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"Siempre estaréis en nuestro recuerdo. No os olvidamos"

  • Los madrileños siguen recordando a las víctimas diez años después
  • Sin embargo, en Atocha se vive con relativa normalidad este 11-M

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Las víctimas del 11M renuevan la unidad en el décimo aniversario de los atentados

"Siempre estaréis en nuestro recuerdo. No os olvidamos", se puede leer este martes 11 de marzo de 2014 en una pequeña nota en la estación de Cercanías de Atocha. También unos ramos de flores y unas velas recuerdan que hace ya una década que 10 bombas en cuatro trenes sembraron el terror en Madrid, acabaron con la vida de 192 personas y dejaron malheridas a más de 1.800.

Aunque han pasado diez años del peor atentado de la historia del país, los madrileños no olvidan una fecha que quedó grabada en la memoria para siempre: “No lo viví directamente, pero es cierto que todos íbamos en esos trenes. Y diez años después, aunque el tiempo va a apagando el dolor, la huella permanece”, relata emocionado a RTVE.es Valentín de Prado, un usuario de Cercanías que se ha acercado hasta el Monumento a las Víctimas del 11-M el día del aniversario.

Pero no es el único que ha decidido acudir hasta el monumento este 11-M. Jorge Vidal, un treintañero, se para un instante antes de seguir su camino para hacer una foto del pequeño altar improvisado que se ha levantado en Atocha. A las puertas del monumento, desde primera hora de la mañana, personas anónimas han ido dejando unas velas, varios ramos de flores y alguna nota que otra en memoria de las víctimas.

Al darme cuenta de que era 11 de marzo he decidido pasarme por el monumento porque a mí no se me olvida

Maryam Palomino, una joven que cuando el atentado era menor de edad, deja una pequeña piedra a las puertas. “He quedado en Atocha y al darme cuenta de que era 11 de marzo he decidido pasarme por el monumento porque a mí no se me olvida. Quería dejar algo como una velita para rendir homenaje, pero solo llevo esta piedrecita de cuarzo”, explica a RTVE.es con las lágrimas al borde de los ojos.

Mientras, Dorilda Herrero, una mujer de mediana edad, también se detiene en este mismo espacio a rezar en memoria de las víctimas. “Por un cuarto de hora no estuve en Atocha en el momento de los atentados y mi hijo tampoco estuvo por la huelga que había en la universidad. Pero aún así lo que ocurrió no lo olvidaré jamás. Al recordar el día que era he venido expresamente a rezar”, cuenta con cara compungida.

“El recuerdo se va diluyendo”

Sin embargo, en el andén 2, el mismo en el que explotó una de las bombas a las 7.37 horas del 11 de marzo de 2004, este 11-M se vive con normalidad. Estudiantes y trabajadores montan o bajan de los trenes que van llegando a la estación, y como cualquier día laborable a primera hora, el trasiego de gente en Atocha es continúo.

“Como afortunadamente no lo viví en primera persona, con el tiempo, el recuerdo de lo que pasó se va diluyendo, es como si lo fueras olvidando”, asegura Carmen Grandes, una usuaria de un tren que procede de Alcalá de Henares, el mismo origen que uno de los cuatro en los que explotaron las bombas el 11-M.

Pero no es la única que piensa así. Para muchas de las personas que pasan por Atocha, el 11-M es un día como cualquier otro y el paso de los años se nota: “Recuerdas el día que es por los medios de comunicación que son los que se encargan de decirlo. Justamente estaba mirando a ver si había alguna señal de lo que pasó en el andén aquel día, pero ya no hay nada”, reconoce Antonio de Andrés, otro usuario.

Se vive con normalidad salvo por las noticias que oyes hoy

También Nuria Navas, otra viajera, coincide en que “se vive con normalidad salvo por las noticias que oyes hoy”. Para Veder Flores, otra usuaria, “los 11-M se viven con un poco de tensión, aunque cada año que pasa es más tranquilo”.

“Apenas hay referencias de lo que pasó. De hecho, el monumento está cerrado hasta media mañana. Parece que nos queremos olvidar de lo que ocurrió aquel día. Me da pena que sea así”, se queja Concepción Cascajosa, una joven.

“Hay que quedarse con lo positivo: la colaboración de todos”

El 11 de marzo de 2004 Madrid se unió ante la adversidad. Samur, Bomberos y Policía trabajaron mano a mano para ayudar a las víctimas. Diez años después tres miembros de estos cuerpos que estuvieron presentes en los escenarios de los atentados han vuelto a la estación de Atocha. 

Todos prefieren quedarse con lo único positivo que dejó aquel día: la respuesta de los ciudadanos ante la atrocidad y la colaboración de todos los cuerpos de manera conjunta, aunque reconocen que nunca olvidarán los acontecimientos que cambiaron la vida de la ciudad.

“Una piensa que tiene bien escondido en la memoria lo que vivió ese día, pero estos aniversarios te lo remueven todo”, asegura rotunda Isabel Casado, sanitaria del Samur que trabajó en la estación de El Pozo ayudando a las víctimas.

También Antonio Barrero, agente de Policía Municipal que estuvo en la calle Téllez, comparte la misma opinión: “Recuerdo aquel 11 de marzo como si fuera ayer. Las imágenes no se han vuelto difusas, pero aprendes a convivir con ello”.

“Te sigues emocionando al recordarlo. Y aunque han pasado diez años lo vives con serena tristeza porque es una muesca que queda en la memoria y que no se olvida jamás”, concluye Juan Redondo, jefe de bomberos el 11-M.