña electoral, resonaron este domingo por todo el país, incluso desde su propio partido. El alcalde de Charlottesville, el demócrata Mike Signer, llegó a acusar al presidente de impulsar a los grupos racistas con sus agresivos discursos: "Miren la campaña electoral que llevó a cabo", denunció.

Aunque la Casa Blanca había intentado matizar las palabras del presidente, asegurando que su condena incluía a los grupos que incitan al racismo, la presión ha llevado al presidente a rectificar. "Independientemente del color de nuestra piel, vivimos bajo las mismas leyes y saludamos a la misma gran bandera y estamos hechos por el mismo Dios todopoderoso", ha abundado este lunes Trump, que no ha contestado preguntas, a pesar de que el viernes había anunciado daría una "gran conferencia de prensa" en la Casa Blanca, sin especificar el tema a tratar.

Tres muertos y decenas de heridos en Virginia

También ha señalado que, como candidato, prometió "restaurar la ley y el orden" en el país, algo que están "cumpliendo" las agencias federales, de manera que el Gobierno no escatimará recursos para "que todos los niños crezcan seguros". Por último, el presidente ha recordado que el FBI y el Departamento de Justicia han abierto una investigación de derechos civiles sobre el ataque.

Sessions ratifica que es un acto de "terrorismo"

Antes de comparecer ante los medios, Trump ha abordado el caso con el director del FBI, Chistopher Wray, y con el fiscal general, Jeff Sessions, que este mismo lunes le había defendido en unas declaraciones a la cadena NBC: "Bueno, Trump hizo una declaración fuerte que contradijo directamente la ideología del odio, la violencia, la intolerancia, el racismo y la supremacía blanca, esas cosas deben ser condenadas en este país".

Con todo, Sessions ha admitido en otra entrevista, en este caso a la cadena ABC, que el "malvado ataque" del sábado en Charlottesville cumple los preceptos legales para ser considerado "terrorismo doméstico", algo a lo que Trump no se refirió en su declaración posterior. "Cumple la definición de terrorismo en nuestro estatuto", ha especificado el fiscal general, que ha precisado que hay investigadores de terrorismo del FBI que trabajan en las pesquisas junto a los especialistas en derechos civiles del Departamento de Justicia.

La importancia de que el ataque se declare "terrorismo" es más simbólica que práctica, ya que esta denominación no acarrea penas adicionales, si bien reviste importancia para quienes denuncian que solo se usa la palabra terrorismo cuando el atacante es una persona musulmana. Bajo la Ley Patriota, aprobada tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, una violación de las leyes estatales o federales es "terrorismo" cuando se efectúa, entre otras cosas, para "intimidar o coaccionar a una población civil".

El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions

El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions AFP

El atacante de Charlottesville, por su parte, ha sido puesto a disposición judicial este lunes: ha comparecido por videoconferencia ante un juez de la ciudad, que le ha denegado la libertad condicional y le ha asignado un abogado de oficio, ya que, según ha explicado James Alex Fields, no puede costearse uno propio.