Enlaces accesibilidad

Maduro y Capriles se enzarzan en acusaciones de sabotaje en la recta final de la campaña electoral

  • El Gobierno denuncia un supuesto plan para asesinar a Maduro
  • La oposición advierte que estará "vigilante" a cualquier violación electoral
  • Solo faltan cinco días para las elecciones del 14 de abril en Venezuela

Por
CAMPAÑA ELECTORAL ELECCIONES EN VENEZUELA
El presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro (i), y el candidato de la oposición, Henrique Capriles (d) en diversos actos de campaña

Tras usar herramientas religiosas, insultos y promesas, la última arma electoral en la campaña venezolana entre el presidente encargadoNicolás Maduro, y su opositor Henrique Capriles es la acusación de sabotaje.

A falta de cinco días para la celebración de elecciones en el país bolivariano, el Gobierno asegura estar tras un grupo de mercenarios que quieren desestabilizar al país mientras que la oposición insiste en que el oficialismo viola la ley electoral y advierte que no permitirá alteración de los resultados.

Durante el desenfrenado ritmo de campaña, Capriles ha calificado al Consejo Nacional Electoral (CNE) de “negligente” ante las más de 100 denuncias que su partido ha presentado por abusos del candidato de Gobierno y sus encargados de propaganda.

Capriles ha asegurado que estará vigilante durante el proceso de votación ante cualquier violación o alteración de las elecciones

El líder opositor, de 40 años, ha asegurado que estará "vigilante" para denunciar ante el país y ante la comunidad internacional cualquier violación o alteración durante las elecciones, incluido cualquier "ventajismo” o “actuación impropia" de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en su labor de velar por la seguridad de los centros de votación.

Asimismo, Capriles se ha negado a firmar un pacto propuesto por el oficialismo para reconocer los resultados del próximo domingo y, en su lugar, ha suscrito un texto propio de respeto a "la voluntad soberana" y de vigilancia ante "cualquier violación" a resultados.

Supuesto plan desestabilizador

Desde el Gobierno, las acusaciones han estado centradas en el supuesto plan desestabilizador orquestado "por la derecha de El Salvador" y la oposición venezolana para asesinar a Maduro, perpetrar homicidios "en serie" y sabotear el sistema eléctrico, tal y como anunció el presidente encargado el pasado sábado.

De hecho, el ministro de Interior de Venezuela ha anunciado que se realizarán allanamientos en las próximas horas para buscar a estos mercenarios liderados por un excoronel de la Fuerza Armada de El Salvador, David Kosh Arana,  junto al dirigente del Partido Arena del mismo país, Roberto D'Aubuisson.

No obstante, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, ha respondido que espera recibir los "documentos probatorios" sobre la participación de ese grupo de mercenarios pagados por "la derecha salvadoreña".

El aspirante chavista, de 50 años, continúa recurriendo a sus bazas electorales como losdesignios de Hugo Chávez y sus promesas sociales.

En La Guaira (norte) de Caracas, Maduro no ha dudado en presentarse ante el público con un sombrero de paja coronado por un pájaro, como el que -según dice- se le apareció para bendecirle como presidente del país.

Por otro lado, el candidato oficialista ha prometido que si gana los comicios realizará tres subidas salariales para elevar hasta un 45 % el salario mínimo actual, 2.047 bolívares (unos 324 dólares).

Críticas al cierre de la frontera

Por otra parte, el Gobierno dispuso el cierre de las fronteras terrestres con Brasil, Colombia y Guyana a partir de este miércoles. Si bien la medida es habitual antes de cada elección en el país, en esta oportunidad se tomó con mayor antelación que en ocasiones anteriores.

El exgobernador del estado fronterizo de Táchira y dirigente opositor César Pérez Vivas ha denunciado que esto causa un grave perjuicio a los miles de venezolanos que diariamente transitan por la zona.