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Zapatero: "España es partidaria de que la acción militar en Libia pase a manos de la OTAN"

  • El Congreso ratifica la intervención en Libia por abrumadora mayoría
  • Gritos de 'No a la guerra' en la tribuna de invitados del hemiciclo
  • El Ejecutivo considera que la misión se ajusta a la legalidad internacional

"España asume su responsabilidad", asegura el presidente del Gobierno

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El Congeso aprueba de forma casi unánime la participación de España en la intervención en Libia

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado el Congreso de los Diputados que "España es partidaria de que la acción militar en Libia pase a manos de la OTAN". Sin embargo, el jefe del Ejecutivo también ha asegurado que nuestro país se siente "cómodo" con el liderazgo actual de Estados Unidos.

Así lo ha asegurado el presidente del Gobierno durante el pleno del Congreso que ha ratificado la intervención de España en Libia entre gritos de "No a la guerra".

En la Cámara Baja, Zapatero ha defendido esa intervención "para defender a los ciudadanos de los ataques de su propio Gobierno, del coronel Gadafi, que está masacrando a su pueblo".

Además, el presidente ha recordado que, "mientras que exista el riesgo de que el Gobierno de Libia ataque a su pueblo, la comunidad internacional podrá intervenir por la fuerza", y ha subrayado en numerosas ocasiones que "el objetivo de la misión no es expulsar a Gadafi" y que la Operación Odisea del Amanecer "se ajusta a la legalidad internacional vigente".

En la tribuna de oradores, Zapatero también anunciaba que "es más que probable que de la operación de embargo se haga cargo la OTAN de manera inminente". Minutos después lo ratificaba la organización militar.

Críticas de IU y BNG

El Gobierno ha contado con el apoyo de todos los grupos, incluido el PP, salvo el de IU y BNG, que han criticado duramente la iniciativa del Gobierno. Gaspar Llamazares, diputado de IU, que ha intervenido con la pegatina del "No a la guerra" que aglutinó hace ocho años la oposición frente a la Guerra de Irak, ha comparado la operación en Libia con la de Irak.

"Quién le ha visto y quién le ve", ha reprochado Llamazares a Rodríguez Zapatero, porque "ni los derechos humanos ni la democracia se imponen en una guerra".

Zapatero ha negado que él haya cambiado de opinión en ocho años. El jefe del Ejecutivo, que ha llevado por escrito todos los debates sobre la Guerra de Irak en el Congreso de los Diputados, ha dicho que él y su partido siempre han defendido "la paz y la seguridad en el mundo, la Carta de Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".

"Los estados deben hacer efectivas las resoluciones", ha recordado el presidente. "Respeto que a Izquierda Unida no le valga el uso de la fuerza ni siquiera con una resolución de Naciones Unidas en la que se habla crímenes de lesa humanidad y que ha sido apoyada por la Liga Árabe, pero diga que nosotros hemos cambiado", ha respondido.

El presidente del Gobierno ha defendido por muchas razones la intervención en Libia. Una de ellas es el mensaje que se darían a otros países. "Si la comunidad internacional no frena a Gadafi, que está masacrando a su pueblo, estaríamos mandado una señal negativa al resto de los ciudadanos de países en los que se está pidiendo la democracia", ha afirmado.

"Si la comunidad internacional no frena a Gadafi, que está masacrando a su pueblo, estaríamos mandado una señal negativa al resto de los ciudadanos de países árabes en los que se está pidiendo la democracia", ha afirmado también el jefe del Ejecutivo.

"No se pretende expulsar a Gadafi"

"La resolución no pretende la expulsión de Gadafi del Gobierno", ha subrayado Zapatero, quien sí ha admitido que "lo ideal sería la transición a la democracia como en Túnez o Egipto".

En este sentido ha instado a esperar "cuáles van a ser los efectos de las acciones militares y económicas de la comunidad internacional sobre el régimen libio y hasta dónde tiene este capacidad de resistir" para ver cuál será el futuro de Libia.

Mientras exista el riesgo de que Gadafi vuelva a atacar a su pueblo, aplicaremos la fuerza

"Hasta ahora esta misión ha surtido efecto, al menos parcialmente. Parece que se han detenido los ataques indiscriminados y, eventualmente, se ha producido algún repliegue. Pero el mensaje sigue siendo el mismo: mientras exista el riesgo de que Gadafi vuelva a atacar a su pueblo aplicaremos la fuerza necesaria para impedirlo", ha reiterado.

"El objetivo de la resolución de la ONU" ha explicado en varias ocasiones el presidente del Gobierno, es "no permitir que el coronel Gadafi masacre a su pueblo (...) y llega un mes después de los primeros ataques de este tipo. Si lo comparamos con otras circunstancias y países, digamos que es un tiempo razonable y proporcionado si, además, tenemos en cuenta que hubo una primera resolución en la que se exigía el cese de la represión", ha respondido a preguntas de Mariano Rajoy (PP) y Josu Erkoreka (PNV).

Sin víctimas civiles

Zapatero, además, ha recordado que "los miembros de la coalición están limitando el uso de la fuerza para que no haya víctimas civiles, tal y como ha ocurrido en estos tres días".

"A mi juicio la comunidad internacional ha abierto el cauce para poner fin a los hechos que están ocurriendo en Libia", ha afirmado.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo ha expresado que "la comunidad internacional sale reforzada porque se ha apoyado en las resoluciones del Consejo de Seguridad y con el respaldo expreso de la Liga Árabe", entre otras.

"España asumirá su responsabilidad como miembro activo de una comunidad de derecho que ha dado un paso histórico, la tarea de proteger a un pueblo de la amenaza que son sus gobernantes", ha subrayado Zapatero, algo que ha calificado el presidente de "principio humanitario".

Participación española

"El Gobierno ha tomado determinadas medidas urgentes para determinar la contribución española", ha reiterado el presidente del Gobierno, que no ha ocultado que es "un importante despliegue de medios por las capacidades y por los efectivos movilizados".

Para las operaciones de la zona de exclusión aérea en Libia, Zapatero ha solicitado el permiso para desplegar un máximo de 500 efectivos, incluidos los representantes españoles en cuarteles generales, por un período de un mes, prorrogable en función de la situación.

Por ese mismo plazo, y para la misma misión, ha pedido autorización para el envío de cuatro aviones caza F-18M y para el avión de reabastecimiento en vuelo B-707.

Asimismo, Zapatero ha requerido el apoyo de las fuerzas parlamentarias para usar la fragata Méndez Núñez (que ya ha zarpado), el submarino Tramontana (que aún no lo ha hecho) y un avión de vigilancia marítima en las operaciones de embargo marítimo a Libia, por un período inicial de tres meses, también prorrogables en función de la evolución de los acontecimientos.

De hecho, el presidente del Gobierno ha señalado que "si las necesidades de la operación internacional lo exigiesen, el Gobierno acudirá de nuevo a solicitar la autorización de la Cámara".