El avión del Chapecoense viajaba con el combustible justo para el trayecto, según la investigación preliminar

• El informe de aviación civil apunta a la escasez de combustible como causa
• Subraya que los pilotos eran conscientes, pero desestimaron hacer una escala
• El avión, además, tenía exceso de peso y volaba por encima de lo permitido

El avión del Chapecoense tenía el combustible justo para el trayecto

El avión de la compañía Lamia que se estrelló cerca de Medellín hace un mes cuando trasladaba al equipo de fútbol brasileño Chapecoense viajaba con el combustible justo para el trayecto que tenía previsto y con un exceso de peso de media tonelada, según revela el informe preliminar de los servicios de aviación civil de Colombia.

El secretario de Seguridad Aérea de Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil), el coronel Fredy Bonilla, ha detallado que las grabaciones de la cabina de mando muestran que el piloto y el copiloto conversaron sobre la posibilidad de hacer una escala en territorio colombiano, en Leticia o en Bogotá, "porque se encontraba en el límite de combustible", aunque acabaron por desestimar esa parada.

“Eran conscientes de que el combustible que tenían no era el adecuado ni era suficiente“

"Ellos estaban conscientes de que el combustible que tenían no era el adecuado ni era suficiente", ha indicado Bonilla, que ha explicado que el piloto, Miguel Quiroga, "decide ingresar a Bogotá pero más adelante cambia la decisión y se va directo hasta Rionegro", donde se encuentra el aeropuerto José María Córdova de Medellín.

La mayoría de las grabaciones de audio presentadas este en Bogotá ha sido extraídas de las cajas negras del avión, ha precisado Bonilla, subrayando que "todo está basado en evidencias".

La ruta del avión del Chapecoense. RTVE.es

El combustible, al límite

El director general de Aerocivil, Alfredo Bocanegra, ha abundado que el objetivo de este informe no es "determinar la culpa o responsabilidad sino prevenir nuevo accidentes", de forma que la investigación definitiva se presentará en unos meses.

Por el momento, el informe preliminar señala que, en el plan de vuelo presentado por el piloto en el aeropuerto boliviano de Santa Cruz de la Sierra, la autonomía de la aeronave era de cuatro horas y 22 minutos, exactamente igual al tiempo de vuelo, "describiendo los mismos datos" cuando debía tener combustible para un recorrido mayor.

"Debía tener una hora y 30 minutos más [de combustible] que el tiempo de vuelo en forma estándar en cuanto a su autonomía de vuelo", ha especificado Bonilla. Además, el avión debía tener un segundo aeropuerto alternativo en su plan de vuelo, pero solo registró el de Bogotá.

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El piloto no informó de la gravedad de la situación

El informe también revela que cuando el piloto pidió a la torre de control del José María de Córdova que le permitieran aterrizar, pese a que todavía no estaba en la aproximación a la pista, no informa de la gravedad de su situación ni de que ya se le han apagado dos de los cuatro motores.

Poco después, con un tercer motor ya apagado, se escucha cómo la torre le pregunta si necesita algún servicio adicional en tierra por una posible emergencia, y el piloto responde que no. Cuatro minutos antes del accidente se le apaga el cuarto motor y se produce un fallo eléctrico total, del cual el piloto informa por un sistema primario, ya que el resto había quedado desconectado por la falta de energía.

En su última conversación, el piloto pide "vectores" mientras desciende sin autorización para aterrizar. La torre le pregunta entonces su altitud y le informa de que todavía está a 8,2 millas (unos 13,1 kilómetros) de la pista, pero el avión ya no responde y todo queda en silencio por el impacto del aparato, que se produce a unos 230 kilómetros por hora.

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Otras irregularidades

El "agotamiento de combustible" es la principal de una serie de irregularidades que se cometieron en el vuelo CP-2933 de Lamia pero no la única, según la investigación, que revela que el avión llevaba un peso mayor al permitido y volaba a una altitud para la cual no estaba autorizado.

"La aeronave contenía un peso superior al permitido por manuales, lo cual es otro hallazgo que encontramos dentro de la investigación del despacho de la aeronave", ha indicado Bonilla, quien ha detallado que el avión "despegó con 500 kilos más" sobre su peso máximo permitido, si bien "no es un factor prioritario" para el accidente.

Además, el avión supuestamente no estaba certificado para volar por encima de 29.000 pies y en el plan de vuelo presentado a la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) de Bolivia se decía que lo haría a 30.000 pies.

El accidente aéreo, en el que murieron 71 personas, conmocionó a Brasil y al mundo del fútbol, ya que el avión trasladaba al Chapecoense, un equipo humilde que en los últimos años había logrado auparse entre la élite, hasta Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana.