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Los misiles S-300, un 'escudo' ruso para proteger a Bachar al Asad

  • Son modernos sistemas de misiles que pretenden evitar una intervención extranjera
  • Para los expertos rusos, Moscú defiende 'intereses nacionales'

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Imágen de archivo de una batería de misiles rusos S-300
Imágen de archivo de una batería de misiles rusos S-300

Siria ya los ha recibido, o eso ha asegurado su presidente, Bachar al Asad, en una entrevista. Se trata de los misiles antiaéreos rusos S-300un potente "escudo antimisiles" que necesita el régimen sirio para hacer frente a la amenaza de Israel. Pero también, un elemento disuasorio que pretende evitar una eventual intervención de fuerzas extranjeras en el país.

"Los S-300 son modernos sistemas de misiles que si son equipados y armados al máximo de su potencial pueden ser una gran amenaza para Israel", asegura Vladislav Shuriguin, analista de la revista "Zavtra" a la agencia Efe.

El experto destaca que "los dirigentes rusos están sometidos a una gran presión, ya que los S-300 preocupan mucho a los israelíes, pero el contrato se llevará a cabo. Asad necesita armamento pesado para proteger tropas e infraestructuras".

En su opinión, el retraso que ha tenido en el suministro ha respondido exclusivamente a cuestiones técnicas,  ya que los sirios debían elegir primero el lugar de emplazamiento de los S-300 e instruir a los militares en su funcionamiento.

Preocupación de Israel

Israel ha advertido que podría tomar medidas preventivas ante la llegada de los S-300, que supondrían “un cambio de juego” en el escenario militar y que podría amenazar su propio espacio aéreo.

Muchos expertos coinciden en que cualquier acción militar para interrumpir la entrega de estos misiles es extremadamente improbable.  Sin embargo, el asesor de Seguridad Nacional, Yaakov Amidror, ha comentado al periódico Haaretz que Israel advierte a los  diplomáticos europeos que podría  "evitar que los misiles S-300 se conviertan en operativos".

La sofisticada batería antimisiles supone un salto cualitativo, pero el coronel israelí Zvika Haimovich, un oficial de la fuerza aérea israelí ha manifestado a Reuters en una entrevista que "a pesar de que podría afectar a nuestras operaciones, somos capaces de superarla".

Pese a que los S-300 podrían ser una ‘línea roja’ para Tel Aviv, Israel podría mantenerse a distancia de bombardearlos, siempre que no esté involucrado en el derribo de aviones en el espacio aéreo israelí, o de que sean transferidas a Hizbulá o Irán.

Una barrera contra una posible intervención

Para el experto militar Pavel Felguengauer, el Kremlin "está intentando con todas sus fuerzas garantizar la perpetuación del régimen de Asad con la inestimable ayuda de Irán y Hizbulá".

"No es un negocio. Los S-300 son una especie de barrera contra una posible intervención de EE.UU. ", señala este experto. Felguengauer destaca que entre los analistas rusos "existe el consenso de que Asad ganará la guerra civil con la ayuda de los rusos e iraníes, de no mediar una intervención occidental como en Libia, y, por el momento, EE.UU. no quiere intervenir", señala.

En la misma línea, Borís Dolgov, arabista e historiador de la Academia de Ciencias de Rusia, considera que Siria es un país muy importante para la diplomacia rusa.

"Moscú defiende exclusivamente sus intereses nacionales, ya que si llegan al poder los islamistas radicales, la seguridad rusa se verá amenazada. Le recuerdo que unos dos mil mercenarios del Cáucaso combaten en el bando de los rebeldes sirios", ha aseverado. Dolgov, que ha visitado el país árabe en varias ocasiones en los últimos años, considera que "es correcto decir que Siria es un aliado del Kremlin" y que si Rusia quiere ser una potencia mundial no puede renunciar a su último aliado en Oriente Medio.

"Primero Milósevic, después Sadam, hace poco Gadafi y ahora Asad. El próximo podría ser el propio "presidente ruso, Vladímir) Putin", ha añadido Felguengauer.

Carrera armamentística

En cuanto a la amenaza de una carrera armamentista por la decisión de la Unión Europea de levantar el embargo al suministro de armas a los rebeldes, Shuriguin cree que ésta "ya ha comenzado".

La Unión Europea levanta con condiciones su embargo de armas a la oposición siria.

"La realidad es que la oposición ha sufrido duros reveses en las últimas semanas. Las ciudades que controla están aisladas y ha cedido muchas posiciones. En Libia ocurrió lo mismo cuando el Ejército de Gadafi prácticamente rodeaba Bengasi", destaca.

Shuriguin advierte que Siria podría desembocar en una nueva Afganistán, donde Occidente decidió armar a los Muyahidín contra el poder respaldado por la Unión Soviética, que se vio enfrascada en los años 80 del siglo pasado en una guerra que aceleró a la postre su desintegración.

"Todos sabemos cómo acabó aquello: la irrupción de Al Qaeda y del islamismo radical, que se ha convertido en un dolor de cabeza para todo el mundo", recalca. Al respecto, Dolgov cree que la decisión no tendrá repercusiones militares, puesto que la oposición siria ya está siendo armada -señala- por EEUU a través de terceros países.

"Es una decisión política que únicamente reforzará el radicalismo en Siria y en todo el mundo árabe. La UE dice que armará sólo a los grupo moderados. Eso no tiene sentido, ya que las armas acabarán en manos de Al Qaeda", advierte.

Los expertos consultados por Efe son pesimistas en relación al éxito de la conferencia internacional propuesta por Rusia y EE.UU. para el inicio de un proceso de paz en Siria. "Por una vez en la vida, los intereses de Rusia y EE.UU. han coincidido. Para Rusia es una iniciativa para ganar tiempo y dar la oportunidad a Asad para que derrote a los rebeldes. Mientras, para Obama es una excusa para no intervenir", comenta Fenguengauer.

Por su parte, Dolgov cree que Occidente no está interesado en un arreglo político en Siria, ya que "su objetivo prioritario es derrocar a Asad, el principal aliado de Irán, y acabar con Hizbulá, el gran enemigo de Israel".