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La policía china identifica a cinco sospechosos autores del atentado con bomba de Xinjiang

  • Al menos 39 personas murieron en el ataque más sangriento en la región
  • Los presuntos terroristas islamistas habrían hecho detonar las bombas

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La policía paramilitar patrulla la zona del atentado, en la que se ven ventanas rotas en los edificios cercanos al lugar donde estallaron las bombas en Xinjiang
La policía paramilitar patrulla la zona del atentado, en la que se ven ventanas rotas en los edificios cercanos al lugar donde estallaron las bombas en Xinjiang

La policía de China ha identificado a cinco sospechosos como autores del atentado suicida que dejó al menos 39 muertos en un mercado de verduras de Xinjiang, lo que supone el ataque más sangriento en la región occidental del país, según ha informado la agencia de noticias oficial Xinhua.

La policía ha identificado a Nurahmat Ablipiz, Memet Memtimin, Raghimjan Memet, Memtimin Mahmat y Ablet Abdukadir como sospechosos, según ha explicado la agencia Xinhua, que señala que podrían pertenecer a la minoría de musulmanes Uighur presente en la región.

Los cinco, influidos por el extremismo islamista, tomaron parte en actividades religiosas ilegales, escuchando y visualizando materiales audiovisuales de contenido violento, según la policía.

En 2013 formaron un grupo, fabricaron artefactos explosivos y eligieron el objetivo de su ataque, especifica Xinhua. Cuatro de los sospechosos murieron en el atentado y el quinto fue detenido por la policía.

El terrorismo castiga Xinjiang

El ataque del jueves fue el segundo atentado suicida en la capital de la región en las últimas tres semanas. En abril, otro atentado con bombas y cuchillos en una estación de tren de Urumqi acabó con la viuda de una persona y dejó 79 heridos. En marzo, otro atentado, también en una estación de ferrocarril, causó la muerte de cerca de 30 personas.

China ha lanzado un operativo de represión de un año para capturar y castigar a los terroristas en Xinjiang, con el fin de "centrarse en los grupos extremistas religiosos y terroristas, guaridas de fabricación de armas y explosivos, y campos de entrenamiento de terroristas", según explica el comunicado estatal emitido este viernes.

El Gobierno ya había lanzado una campaña de mano dura contra el terrorismo en Xinjiang, culpando a los Islamistas y separatistas del aumento de la violencia en la región rica en recursos. El pasado 2013, al menos 180 personas murieron en atentados en todo el país.