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Manipulación de emisiones

La Fiscalía de Stuttgart registra varias dependencias de Daimler en relación con el presunto trucaje de los motores diésel

  • Más de 200 agentes entran en 11 edificios propiedad de la empresa
  • El grupo ha asegurado que coopera "plenamente" con las autoridades

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Foto de archivo del logo de la estrella en lo alto de una sede de la compañía automovilística Daimler AG en Stuttgart
Foto de archivo del logo de la estrella en lo alto de una sede de la compañía automovilística Daimler AG en Stuttgart (Alemania).

La Fiscalía de Stuttgart ha registrado este martes varias dependencias del consorcio automovilístico Daimler en relación con las investigaciones abiertas por la justicia alemana por presunta manipulación de emisiones contaminantes en motores diésel. Según un comunicado del fiscal, unos 230 agentes de los servicios de la policía criminal de Baden-Württemberg y 23 funcionarios judiciales han efectuado registros en una docena edificios situados en diferentes puntos del país, como Berlín o Sajonia.

El grupo ha informado, también a través de un comunicado, de los registros efectuados en sus instalaciones y ha asegurado que "colabora plenamente" con las investigaciones de la justicia alemana.

El objetivo de las pesquisas es recabar material y documentación relacionada con las diligencias abiertas por la fiscalía de Stuttgart el pasado marzo, cuando abrió un sumario contra varios empleados de Daimler por presunta manipulación de datos de las emisiones contaminantes en vehículos con motor diésel.

El pasado 17 de mayo confirmaba que investiga al presidente de Volkswagen, Matthias Müller, a su antecesor en el cargo, Martin Winterkorn, y al presidente del consejo de supervisión, Dieter Pötsch, por un presunto delito de manipulación de mercado.

Estas diligencias discurren en paralelo a las abiertas por las fiscalías de Múnich y Braunschweig por el mismo caso en Volkswagen y su filial Audi, así como su proveedor Bosch.

La escándalo de la manipulación de emisiones en Volkswagen saltó en 2015, con una denuncia de las autoridades medioambientales estadounidenses, y derivó en la dimisión de Winterkorn y varios de sus directivos, así como la apertura de diligencias en distintos países y una avalancha de juicios y multas.