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El órgano de arbitraje laboral de Australia ordena que Qantas vuelva a volar

  • También ordena que los sindicatos acaben con sus huelgas
  • La decisión concede 21 días a todas las partes para llegar a un acuerdo
  • Los sindicatos protestaban contra el plan para despedir a 1.000 trabajadores

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Pasajeros de Qantas en Los Angeles (EE.UU.) hacen cola ante el mostrador de la compañía
Pasajeros de Qantas en Los Angeles (EE.UU.) hacen cola ante el mostrador de la compañía.

Los aviones de la aerolínea australiana Qantas volverán a volar y los sindicatos de pilotos, mecánicos y personal de tierra cesarán en sus huelgas, según ha fallado el órgano de arbitraje laboral de Australia. Se espera que la flota de aviones de la aerolínea del canguro vuelva a despegar mañana, a partir del mediodía.

La decisión concede 21 días a todas las partes implicadas para que alcancen un acuerdo y se produce al día siguiente de que Qantas anunciase que dejaba en tierra de manera indefinida sus flota, lo que ha afectado a unos 80.000 pasajeros en el mundo. En el caso de que concluya el plazo sin acuerdo, intervendrá de nuevo Fair Work Australia, el órgano de arbitraje.

Pérdidas para la industria turística

"Teníamos que hacer todo lo posible por evitar el mayor daño posible a la industria del turismo", ha manifestado el juez Geoffrey Guidice, del citado comité. El sector del turismo ha calculado que las pérdidas por el parón del fin de semana ascienden a 85,7 millones de dólares, y que si la crisis continuaba llegarían a los 161 millones de dólares.

El fallo es el que esperaba Qantas, una de las compañía aéreas más importantes del mundo, y el Gobierno australiano, mientras que los sindicatos aspiraban a una orden de suspensión,que hubiera concedido un plazo de 90 días para negociar.

El asistente del Tesorero Federal de Australia, Bill Shorten, ha declarado que el Gobierno está "satisfecho" con la decisión y por la restauración "del sentido común tras 24 horas de caos". Shorten cree que "Qantas y los sindicatos trabajarán para volver a volar tan pronto les sea posible".

El secretario del Consejo Australiano de Sindicatos, Jeff Lawrence, ha conminado al Gobierno a garantizar que Qantas cumplía con sus responsabilidades derivadas del fallo. "Vamos a vigilar que esos aviones vuelven a volar lo antes posible y que Qantas continúa siendo una aerolínea buena y viable que ofrece buenos trabajos a los trabajadores australianos", ha dicho Lawrence.

"Fair Work Australia ha reconocido que han sido las acciones de Qantas las que han causado un daño potencial a la economía australiana", ha añadido el sindicalista.

80.000 afectados en todo el mundo

La decisión de Qantas "ha afectado a más de 68.000 pasajeros" y "ha motivado la cancelación de 447 vuelos" nacionales e internacionales, según datos de la aerolínea, aunque otras fuentes elevan la cifra de damnificados a 80.000 personas.

El director delegado de Qantas, Alan Joyce, justificó el sábado su drástica decisión como la única forma que habían encontrado para acabar con las "demandas imposibles" de los sindicatos y la sangría que suponían para la empresa, después de más de nueve meses de huelgas y 200 negociaciones improductivas.

La situación de conflicto laboral ha costado a la empresa 74,9 millones de dólares, sin contar las pérdidas de este fin de semana.

Joyce, que reemplazó a Geoff Dixon hace tres años en el cargo, cuenta con el respaldo del presidente de Qantas, Leigh Clifford, quien se forjó la reputación de duro en sus enfrentamientos con los sindicatos cuanto trabajaba para Rio Tinto.

El diálogo entre empresa y sindicatos se resintió en agosto con el anuncio empresarial de un plan de reestructuración de su unidad internacional que contempla el despido de mil trabajadores. La competencia de precios en el sector ha convertido la unidad internacional de Qantas en un negocio deficitario.