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Los malienses eligen entre la guerra o el hambre

  • Más de medio millón de malienses han abandonado sus hogares por la guerra
  • Algunos también han huido de la proclamación de un estado islámico en el norte
  • ACNUR alerta: las ONG no pueden cubrir las necesidades básicas

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Unas 150.000 personas han huido de la guerra en Mali y se han refugiado en países vecinos. Campo de Mbere. Mauritania. Fotografía de archivo del 3 de mayo de 2012.
Unas 150.000 personas han huido de la guerra en Mali y se han refugiado en países vecinos. Campo de Mbere. Mauritania. Fotografía de archivo del 3 de mayo de 2012.

El Sahel es una región inhóspita al sur del Sáhara donde solo llueve una vez al año. El cóctel de sequía, hambruna, terrorismo y contrabando es letal en esa franja de tierra semidesértica que abarca desde Senegal hasta Eritrea, pasando por Mali, donde la población se debate ahora entre la guerra o el hambre.

Más de medio millón de malienses han abandonado sus hogares huyendo del  conflicto entre los grupos salafistas vinculados a Al Qaeda y tuaregs que ocupan el norte del país, y el Gobierno de Bamako que, apoyado por tropas francesas, trata de frenar la ofensiva islamista.

Según los datos de la Organización Internacional de las Migraciones, unos 200.000 desplazados internos vagan por el país sin  saber a dónde ir.  La mayoría proceden del norte, de la vasta región que los tuaregs han bautizado como Azawad y donde los islamistas proclamaron la creación de un estado islámico en abril de 2012. En estos nueve meses la degradación de la situación sanitaria, de refugio, saneamiento, y seguridad alimentaria no ha hecho sino empeorar.

"Hay mucho temor a la aplicación de la 'sharía', la ley islámica, que ya rige en muchas provincias del norte. Ya hemos conocido informes de personas ejecutadas y otras a las que se le han amputado sus miembros. Sobre todo preocupan las condiciones de vida de las mujeres", alerta María Jesús Vega, portavoz de ACNUR-España.

Lo que les espera en los países a donde huyen no es mucho mejor que lo que tienen

La mayoría de los desplazados se han asentado en las regiones de Bamako,  Segou, Kayes, Koulikoro, Sikasso y Mopti, un enclave estratégico que separa el norte del sur.

"Muchos se quedan con la comunidad local, con gente a veces desconocida, que les acoge en sus casas. También en centros colectivos. Todos se encuentran en condiciones muy complicadas porque no tienen formar de sobrevivir, de sustento. En una habitación pueden vivir 14 personas", explica a RTVE.es  la portavoz de ACNUR-España.

Sequía endémica y problemas de alimentación

Otros optan por abandonar el país. ACNUR (el Alto  Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados),  tiene contabilizados 144.500 refugiados en países limítrofes, pero advierte de que esta cifra corresponde solo a los que tiene registrados. Su huida del conflicto armado les lleva a países asolados  por la sequía y las hambrunas. Tienen que elegir entre la guerra o compartir la miseria de sus vecinos.

"Huyen hacia países afectados por una sequía endémica y con graves problemas de alimentación. Lo que les espera en los países colindantes tampoco es mucho mejor que lo que tienen, pero confían en que la presencia de ONG internacionales en la zona alivie su situación aunque sea un poco", señala a RTVE.es María Jesús Vega.

Unos 54.100 malienses se han ido a Mauritania, un país seriamente afectado por la sequía y que sufre una gran inseguridad alimentaria. Otros 50.000 se han marchado a Níger, el lugar más pobre del mundo. 38.000 más a Burkina  Faso, 1.500 a Argelia, y pequeños grupos se encuentran en Guinea y Togo.

No todo el mundo tiene un trozo de plástico bajo el que guarecerse con su familia

"Están llegando a campos de refugiados que tienen una mínima infraestructura, pero no todo el mundo tiene un trozo de plástico bajo el que guarecerse con su familia. En algunos sitios ni siquiera podemos llevar la cantidad necesaria de agua potable para la población, unos 20 litros por persona y día", lamenta la portavoz de ACNUR. Por debajo de ese nivel, el riesgo contagio de cólera y otras muchas enfermedades se multiplica.

"Son países muy pobres  y con escasos recursos donde a veces ni siquiera   hay infraestructuras de carreteras. Esto hace difícil que ni siquiera   las organizaciones humanitarias podamos llegar para ofrecer un poco de   ayuda. Pedimos que esos países de acogida sigan permitiendo la llegada   de refugiados y que ofrezcan más ayuda en cuestiones básicas como el   agua", señala María Jesús Vega.

Desde el recrudecimiento de los combates este fin de semana, se ha incrementado el número de personas que ha abandonado sus hogares y se espera que siga aumentando en los próximos días.  

"El recuento es muy difícil a causa de la inseguridad. Y la situación es muy fluida.  Hemos contabilizado movimientos de "centenares" de personas, pero dada la situación, creemos que esas cifras se incrementarán en los próximos días", ha alertado Adrian Edwards, portavoz del ACNUR, según recoge la agencia Efe.

Ayuda humanitaria urgente

Este recuento incluye a desplazados y refugiados de lo que se denomina la "primera ola" de abril de 2012, tras el golpe de Estado militar que derrocó al presidente Amadou Toumani Touré, más el acumulado hasta ahora.

Desde Unicef, una de las preocupaciones sobre las que llaman la atención es el "alto riesgo" de que, en la huida, menores de  edad sean separados de sus padres y sean eventualmente reclutados por las milicias armadas o sufran abuso sexual.

La inseguridad impide trabajar a las organizaciones de ayuda humanitaria. El personal del Programa Mundial de Alimentos que trabaja en Mopti se ha tenido que desplazar a Segou y en las próximas horas estos mismos empleados serán de nuevo trasladados a Bamako, "aunque es una medida temporal", según la portavoz Elisabeth Byrs.

El PAM, que trabaja sobre el terreno con nueve ONG locales para lograr distribuir su asistencia alimentaria, ha podido ayudar a 270.000 personas en el norte del país, una cifra que pretende ampliar a 400.000 durante 2013. En total, en 2012, el PAM logró repartir comida a 1,2 millones de malienses.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), al menos 4,2 millones de malienses necesitarán ayuda humanitaria en 2013; de ellos, 2 millones necesitan asistencia alimentaria urgente, lo que incluye "cientos de miles de niños malnutridos".