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Rajoy se compromete a recortar el déficit en 16.500 millones en 2012 pero subirá las pensiones

  • El futuro presidente asegura que cumplirá el déficit en el discurso de investidura
  • Los presupuestos se prorrogarán y habrá nuevas cuentas antes del 31 de marzo
  • Salvo las pensiones, "todas las demás partidas pueden ser revisadas"
  • La reducción del déficit propuesta es más rápida que en el resto de Europa

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Mariano Rajoy da a conocer sus medidas para crear empleo, reducir el déficit y mejorar la competitividad

El candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha comprometido en su discurso de investidura a recortar el déficit público en 16.500 millones de euros para garantizar que se reduzca al 4,4% en 2012, tal como se ha acordado con la Unión Europea. Por ello, ha recalcado que "todas las partidas podrán ser revisadas" en los próximos presupuestos generales, salvo las pensiones, que volverán a subir tras haber sido congeladas este año.

Este ajuste es algo mayor del que tuvo que acometer este año el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo paquete de recortes más amplio, anunciado en mayo de 2010, redujo los gastos en 10.000 millones de euros en 2011, a los que se sumaron otros 5.000 millones de un segundo paquete de medidas.

La promesa de austeridad ha sobrevolado toda la intervención de Rajoy, de unos 80 minutos y centrada, como era previsible, en la economía, que ha ocupado casi una hora de un discurso que ha pronunciado con gesto serio, interrumpido en unas pocas ocasiones por los aplausos de la bancada popular, pero marcado por la prudencia y por las apelaciones a la fortaleza del país para superar la crisis.

Al margen de la economía, el próximo presidente ha ofrecido diálogo a todos los grupos parlamentarios, ha avanzado que habrá un Ministerio de Agricultura en su Gobierno, sin ofrecer más detalles sobre su composición, y ha anunciado una supresión de los puentes dentro de la reforma laboral que ya negocian patronal y sindicatos.

No habrá más puentes como el que tuvimos este mes de diciembre: casi todas las fiestas pasarán al lunes más cercano. Así lo ha anunciado en su discurso de investidura Mariano Rajoy, que ha señalado la medida como una de las soluciones para "fomentar la eficiencia del mercado de trabajo". "Entre otras medidas, racionalizaremos el calendario laboral para hacer compatibles los derechos de los trabajadores con la competitividad de las empresas. En concreto, abordaremos los costes que para nuestra economía suponen los puentes, de manera que se trasladaran las fiestas al lunes más cercano, con la excepción de aquellas fechas de mayor arraigo social", ha afirmado Rajoy entre los aplausos de la bancada 'popular', pero sin especificar cuáles son esas fechas que no se cambiarían.

Controlar el gasto

Sin embargo, el control del déficit ha sido el principal asunto de su discurso, en el que Rajoy ha repetido en varias ocasiones que España cumplirá con sus compromisos de reducción del gasto, un mensaje destinado a Europa y a los inversores internacionales. Con todo, ha aplazado los detalles sobre los recortes que habrá que asumir hasta la elaboración de los próximos presupuestos del Estado, que se ha comprometido a presentar antes del 31 de marzo. Mientras tanto, se prorrogarán los presupuestos de 2011, incluyendo un acuerdo de no disponibilidad de determinadas partidas.

Rajoy ha advertido, además, de que la cifra de recortes "puede verse superada", ya que primero debe cumplirse el objetivo de déficit de este año, marcado en el 6% del PIB. Además, no ha descartado posteriores recortes para asegurar que se cumple el objetivo de déficit: "No podemos descartar tampoco la necesidad de adoptar, en el futuro, nuevas medidas en el ámbito presupuestario", ha dicho.

Las pensiones serán el único compromiso de aumento del gasto que me oirán hoy

Del mismo modo, tras anunciar que las pensiones  contributivas, congeladas en 2011, serán actualizadas para "recuperar el  poder adquisitivo", ha recalcado que se trata del "único compromiso de aumento de gasto que me van a escuchar en  el día de hoy". La primera medida, en cualquier caso, será desarrollar la última reforma constitucional con la aprobación de una ley de estabilidad presupuestaria que marcará el límite hasta el que podrán gastar las administraciones públicas.

Además, Rajoy ha avanzado una regorganización del sector público y una reducción inmediata de los costes de la Administración, que se concretará, en primer lugar, en que no habrá reposición de funcionarios, a excepción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios públicos básicos.

Apoyo fiscal a autónomos y pymes

Del lado de los ingresos, Rajoy ha parecido descartar subidas de impuestos: "El mayor esfuerzo no puede recaer en los ciudadanos, sino que tiene que provenir de las Administraciones Públicas", ha dicho. Después, en la réplica al portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha explicitado que no subirá el IVA.

Al contrario, varias de las medidas económicas anunciadas, algunas ya recogidas en el programa electoral del Partido Popular, consisten en bonificaciones y medidas de "apoyo a los emprendedores, pymes y autónomos".

Entre esas medidas, se modificará el IVA para que autónomos y pymes no tengan que pagarlo hasta que hayan cobrado la factura correspondiente, se bonificará con 3.000 euros que contraten a un primer trabajador y se ampliará hasta 12 millones de euros la cifra de negocio que permite acogerse al régimen especial previsto para las empresas de reducida dimensión.

Además, Rajoy ha prometido recuperar la deducción por inversión en vivienda habitual en el IRPF y, en el marco de un plan de empleo juvenil, se bonificará con el 100% a las cotizaciones de la Seguridad Social durante el primer año la contratación de menores de 30 años que accedan a su primer empleo.

Nuevas fusiones de bancos y reformas estructurales

Otro capítulo importante ha sido la reestructuración del sistema financiero, que Rajoy ha calificado de "imprescindible" para que vuelva a fluir el crédito. Así, ha anunciado un saneamiento de los balances de los bancos, mediante la venta de inmuebles terminados que mantienen en cartera y una valoración "muy prudente" de los activos menos líquidos, como solares.

Es inevitable una segunda ola de reestructuraciones bancarias

"Estas medidas supondrán la asunción de pérdidas latentes u ocultas en los balances", ha admitido el líder popular, "por lo que es inevitable una segunda ola de reestructuraciones" bancarias, además de una nueva recapitalización de entidades. En la réplica a Cayo Lara, además, ha descartado la creación de un banco malo que absorba los activos tóxicos de las entidades financieras.

El resto de su discurso se ha centrado en medidas estructurales y de competitividad, como una reforma de la ley de subvenciones, un nuevo modelo de gestión de las teelvsiones públicas, un plan integral de turismo o un sistema de reconocimiento mutuo de autorizaciones y licencias que elimine obstáculos a la libre circulación de bienes y servicios, una llamada a la unidad de mercado que ha molestado especialmente a los nacionalistas.

También ha prometido suprimir las prejubilaciones, "salvo circunstancias muy excepcionales", y poner freno "a la práctica abusiva que supone hacer de la prestación por desempleo en los últimos años de la vida laboral". En respuesta a Rubalcaba, además, ha señalado que no modificará la edad de jubilación, que en enero se elevó hasta los 67 años.

El esfuerzo no será inútil. Levantaremos la cabeza

Para cerrar su discurso, Rajoy ha vuelto a apelar a la unidad y a la colaboración de todos los ciudadanos para superar la crisis. "Nos enfrentamos a una tarea ingrata, como la que atraviesan esos padres que se las ingenian para dar de comer a cuatro con el dinero de dos", ha comentado, pera después asegurar que el esfuerzo "no será inútil. Desaparecerán los nubarrones, levantaremos la cabeza, y llegará de nuevo el día en que se hable de España y se hable para bien". Con esa promesa, Rajoy ha solicitado la confianza de la Cámara Baja para convertirse en el sexto presidente del Gobierno en la democracia.