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Carmen Arístegui, el despido de la voz crítica del periodismo mexicano

  • La periodista de investigación ha sido despedida de la radio EMS
  • Fue quien destapó el escándalo inmobiliario de la esposa de Peña Nieto
  • El hashtag #endefensadearistegui ha conseguido medio millón de tuits

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La periodista mexicana Carmen Arístegui comparece ante los medios tras su despido.
La periodista mexicana Carmen Arístegui comparece ante los medios tras su despido.

"Y defender hoy a Carmen es defender la libertad de expresión". Carmen es Carmen Arístegui, la periodista mexicana que destapó el escándalo inmobiliario de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto. Su emisora la despidió este domingo y decenas de mexicanos se han manifestado para apoyarla en la sede de MVS, la radio donde era una de las estrellas.

"Se despide a quien denuncia la corrupción y no a quien corrompe", lamenta Juan Carlos Miranda, uno de los manifestantes que se han concentrado en la sede de MVS, la radio donde era una de las estrellas.

"Esos son, esos son, los que chingan la nación", corean otros.

La periodista, de 51 años, también presentadora del canal de CNN en español, promete guerra. "Nuestro equipo está decidido a librar la batalla por la libertad de expresión", incluso en el plano judicial. En una rueda de prensa y acompañada por varios de sus seguidores, ha dicho que su despido se produce en un contexto en el que soplan vientos "autoritarios" en México.

"Todo parece haber sido planeado con mucha anticipación, con muchos recursos y una gran cantidad de energía", ha asegurado Arístegui, cuyo programa matinal tenía una amplia audiencia y se caracterizaba por sus críticas al Gobierno.

Un despido publicitado en las ondas

El detonante del enfrentamiento entre Arístegui y la emisora fue la asociación del programa que presenta la popular periodista con Mexicoleaks, una recién nacida plataforma digital de denuncia ciudadana. MVS asegura que ha usado el nombre de la radio sin contar con facultades para ello y sin consultarlo con la administración. Razón por la que despidió el jueves a los periodistas Daniel Lizárraga e Irving Huerta, miembros del equipo de investigación de Arísteguí.

La popular periodista pidió en antena la reincorporación de sus compañeros como condición para resolver el conflicto. Nada más lejos. La empresa respondió haciendo públicas unas directrices de control de la información que aumentaban la supervisión sobre el trabajo de Arístegui y diluían su capacidad de maniobra. Ella no dio su brazó a torcer y volvió a defender a sus compañeros el pasado viernes, día de su último programa en antena. MVS dio por terminado el domingo su contrato. Un despido justificado hasta en cuñas radiofónicas de la propio emisora, que ya tiene nuevo presentador.

#EndefensadeAristegui

La respuesta en las redes sociales ha sido contundente: medio millón de tuits con el hashtag #endefensadearistegui. Quienes la apoyan creen que su despido tiene motivaciones políticas y que es un intento de acallar el periodismo crítico con el Gobierno de Peña Nieto.

Carmen Aristegui es una voz esencial en nuestra vida pública

El propio ombudsman de MVS Radio, una figura independiente encarnada por el académico Gabriel Sosa Plata, se ha sumado vía Twitter a las críticas: “Las condiciones impuestas a la periodista eran simplemente inaceptables por dignidad profesional y por cambio unilateral a su contrato. Con la salida de Carmen Arístegui y su equipo todos perdemos: audiencia, la libertad de expresión, el derecho a la información, MVS y la familia Vargas. Los periodistas en México se encuentran en una vulnerabilidad enorme, al igual que los derechos de las audiencias. Este caso es ejemplo".

La publicación del reportaje sobre la llamada 'Casa Blanca' de la esposa del presidente, la actriz Angélica Rivera, forzó a ésta a poner en venta los derechos de la casa, que todavía no había terminado de pagar y que aseguró haber comprado con lo que había ganado a través de su trabajo.

La polémica por la llamada "Casa Blanca" se suma a la crisis política del presidente Peña Nieto

La casa había sido adquirida a Grupo Higa, subsidiaria de una empresa integrante de un consorcio que había ganado una millonaria licitación para la construcción de un tren de alta velocidad que fue cancelada tras la publicación. Días después, otros medios revelaron que también el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, había comprado una casa a Grupo Higa y que el propio mandatario poseía una propiedad adquirida a otro contratista beneficiado con contratos de obra cuando era gobernador.

Ataque contra la libertad de expresión

Darío Ramírez, director de la ONG en defensa de la libertad de prensa Artículo 19, ha dicho que las razones para el despido de Arístegui están envueltas en una "atmósfera de censura". "Este fue un despido maquiavélico", ha dicho a la agencia AFP, añadiendo que muestra el "descontento de una parte del gobierno con la complicidad de una empresa privada".

El gobierno mexicano atraviesa un período difícil y es cuestionado por la opinión pública mexicana e internacional por el caso de la desaparición de 43 estudiantes en septiembre en Iguala, probablemente asesinados por el crimen organizado con la complicidad de las autoridades locales.

Para el historiador mexicano Enrique Krauze, "Carmen Aristegui es una voz esencial en nuestra vida pública. Su partida de MVS socava gravemente la libertad de expresión en México".