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Estados Unidos cierra un acuerdo de libre comercio con once naciones del Pacífico

  • En la orilla americana participan Cánada, Estados Unidos, México, Perú y Chile
  • En Asia: Japón, Australia, Brunei, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam
  • Los países que han llegado al acuerdo suponen el 40% de la economía mundial
  • El pacto excluye a China, que impulsa otro tratado con los países Asia-Pacífico
  • Pekín dice en un comunicado que espera que impulse el crecimiento de la región

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Estados Unidos cierra un acuerdo comercial con once países del Pacífico

Estados Unidos ha alcanzado un acuerdo con once naciones del Pacífico para el más ambicioso acuerdo de libre comercio jamás alcanzado, que representa el 40% de la economía mundial. El acuerdo final, alcanzado tras limar las diferencias entre EE.UU. y Japón, las dos mayores economías de este grupo, pone en vía de aprobación al importante Tratado de Asociación Transpacífico (TTP, por sus siglas en inglés).

Los países integrantes del TPP son, además de EE.UU. y Japón, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Los doce declaran su voluntad de "reforzar la cooperación macroeconómica, incluidos los tipos de cambio, para asegurar la estabilidad de la región y asegurar que los beneficios del tratado se materialicen" y añaden que aún está pendiente una revisión técnica.

De este acuerdo se excluye a China, que impulsa otro tratado con los países miembros de la APEC (Foro de cooperación económica Asia-Pacífico). Con el TPP, Estados Unidos busca contrarrestar la influencia económica de Pekín en esa región.

Mientras, el Ejecutivo chino espera que el consenso alcanzado para firmar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) pueda impulsar el crecimiento de la región y ha afirmado estar abierto "a cualquier mecanismo que siga las normativas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)".

En un comunicado, Pekín muestra su deseo de que el TPP y otros acuerdos similares puedan impulsar la economía de los países de la región. "El TPP es uno de los tratados de libre comercio claves para la región", destaca, sin profundizar en el asunto.

EE.UU., Japón y Canadá, satisfechos

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha valorado el acuerdo porque refleja "los valores americanos" y coloca en buena posición a los trabajadores estadounidenses. El mandatario subraya que "puede ayudar a las empresas a vender más productos y servicios en todo el mundo".

Obama, que ha presionado para que avance este acuerdo y otro con la Unión Europea, alcanzó una importante victoria esta primavera al conseguir que el Congreso acepte el trámite de pactos comerciales por la vía rápida, con lo que solo podrán aprobarlos o rechazarlos, pero no enmendarlos. No obstante, no se espera que el pacto pueda someterse a voto en el Congreso hasta el próximo año.

Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, declara que el tratado representa "un gran resultado, no sólo para Japón, sino para el futuro de Asia-Pacífico".

El primer ministro canadiense, Stephen Harper, ha anunciado que destinará en los próximos 15 años 4.300 millones de dólares canadienses (unos 2.900 millones de euros) para ayudar a los agricultores y al sector lácteo a mitigar el impacto del acuerdo que incluye aceptar más importaciones de países del TPP. Harper adelanta que el tratado creará más de un millón de empleos en los próximos años.

Un acuerdo de 30 capítulos

El acuerdo comercial consta de 30 capítulos que cubren diversos asuntos como el intercambio de bienes y servicios, los procedimientos aduaneros, así como medidas fitosanitarias y sanitarias, barreras técnicas de entrada o comercio electrónico.

El acuerdo es resultado de arduas negociaciones desde el miércoles en Atlanta, donde se esperaban solucionar las últimas diferencias técnicas. Los negociadores habían retrasado el anuncio por diferencias sobre acceso a mercado de productos lácteos y sobre nueva generación de biomedicina.

En concreto, uno de los aspectos más controvertidos era el de la vigencia de las patentes para la protección de la explotación de medicamentos biotecnológicos de última generación, ya que EE.UU. buscaba un período de 12 años de protección y otros gobiernos, como Australia o Nueva Zelanda demandaban cinco años.

El TPP también elimina las tarifas para la importación de vehículos extranjeros si al menos un 45% está producido en los países de la región, lo que ha provocado temor en un sector afectado por la masiva transferencia de inversiones a países como México.

El acuerdo del TPP empezó a negociarse en 2008. Durante este tiempo, las diferencias han sido muy fuertes en los sectores agrícolas, de automoción, propiedad intelectual y productos farmacéuticos, entre otros.