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Irán eleva la tensión con Occidente al enriquecer uranio al 20% en un búnker subterráneo

  • La Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) lo ha confirmado
  • Las instalaciones están en un refugio a prueba de ataques enemigos
  • Esta decisión eleva la disputa nuclear entre Teherán y los países occidentales

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El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, durante una visita a la planta nuclear de Natanz.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, durante una visita a la planta nuclear de Natanz.

La tensión entre Irán y las potencias occidentales ha escalado un paso más tras confirmar la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que el país de los ayatolás ha comenzado a enriquecer uranio al 20% en el búnker subterráneo de Fordo, cerca de la ciudad sagrada chí de Qom.

"El OIEA puede confirmar que Irán ha comenzado la producción de uranio enriquecido hasta un 20% en la planta de enriquecimiento de combustible (nuclear) de Fordo", según ha informado el OIEA en un comunicado.

La agencia nuclear de la ONU asegura en un escueto comunicado de dos frases que "todo el material nuclear" en esa instalación está bajo su vigilancia.

La planta de enriquecimiento de Fordo se encuentra en las montañas de la provincia iraní de Qom y su estructura de tipo búnker protege a sus instalaciones de un posible ataque aéreo.

El enriquecimiento es la parte más polémica del programa nuclear de  Irán. Teherán dice que tiene la intención de refinar uranio al 20 % de  pureza para su uso en un reactor de investigación médica pacífica, y que  se ha ocultado nada de la OIEA.

"Todas las actividades nucleares, incluido el enriquecimiento en  Natanz y Fordow, están bajo continua vigilancia y control y las  garantías de la AIEA", dijo el enviado de Irán ante el OIEA, Ali Asghar  Soltanieh a Reuters en Viena.

Occidente dice que el uranio de  pureza del 20% no es necesario que las plantas de energía y  sería un gran paso hacia la mayor pureza necesaria para una bomba  nuclear. 

Funcionarios occidentales dicen que Irán carece de la  tecnología para procesar uranio enriquecido en una forma adecuada a la  ejecución de un reactor de investigación médica.

A prueba de bombas

La decisión del Gobierno iraní de realizar actividades atómicas en un búnker -lo que ofrecería una mejor protección contra ataques enemigos- puede entorpecer los esfuerzos por resolver pacíficamente la prolongada disputa nuclear el mismo día en el que Teherán ha condenado a muerte a un estadounidense por espionaje, empeorando aún más las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Mantenida durante un tiempo en secreto, esta instalación salió a la luz pública en septiembre de 2009 a través de la denuncia que hizo el presidente estadounidense, Barack Obama.

Irán aseguró entonces que no había cometido ilegalidad alguna ya que informó al OIEA cuatro días antes de la acusación del mandatario estadounidense, pese a que había iniciado su construcción muchos meses antes.

La comunidad internacional teme que bajo el paraguas de un programa nuclear civil Teherán ambicione desarrollar un arsenal atómico, mientras que Irán niega las acusaciones y defiende que sus aspiraciones sólo tienen fines energéticos y médicos. 

La medida se produce en un momento en el que las nuevas sanciones de EE.UU. impuestas a Irán por su programa nuclear están causando problemas económicos reales. 

Teherán ha respondido con amenazas al transporte internacional que han asustado a los mercados del petróleo. Y las elecciones parlamentarias que se celebrarán en dos meses están avivando las divisiones políticas internas de Irán.

Irán había comunicado hacía meses que se estaba preparando para trasladar sus actividades de refinación de alto nivel desde su principal planta de enriquecimiento en Natanz hacia Fordo, y aumentar así drásticamente su capacidad. El uranio enriquecido puede tener tanto fines civiles como militares.