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El fiscal general defiende la continuidad de Moix porque está demostrando "valentía" y "firmeza"

  • Maza rechaza las "sospechas injustas" contra la Fiscalía en el caso Lezo
  • El fiscal general del Estado expone las últimas actuaciones de Anticorrupción
  • Defiende al fiscal Moix frente a las acusaciones de proteger al Gobierno
  • Pide una ley que impida las filtraciones a la prensa, algo que el ministro rechaza

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El fiscal general defiende la actuación del fiscal jefe anticorrupción

El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha manifestado este miércoles que seguirá ejerciendo su responsabilidad al frente de la institución y ha destacado que "no existe un solo dato objetivo" que le haga arrepentirse de la designación de Manuel Moix al frente de la Fiscalía Anticorrupción, de cuyo trabajo está "satisfecho" y cree que está demostrando "valentía" y "firmeza" para ocupar el puesto.

Maza ha comparecido ante la Comisión de Justicia del Congreso por la actuación de la Fiscalía en el caso Lezo, dos meses después de hacerlo ante esta misma comisión por el papel del Ministerio Público en relación a la decisión de no imputar al ya expresidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez.

Ahora se cuestionan las últimas actuaciones de Anticorrupción en la Operación Lezo y el caso del 3% en Cataluña, en especial en el primero, ha tenido que responder a las acusaciones de que el fiscal jefe Anticorrupción ha realizado determinadas "maniobras" tendentes a evitar investigar delitos cometidos por personas del partido en el Gobierno.

Los partidos de la oposición han reclamado el cese inmediato de Manuel Moix, con la excepción de Ciudadanos, que no lo ha exigido claramente pero ha pedido que se tomen medidas. La oposición ve "incompetencia" en la labor de Moix al frente de Anticorrupción, al tiempo que ha cuestionado la autonomía e independencia del fiscal general del Estado.

"Injustificado manto de sospecha" sobre Anticorrupción

"No hay un solo dato verdaderamente objetivo ni concluyente y al margen de elucubraciones que se haya visto paralizado durante la jefatura de Manuel Moix de manera que tenga que arrepentirme de su designación", ha dicho Maza sobre el fiscal jefe de Anticorrupción, zanjando cualquier debate sobre un posible cese y rechazando el "subjetivo e injustificado manto de sospecha" que entiende se está extendiendo sobre el fiscal jefe Anticorrupción.

Los parlamentarios han afeado la presunta preferencia del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, en prisión incondicional por el caso Lezo, para que Moix fuese elegido fiscal jefe Anticorrupción. "Justo el que quería González ha sido nombrado", ha dicho la portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, tal y como se ha conocido de las grabaciones que obran en el sumario. "¿Conocía antes de su nombramiento que era el preferido de los corruptos?", ha dicho en el mismo sentido el diputado de Ciudadanos Ignacio Prendes.

El fiscal general del Estado ha reclamado que a Moix se le valore "sólo y exclusivamente" por sus decisiones y "huyendo de comentarios de tertulias de café" respecto a las acusaciones vertidas sobre él.

Sobre el caso Lezo, ha señalado que las decisiones adoptadas por este departamento vienen a confirmar su independencia y determinación. Y sobre sí mismo ha avanzado: "He asumido una responsabilidad y la seguiré ejerciendo conforme a la Ley", al tiempo que ha dicho encontrarse nuevamente "ante otro juicio" contra él, cuya "condena ha sido impuesta anticipadamente".

También ha denunciado los "reproches" en el posible relevo de los fiscales del caso del 3%, una decisión que, ha insistido, aún no ha tomado a falta de más información. Ha aclarado que solo cuando Manuel Moix informe "más detalladamente" sobre las razones que llevarían al relevo de los fiscales José Grinda y Fernando Bermejo y cuando estos den su versión "con precisión" sobre aspectos de "competencia territorial" para su investigación del caso, tomará la decisión.

Y aún si avala el criterio de Moix, eso no conllevaría, según ha dicho, "la paralización de la causa ni el cambio en el criterio de la Fiscalía", pues el relevo sería "pausado y tranquilo". Se ha quejado Maza de las versiones que se han dado para justificar ese supuesto relevo aún no decidido, como aquel que "decía que todo se enmarca en una estrategia tendente a propiciar algún tipo de acuerdo" con CDC de cara a "resolver los problemas" derivados del conflicto soberanista catalán. "Verdaderamente increíble y delirante", ha comentado Maza al respecto.

Maza defiende su autonomía, también de la opinión pública

El fiscal general del Estado ha defendido firmemente tanto al jefe Anticorrupción como al Ministerio Público en general y ha rechazado que deba sufrir merma alguna "en el concepto público" por la existencia de "sospechas injustas" hacia estas instituciones. Y ha negado igualmente la existencia de arbitrariedades por los fiscales, de los que ha destacado su "respeto absoluto a la legalidad".

De hecho, ha enfatizado la autonomía de la figura del fiscal general "frente a todos, incluso también frente a opiniones que se manifiestan en la opinión pública", añadiendo que "un fiscal general no puede estar a expensas de ser cesado en cualquier momento por el Parlamento".

Sin embargo, en cuanto a la autonomía de los fiscales, ha matizado que eso no significa que sean "independientes" en un organismo jerarquizado como el de la Fiscalía. "Pueden mantener su criterio y no tienen que obedecer ciegamente a los jefes, pero no son estrictamente independientes", ha subrayado.

Pide una ley que impida las filtraciones a la prensa

En varias ocasiones, el fiscal general del Estado ha criticado la labor de los medios de comunicación y la "calidad informativa" de las informaciones publicadas sobre la labor de la Fiscalía. Así, se ha confesado "atónito" ante las "informaciones desviadas, infundadas y gravemente perjudiciales" contra el Ministerio Público, especialmente Anticorrupción, por su papel en el caso Lezo, que ha generado "una sospecha injusta" contra la institución

Asimismo, ha criticado y expresado su preocupación por las filtraciones de los sumarios, que afectan a casos como Lezo que, ha dicho, provocan un "terreno inseguro" y comprometen la eficacia de las investigaciones judiciales. Hasta el punto de que ha pedido en el Congreso un mecanismo legal que aborde las filtraciones a la prensa, un problema que ha calificado de "extraordinaria gravedad" y que, en su opinión, "no favorecen a nadie con intenciones limpias".

"Es imposible averiguar quién ha llevado a cabo esas filtraciones", ha lamentado, de las que ha opinado que no mejoran el conocimiento de la verdad por parte de los ciudadanos, perjudican a las personas citadas sin que estas sepan"con qué alcance lo son" y afectan también a la eficacia de la justicia.

No es la primera vez que se pide esto desde el Ministerio Público. Esta opinión ya la expresó Manuel Moix hace unos días; sin embargo, el criterio de estos fiscales no lo comparte el ministro de Justicia, Rafael Catalá, quien aboga por equilibrar el derecho a la información con el derecho a la intimidad y la propia imagen.