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Las redes marcan la diferencia en las protestas de Venezuela: internet en vivo, televisión en diferido

  • Se multiplica el uso de Twitter por las dificultades para informarse por TV
  • La polarización de la sociedad se traslada al ciberespacio

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Venezuela convierte las redes sociales en un campo de batalla

Ante las crecientes presiones sobre los medios tradicionales (y conservadores) en Venezuela, las redes sociales se han convertido en el espacio donde los ciudadanos están siguiendo al minuto los acontecimientos del país en medio de una nueva e intensa batalla comunicativa.

Una sociedad dividida (Nicolás Maduro ganó las elecciones con poco más de un 1% de diferencia), una oposición más movilizada, un alto índice de criminalidad, problemas económicos… el escenario es muy complejo.

Y a esto se suman los cambios en el panorama mediático, sobre todo en la televisión, que mayoritariamente ha pasado a ser progubernamental. “La lógica de guerra mediáticaque nació con el golpe de Estado de 2002– ha llevado al gobierno a buscar toda forma de regulación”, explica en su último informe anual Reporteros Sin Fronteras.

Entre esas regulaciones están las emisiones obligatorias en cadena de los mensajes importantes del Gobierno (casi nueve horas la semana pasada) o la ley que prohíbe la difusión de llamamientos a la desobediencia civil y que han esgrimido las autoridades para advertir contra la emisión de algunas manifestaciones de la oposición.

“Ante la magnitud que han adquirido las manifestaciones, las autoridades venezonalas han optado por la censura”, denuncia RSF en un comunicado publicado esta misma semana.

El Gobierno defiende la “responsabilidad social” de los medios y recuerda que el espacio radioeléctrico no es una propiedad privada, pero el periodista y ciberactivista venezolano Luis Carlos Díaz, señala que lo más grave es la “normalización de la censura”

”Al prohibir la cobertura televisiva de protestas, la gente ya no deja que otros lo hagan por ellos” y ha tomado la iniciativa de la difusión en internet, explica Díaz en conversación telefónica con RTVE.es desde su oficina en el Centro Gumilla, una institución jesuita con sede en Caracas.

La red, otro campo de batalla

Es un proceso más artesanal, transparente y con fallos a la vista

Ante el "apagón informativo", como lo denomina la oposición, este nuevo periodismo ciudadano es “un proceso más artesanal, transparente y con fallos a la vista”, señala Díaz.

El oficialismo ha denunciado una “orgía de desinformación” por la multiplicación de noticias falsas sobre represión en las redes sociales, en la mayoría de los casos por parte de usuarios particulares, pero también por parte de algunos medios de comunicación.

Por ejemplo, Luis Carlos Díaz admite que el diario Tal Cual –donde escribe una columna semanal– difundió en Twitter una imagen de una actuación policial 2010 haciéndola pasar como actual. El mensaje fue borrado sin explicaciones, pero “diez fotos falsas no desmienten los hechos de violencia y represión”, añade el experto.

En el otro lado también ha habido malas prácticas. Por ejemplo, la web chavista Aporrea.org informó de que el senador y excandidato republicano a la Casa Blanca John McCain dijo que EE.UU. debía “enviar tropas de inmediato” a Venezuela. Poco después rectificó con una nueva publicación destacada y pidió disculpas.

Guerrilla tecnológica

A todo ello, se suman denuncias cruzadas de “guerrilla tecnológica”. Por una parte, durante unas horas las imágenes que los usuarios publicaban en Twitter no se publicaban, fallo que esta red social dijo que “podría” haber sido causado por el Gobierno. La empresa telefónica pública venezolana CANTV rechazó las acusaciones. Más de una semana después, el servicio de prensa de Twitter ha comentado a RTVE.es que no tiene nada nuevo que decir sobre este caso.

Por otra parte, la agencia mexicana Yo Soy Red analizó los mensajes que convocaban a las marchas y reveló la utilización masiva de cuentas robotizadas (bots) tanto por los seguidores de Maduro como por la oposición, aunque más abundante por esta parte. Luis Carlos Díaz dice no tener conocimiento de este tipo de prácticas.

Laboratorios mediáticos están creando angustia en la población en una operación psicológica de gran escala

Ante estas sospechas, el Gobierno afirma que "poderosos laboratorios mediáticos” están siendo usados por “ejecutores de violencia golpista para crear angustia en la población en una operación psicológica de gran escala”.

La denuncia la hacía a través de su propia cuenta en Twitter la ministra para la Comunicación y la Información, Delcy Rodríguez. Y es que una característica de Venezuela es precisamente que la práctica totalidad de actores políticos del país se comunica en las redes sociales.

Aumento del consumo de datos

Y los mensajes se han multiplicado en los últimos días. "En promedio, tenemos un incremento del 10% de una semana a otra", ha explicado a Efe el vicepresidente de infraestructura tecnológica de Movistar en Venezuela, Juan Comerma. Según la agencia, además de ese uso político, los vecinos de las ciudades también se han volcado en las redes para saber qué calles estaban cerradas o para evitar las aglomeraciones.

Estas prácticas refuerzan a Venezuela como uno de los lugares del mundo donde más se usan las redes sociales, particularmente Twitter. No obstante, a pesar de solo tres países le superan en esta plataforma, tan solo es usada aún por el 14% de la población (como en España), según un informe de la consultora PeerReach.

Esto se debe también a que es uno de los países de la región en los que más se teléfonos inteligentes se han vendido. Por su parte, el Gobierno tiene planes para fomentar servicios no comerciales.

Con todo, los que no encuentran eco en toda esta efervescencia son los mensajes que llaman al diálogo.

Los problemas de los periódicos

En el entorno analógico, la situación de los diarios venezolanos también está en el centro de los debates. La mayoría de los periódicos están teniendo problemas para llegar a los quioscos. Por una parte, están sufriendo un descenso de sus ingresos por la caída de la publicidad debido a los problemas del sector de la distribución y el comercio en general.

Por otro lado, ese mismo desabastecimiento está provocando escasez de papel y algunos medios críticos denuncian que no tienen acceso al mercado oficial de divisas para poder importarlo y en todo caso lo tienen que hacer a un coste mayor por la devaluación de la moneda. Esto ha forzado el cierre de 12 medios y la reducción en un 60% de paginación de los existentes.

Miles de periodistas han salido a la calle en Caracas para protestar por la escasez de papel para imprimir periódicos. Acusan al gobierno de Nicolás Maduro. Dicen que quiere poner coto a los medios discordantes con la opinión oficial.

Con todo, los periódicos siguen informando sin restricciones. “Los medios impresos no tienen las presiones” que sufren las radios y televisiones, explica Luis Carlos Díaz, que trabaja en uno de los más críticos. “Tienen libertad para publicar y de hecho desvelan casos de corrupción… el problema es que estas informaciones no derivan en consecuencias políticas” o judiciales para los implicados, añade.

Su colega Víctor Amaya, coordinador del periódico Últimas Noticias, admite otro fenómeno extendido: la autocensura. Además, lamenta las agresiones por sus compañeros de profesión, de todo tipo de medios, en las protestas.

En este panorama, RSF ha denunciado el “preocupante deterioro de la libertad de información” en Venezuela, que corre el riesgo de hundirse en su clasificación mundial, donde ya ocupa la zona media-baja (116 sobre 180).