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BBVA pide más fondos para formación de parados y menos para bonificar contrataciones

  • El servicio de estudios del banco reclama más dotación para políticas activas
  • Señala que el gasto por parado en este capítulo es un 25% inferior al europeo
  • Cree que la formación debe centrarse en los parados y ser más especializada

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El servicio de estudios del BBVA reclama una mayor dotación presupuestaria para políticas activas de empleo y reorientar parte de los recursos destinados ahora a bonificar la contratación hacia actuaciones que aumenten la empleabilidad de los trabajadores, especialmente la de aquellos que han perdido su empleo "por ajustes de carácter estructural".

En su último informe Situación España, la entidad señala que, aunque el total de gasto en políticas activas de empleo sobre el PIB ha superado el promedio europeo durante la crisis, la cuantía gastada por cada persona que busca empleo ha sido menor.

Muy por debajo de la media europea

Según sus datos, España gastó 1.400 euros de media por cada parado entre 2008 y 2012, un cantidad que es un 25,5% inferior a la media de los 15 países del euro en ese período, y entre tres y cuatro veces menor a la invertida por Países Bajos y Dinamarca, "las dos economías que constituyen el paradigma de la flexiseguridad".

El servicio de estudios del banco señala que casi un tercio de los fondos destinados a políticas activas de empleo se emplearon en incentivar la contratación, mientras que los gastos en formación, integración laboral y reciclaje profesional han sido comparativamente reducidos.

El BBVA recuerda que ese reparto se mantiene en los Presupuestos Generales del Estado para 2015, en los que se apuesta por los incentivos a la contratación como estrategia primordial para activar el empleo, ya que las bonificaciones representan el 31,6% del presupuesto para políticas de fomento del empleo.

Además, el servicio de estudios señala que los parados deberían ser los principales destinatarios de las acciones formativas, lo que no ocurre en las cuentas públicas de 2015, en las que solo el 38,9% de los gastos presupuestados para programas de formación están destinados a desempleados.

Formación más especializada y más larga

La entidad defiende también que las acciones formativas deberían durar más para proporcionar conocimientos específicos, pues actualmente -añade- están poco especializadas y son de corta duración.

De hecho, apunta que uno de cada cinco parados que en 2013 completaron un programa de formación adquirió conocimientos "genéricos" y la mitad de los parados formados el año pasado participaron en cursos con una duración inferior a las 200 horas. Sólo el 21,2% completó un programa de 400 horas o más.

Asimismo, la entidad aconseja mejorar los procesos de evaluación, aumentar la competencia entre las oferentes de acciones formativas y "extremar" el rigor presupuestario.

En esa línea, el BBVA valora las líneas maestras de la futura reforma del sistema de formación profesional para el empleo, en particular, la introducción del principio de libre competencia entre entidades formativas y la creación de una unidad especializada en el control de las actividades de formación con capacidad efectiva de sanción.

Por último, el servicio de estudios del BBVA ve "deseable" que los sucesivos planes anuales de empleo sean aprobados con mayor antelación. "Las comunidades autónomas conocen los indicadores y criterios que se utilizarán para la evaluación de los programas de activación con seis meses de antelación, lo que puede condicionar el diseño de las políticas y limitar su eficacia", subraya.