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Confirman en Francia los 25 años de cárcel a un hutu por el genocidio en Ruanda

  • Se trata del excapitán hutu Pascal Simbikangwa
  • Dicha masacre dejó hace 22 años, al menos, 800.000 víctimas mortales

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Imagen del pasado 25 de octubre en la que se ve al excapitán hutu Pascal Simbikangwa abandonando el juzgado en Bobigny (Francia).
Imagen del pasado 25 de octubre en la que se ve al excapitán hutu Pascal Simbikangwa abandonando el juzgado en Bobigny (Francia).

Un tribunal francés de lo penal ha confirmado este sábado la condena a 25 años de cárcel para el excapitán hutu Pascal Simbikangwa impuesta en primera instancia en 2014 por complicidad en el genocidio cometido en Ruanda en 1994, mediante el principio de justicia universal.

Al término de seis semanas de debates, a Simbikangwa se le ha vuelto a considerar culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad por unos hechos ocurridos en Ruanda hace 22 años.

El exalto cargo hutu, de 56 años y postrado en una silla de ruedas por un accidente de tráfico ocurrido en 1986, fue considerado por el Tribunal de Seine-Saint-Denis, en segunda instancia, cómplice de una masacre que dejó, al menos, 800.000 víctimas mortales en pocas semanas.

El condenado, que sigue defendiendo su inocencia, denunció que se siente un acusado por motivos políticos.

La sentencia contra Simbikangwa de 2014 marcó un punto de inflexión en Francia, pues se trató de la primera sobre el genocidio y en la que se tomó declaración a una veintena de testigos llegados expresamente de Ruanda o por vídeoconferencia, algunos de ellos asesinos arrepentidos.

Simbikangwa, capturado en octubre de 2008 por un caso de tráfico de documentación falsificada en la isla francesa de Mayotte, fue juzgado en París, y no en el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), con sede en la localidad tanzana de Arusha.

Ello se debió a que existen acuerdos judiciales que estipulan que esa corte procesa a los máximos responsables del genocidio y los tribunales nacionales, cuando sean competentes, a sus mandos.

En Francia hay abierta al menos una veintena de instrucciones similares en virtud del principio de justicia universal que permite a los magistrados juzgar a extranjeros en territorio francés, en concreto desde 1996 para el genocidio ruandés.

La Justicia francesa también ha condenado a cadena perpetua a dos antiguos políticos ruandeses, Octavien Ngenzi y Tito Barahirwa, por su participación en el genocidio de tutsis en Kabarondo, en el este de Ruanda, en abril de 1994.