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La troika autoriza la entrega a Portugal del sexto tramo del rescate, de 2.500 millones de euros

  • La UE y el FMI creen que las reformas van por el "buen camino"
  • El Gobierno luso: el objetivo de déficit debe ser alcanzado sin nuevas medidas
  • El país ha recibido más de tres cuartas partes del préstamo de 78.000 millones

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El ministro de Finanzas de Portugal anuncia la concesión del sexto tramo del rescate
El ministro de finanzas de Portugal, Vitor Gaspar, a la izquierda, acompañado por el primer ministro secretario de Estado, Carlos Moedas, este lunes.

La troika, integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha concedido a Portugal un nuevo tramo del rescate de 2.500 millones de euros. En un comunicado, con ocasión de la sexta evaluación realizada al país sobre la aplicación de los ajustes exigidos como condición del préstamo de 78.000 millones de euros prevén además que el PIB luso crecerá en 2014 un 0,8%, inferior al 1,2% barajado en recientes estimaciones.

Los tres organismos pronostican también que la economía lusa caerá en 2013 un 1%, menos de lo esperado en las últimas previsiones del Banco de Portugal (-1,6%). Las metas de déficit se mantienen y la 'troika' indica que el Gobierno luso sigue comprometido a alcanzar el objetivo del 5% a finales de este año y del 4,5% el próximo curso, ambas metas revisadas al alza el pasado septiembre.

Portugal, que cerrará 2012 con una caída del PIB del 3%, continúa con su programa de ajustes por "el buen camino" de forma general, señala, lo que ha permitido autorizar un nuevo tramo de ayuda al país de 2.500 millones de euros, según ha avanzado el Gobierno luso.

Aumento del paro y necesidad del crédito

Los tres organismos internacionales afirman que "el ajuste externo y presupuestario continúa progresando, los riesgos para la estabilidad financiera se redujeron gracias a amortiguadores de capital y liquidez adecuados y las reformas estructurales prosiguen a buen ritmo".

No obstante, la troika ha alertado de que el aumento del desempleo (cercano al 16%), la reducción de los rendimientos y el sentimiento de inseguridad "están afectando desfavorablemente a la confianza", al tiempo que la recesión en la zona euro comienza a reflejarse en la dinámica de las exportaciones.

La UE y el FMI han destacado también la necesidad de proporcionar crédito a "condiciones razonables" a algunos sectores económicos, especialmente las pequeñas y medianas empresas exportadoras, y han pedido la profundización de medidas que fomenten la competitividad de la economía lusa.

Recomiendan además ahondar en el proceso de privatizaciones, en la renegociación de los contratos con empresas privadas que dan servicio público para bajar los costes y en la reducción de los costes portuarios, con el objetivo de promover las exportaciones.

El esperado regreso de Portugal a finales de 2013 a los mercados internacionales de largo plazo sigue encima de la mesa, señalan la UE y el FMI, que recuerdan además que los miembros de la zona euro ya han declarado que están preparados para apoyar al país hasta que sea posible el acceso íntegro al mercado. Por último, la troika ha insistido en que "un amplio consenso político y social continúa siendo un importante activo para el éxito del programa".

El objetivo de déficit, sin nuevas medidas

El ministro luso de Finanzas, Vítor Gaspar, ha anunciado el visto bueno dado por la 'troika' y ha asegurado que el programa del país cumplió con los objetivos de consolidación fiscal, estabilización del sistema financiero y de transformación estructural.

Gaspar ha explicado que la 'troika' reconoce que Portugal "continúa progresando", a pesar del empeoramiento de las perspectivas económicas a nivel europeo y mundial. El titular de Finanzas luso señala que esta sexta evaluación fue la más rápida -apenas duró una semana, cuando normalmente se prolonga durante cerca de quince días- y recordó que el país ya ha recibido más de tres cuartas partes de los 78.000 millones de euros concedidos en calidad de préstamo en mayo de 2011.

Gaspar advirtió de los desafíos estructurales que afronta Portugal, entre ellos el del mercado de trabajo y el debate sobre las funciones del Estado, y subrayó que serán necesarios "espíritu de sacrificio y disciplina" para superar la séptima evaluación, prevista para febrero próximo.

No obstante, aseguró que el límite de déficit público exigido por la troika para 2012 (5% del PIB) debe ser alcanzado sin más medidas adicionales.

"Modelo de Estado" acorde con el nivel de impuestos

El ministro de Finanzas luso considera urgente la necesidad de aplicar leyes que combatan la burocracia y promocionen las exportaciones para poder combatir el alto desempleo del país, actualmente cercano al 16%, del que el 39% es juvenil y el 55% de larga duración (superior a dos años). Gaspar ha reclamado rapidez también para que las empresas públicas se reestructuren y alcancen "un equilibrio operacional".

Anunció que el Estado luso renegociará sus contratos con empresas privadas que dan servicio público para bajar los costes. En el fondo de la cuestión se encuentra la reforma del Estado que quiere acometer el actual Gobierno luso, de signo conservador, y que pretende revisar sus funciones para lograr un ahorro cercano a los 4.000 millones de euros.

El ministro de Finanzas insistió en que Portugal debe "decidir qué modelo de Estado quiere y puede financiar de forma sostenible", acorde con el nivel de impuestos que los ciudadanos están dispuestos a pagar.

Gaspar recordó que esta es la tercera vez en 35 años que Portugal padece una crisis de financiación externa -sin acceso a los mercados internacionales de deuda- y subrayó que este tipo de situaciones tienen costes "financieros", pero sobre todo "sociales".