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El desacuerdo entre Pakistán y EE.UU. sobre las rutas de suministro enturbia la cumbre de la OTAN

  • Pakistán exige más dinero por dejar pasar los convoyes hacia Afganistán
  • Las rutas quedaron suspendidas tras un ataque por error de EE.UU.

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La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, da la mano al presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, antes de la cumbre de la OTAN en Chicago
La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, da la mano al presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, antes de la cumbre de la OTAN en Chicago

El presidente de EE.UU., Barack Obama, intenta convencer a sus socios de la OTAN para permanecer en Afganistán durante 2013 y preparar la retirada, pero el problema principal para esta estrategia está en la retaguardia.

Pakistán, incómodo aliado de Washington, cuyos servicios secretos apoyaron a los talibanes para llegar al poder, se resiste a reabrir las líneas de abastecimiento vitales para el contingente internacional de 130.000 soldados destacados en el país vecino.

Según el New York TimesObama se ha negado incluso a encontrarse con el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, que llegó a Chicago el sábado  y sí se ha reunido con Hillary Clinton, hasta que este contencioso no esté solucionado.No obstante, según ha informado la Casa Blanca finalmente sí se ha producido un acercamiento entre los dos presidentes que mantuvieron dos encuentros “breves”.

El primer encuentro fue una conversación cuando iban camino de una reunión internacional sobre la misión de la OTAN en Afganistán y el segundo tuvo lugar antes de participar en la foto de familia de la cumbre, dónde ambos líderes "subrayaron su compromiso con un proceso de reconciliación liderado por los afganos", que consideraron una manera responsable de concluir la guerra.

Zardari fue invitado a última hora a participar en la cumbre en un gesto que fue visto como un posible acercamiento de las partes sobre la reapertura de las rutas para el aprovisionamiento de las fuerzas de la OTAN en Afganistán.

Represalia por un incidente de fuego amigo

Pakistán suspendió hace seis meses el paso de los convoyes como represalia por la muerte de 25 soldados en un error de la aviación estadounidense el pasado noviembre. El gobierno estadounidense envió sus condolencias a las familias de las víctimas, pero no pidió perdón, lo que indignó a las autoridades de Islamabad.

A finales de la semana pasada, parecía que era posible un acuerdo para restablecer los derechos de paso. Islamabad autorizó el viernes el paso de un primer convoy destinado a la embajada de EE.UU. en Kabul.

No obstante, puede que no se llegue a ningún arreglo durante la cumbre  según un alto responsable estadounidense, citado por France Presse, a  causa de los desencuentros por la tasa de derecho de paso.

Más dinero por el derecho de paso

Junto con la petición de una disculpa por el ataque y la revisión de la política de bombardeos con aviones no tripulados (que han provocado decenas de víctimas civiles), Pakistán exige aumentar el precio por atravesar su territorio.

Antes de la suspensión del paso, el precio era de 250 dólares por contenedor, mientras que ahora exige 5.000 dólares (casi 4.000 euros), según medios estadounidenses. Una tasa que las autoridades de EE.UU. consideran excesiva si tenemos en cuenta que solo en 2011, el país norteamericano envió 35.000 de estos contenedores.

Los Estados Unidos donan cada año más de 2.000 millones de dólares de ayuda militar a Pakistán, de los que 300 millones se destinan a financiar la movilización de 100.000 soldados a lo largo de la frontera afgana.Y aunque la OTAN dispone igualmente de otra ruta logística a través de Rusia y los países de Asia Central, su precio es 2,5 veces superior al de la ruta paquistaní.

“Progreso diligente”

Por su parte, Barack Obama ha asegurado que su Gobierno no esperaba cerrar un acuerdo para la reapertura de las rutas en esta cumbre, sino poder seguir negociando al respecto. El presidente de Estados Unidos ha abogado por trabajar para resolver "algunas de las tensiones que, inevitablemente, han surgido después de diez años de presencia militar en la región" a pesar de tener  un "enemigo común", los extremistas.

En este sentido ha explicado  que EE.UU. está haciendo "un progreso diligente" para conseguir que Pakistán reabra las rutas de suministro a las tropas aliadas (ISAF) en Afganistán, cerradas desde el pasado noviembre. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, que también ha hablado en privado con Zardari, asegura haber visto "señales positivas" y se ha mostrado optimista de que se logre en "un futuro muy cercano".

"Hasta ahora, el cierre no ha tenido mayor impacto en nuestras operaciones en Afganistán, pero sería un reto logístico al reducir el número de tropas en los próximos meses y años", ha agregado, según la agencia Efe.

La cuestión de las rutas también ha sido tratada en la reunión entre el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, y sus homólogos de cinco países de Asia Central como parte de los preparativos de la OTAN para la retirada de Afganistán para finales de 2014.