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Merkel y Tusk desafían a Rusia acelerando la firma del acuerdo de la UE con Ucrania en una semana

  • El primer ministro polaco se reúne con Merkel para abordar la crisis
  • El G-7 amenaza con nuevas sanciones si Rusia se anexiona Crimea
  • Creen que el acuerdo entre la UE y Ucrania se firmará el 21 de marzo

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Los preparativos de Rusia para la anexión de Crimea han sido contestado por Alemania y Polonia con la amenaza de nuevas sanciones y acelerando la firma del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Ucrania, al tiempo que el G-7 ha pedido a Moscú que cese su apoyo al referéndum de secesión o se atenga a las consecuencia.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro polaco, Donald  Tusk, han anunciado que los capítulos políticos del acuerdo de asociación con Ucrania previsiblamente se firmarán el próximo 21 de marzo. "Ambos coincidimos en la necesidad de suscribir el acuerdo de  asociación lo antes posible", ha indicado Tusk, en una comparecencia con la  canciller tras el encuentro bilateral en Varsovia, centrado en la crisis  de Ucrania y sus efectos en la vecina Polonia.

La cita ha estado precedida de unas declaraciones de Tusk, aludiendo a la  dependencia de la UE -y muy especialmente de Alemania- de los  suministros de gas ruso como presunto ralentizador de respuestas  contundentes europeas frente la política de hechos consumados de Moscú.

Polonia es uno de los países europeos con mayores intereses en Ucrania y el que más se ha destacado en apoyar el cambio de régimen en ese país. 

Sanciones "ineludibles" contra Rusia

Precisamente, la crisis política en Ucrania se inició por la negativa de Yanukóvich a firmar ese acuerdo y preferir la ayuda de Rusia, su histórico socio. Moscú niega la legitimidad de las nuevas autoridades en Kiev y exige el retorno al acuerdo político al que llegaron las partes en Ucrania el 21 de febrero.

La entrada en una segunda fase de sanciones, según lo acordado en la  cumbre extraordinaria de la UE de la semana pasada, parece "ineludible",  dijo Merkel, ya que, en su opinión, no ha habido el menor síntoma de  distensión ni una apertura al diálogo.

Hoy por hoy, ha recordado Merkel, no se ha formado siquiera el grupo de contacto internacional que, de acuerdo con la propuesta formulada por la canciller alemana, habría de encarrilar el diálogo entre Kiev y Moscú. Por ello, Merkel ha informado de que el próximo lunes los ministros de  Exteriores de la UE abordarán la imposición de nuevas sanciones a Rusia,  para ser sometidas a continuación al Consejo Europeo por la falta de  progresos en el diálogo con Moscú.

La canciller alemana ha desvinculado la imposición de esas medidas -que se centrarían, previsiblemente, en restricciones de visados "a determinados grupos de personas"- al referéndum de Crimea, el próximo domingo, de acuerdo con las decisiones adoptadas entre los líderes de la UE.

"No resolveremos el conflicto por la vía militar, pero no lo eludiremos sino que le saldremos al paso",  ha añadido Merkel, quien ha tratado de calmar los temores de Tusk a una extensión de la crisis ucraniana a Polonia. "Una agresión a Polonia sería una agresión a la UE", a la que ésta respondería en consecuencia, ha afirmado Merkel.

La reactivación del acuerdo de Asociación y el endurecimiento de las medidas han sido las dos apuestas de Merkel ante Tusk, por encima de los temores alemanes a que tales sanciones sean un bumerán contra sus intereses económicos.

Referéndum "ilegal"

Antes de este encuentro, los líderes del G-7 pidieron a Moscú que "cese todos sus esfuerzos" en apoyo del referéndum en Crimea,  una consulta, han dicho, que "no tendrá efectos legales".

"Los líderes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, EE.UU. y el presidente de la Comisión Europea instamos a Rusia a que cese todos sus esfuerzos por cambiar el estatus de Crimea, contrario a la ley ucraniana y en violación de la ley internacional", han señalado en un comunicado emitido en Bruselas. Igualmente han advertido a Moscú de que si se anexiona Crimea, los países del G-7 tomarán otras medidas a nivel individual y colectivo.

El cambio de régimen en Kiev provocó la reacción secesionista en esa región autónoma de Crimea, sede la flota rusa del Mar Negro, donde soldados prorrusos han tomado el control.

El Parlamento regional crimeo aprobó el lunes una declaración de independencia de Ucrania y reiteró su aspiración de ingresar en la Federación de Rusia.

La declaración precisa que la independencia de Crimea deberá ser refrendada por la consulta popular convocada para el 16 de marzo y que ya ha sido declarada ilegal por el Gobierno central de Ucrania.

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha afirmado, en una declaración ante el pleno de la Eurocámara, que la separación de Crimea es una violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania "inaceptable y no provocada".

Barroso ha señalado que la UE ha propuesto a Rusia la posibilidad de entablar negociaciones directas a través de los mecanismos internacionales ya existentes e incluso la formación de un grupo de contacto que ayude a desbloquear la situación siempre en el respeto de los principios de soberanía, unidad e integridad territorial ucraniana.