Bruselas propone un cuerpo especial para vigilar las fronteras exteriores de la UE

• La Comisión Europea propone crear un órgano que sustituiría a la agencia Frontex
• Los guardias actuarían en fronteras mal protegidas, aunque el país no lo solicite
• El nuevo cuerpo doblaría el personal con el que cuenta ahora Frontex
• La medida pretende evitar situaciones como las de Grecia o Italia y la entrada de yihadistas

Bruselas propone crear un cuerpo especial que controle las fronteras de la Unión Europea

La Comisión Europea (CE) ha presentado una amplia batería de medidas para hacer frente a la crisis de refugiados y al terrorismo integrista. Estas medidas incluyen la creación de una "Guardia Europea de Fronteras y Costas", cuerpo así llamado cuyos agentes podrán ser enviados a las fronteras exteriores mal protegidas, aunque el país afectado no lo solicite.

Este cuerpo europeo de guardias fronterizos se contituiría sobre la base de la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex). El órgano estaría dotado con al menos 1.500 efectivos aportados por los Estados miembros, que deberán estar disponibles para intervenir en un plazo de tres días.

La CE sugiere por otro lado que en 2020 haya hasta 1.000 trabajadores al servicio de esta nueva agencia, más del doble del personal con el que cuenta ahora Frontex, y que su presupuesto se eleve hasta los 322 millones de euros, triplicando de esta manera el gasto en la vigilancia fronteriza de la Unión.

El control pasa a manos de Bruselas

Bruselas aboga además por que se cree un centro de supervisión y análisis de riesgo que haga una evaluación obligatoria de la situación. "Donde las deficiencias persistan o donde un Estado miembro esté bajo una presión migratoria significativa que ponga en peligro el área Schengen y la acción nacional sea insuficiente o no se prevea, la CE podrá adoptar una decisión de ejecución", propone la CE.

Esto supone que será Bruselas la que proponga el despliegue, una decisión que saldrá adelante sin necesidad de que la apruebe el Consejo de la UE. Sí tendrá que dar su visto bueno por mayoría cualificada un comité, englobado en el seno de la CE, en el que están representados los Estados miembros.

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En caso de que este comité no se pronuncie o se oponga, la CE podrá recurrir a un órgano de apelación en el que tendrá que haber una mayoría de países en contra para tumbar su propuesta de intervención.

Grecia e Italia, sobrepasadas

Dejar la decisión a la CE es una cuestión sensible puesto que el control de las fronteras exteriores ha sido hasta ahora competencia exclusiva de los gobiernos nacionales que, según la legislación actual, son los que deben solicitar ayuda comunitaria.

Sin embargo, Italia y sobre todo Grecia se han resistido a pedir apoyo de los demás Estados miembros, pese a las importantes deficiencias detectadas en el registro e identificación de los recién llegados, que en muchas ocasiones han acabado viajando hasta otros países de la Unión.

El número de personas llegadas a la UE entre enero y noviembre de este año ha alcanzado casi 1,5 millones, según la Comisión. Ésta quiere también que la nueva agencia europea tenga un papel más fuerte en materia de deportación de inmigrantes irregulares, para lo que propone crear equipos europeos de retorno, así como un documento de viaje para estas personas que unifique los 28 existentes y facilite su admisión por parte de sus países de origen.

Control de yihadistas en las fronteras

Los atentados cometidos por el Estado Islámico en París el último mes han marcado un punto de inflexión hacia esta propuesta.

La preocupación generada tras conocerse que algunos terroristas pudieron haber entrado en Europa desde Siria a través de Turquía, camuflados entre los miles de refugiados que huyen de la guerra, ha llevado a estrechar la vigilancia en las fronteras.

Para atajar este déficit de seguridad, la Comisión apunta a regular por ley la sistematización de los controles de identidad en las fronteras del espacio Schengen, incluyendo a aquellos ciudadanos europeos que suelen hacer uso de este espacio en lugares de bajo riesgo.

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Preservar los logros de Schengen

La CE asegura que su objetivo no es otro que proteger el espacio de libre circulación de Schengen. "La gestión de las fronteras exteriores de la UE debe ser una responsabilidad compartida", sostuvo el vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans, quien ha reconocido que la crisis de refugiados ha dejado al descubierto las "debilidades y lagunas" que existen en los mecanismos actuales.

"El sistema que proponemos permitirá la identificación de cualquier debilidad en tiempo real para poder remediarla rápidamente, y mejorará la capacidad colectiva de gestionar situaciones de crisis", ha añadido.

El comisario europeo de Interior, Dimitris Avramopoulos, por su parte, ha apuntado que el papel que ha tenido hasta ahora Frontex se ha limitado a apoyar a los países comunitarios, mientras que la nueva agencia europea de fronteras irá más allá. "Lo que estamos creando hoy es más Europa", ha resumido.

Revisión del protocolo de Dublín

La CE ha accedido a poner sobre la mesa también este martes una reforma limitada del código de fronteras Schengen, como el que solicitaron los países para hacer posible el cotejo sistemático de la identidad de los ciudadanos europeos en los límites exteriores con las bases de datos nacionales y europeas.

Este paso ha estado hasta ahora reservado para los nacionales de terceros países. El refuerzo en los controles, que será obligatorio y se aplicará tanto en la entrada como en la salida del espacio Schengen, pretende blindar el área de libre circulación contra la entrada de presuntos yihadistas.

En el marco de su cooperación reforzada con Turquía para contener la llegada de personas a Europa, la CE ha sugerido asimismo hoy un mecanismo voluntario para trasladar a refugiados de nacionalidad siria o apátridas desde este país hasta la UE, aunque no ha fijado un número para este proceso de reasentamiento.