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Zapatero acepta la petición de Merkel de alinear salarios y productividad

  • Lo afirma en una carta enviada al presidente permanente del Consejo Europeo
  • Los sindicatos advierten que esos indicadores están ligados desde hace años
  • Temen que se les obligue a renegociar el acuerdo firmado en febrero

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha  escrito una carta al presidente permanente del Consejo Europeo,  Herman Van Rompuy, en la que respalda la propuesta de ajustar los salarios a la  productividad, una de las medidas solicitada por Alemania e incluida en el "Pacto por el Euro"  que deberían aprobar en la cumbre extraordinaria de los líderes de la Eurozona.

El objetivo de los 17 jefes de Estado y de Gobierno de la Zona euro es consensuar este viernes un pacto de competitividad que permita salvar las reticencias de Alemania para flexibilizar el fondo de rescate destinado a los países con problemas financieros.

"Debemos centrarnos principalmente en eliminar las rigideces de  las economías domésticas. Esto implica prestar  atención al mercado laboral, alineando salarios y productividad, e  incrementando la empleabilidad y la formación de nuestra fuerza  laboral", afirma Zapatero en su misiva, donde reitera su respaldo  a este pacto.

El presidente del Gobierno señala además que "la apertura de los  sectores protegidos es de vital importancia" y aboga por una "mayor  liberalización de sectores muy vinculados al conjunto de la economía,  como los servicios profesionales, el de energía o el de la economía  digital".

En la carta, Zapatero reclama dar mayor papel a la Comisión Europea a  la hora de evaluar las reformas que cada país elija aplicar del pacto, así  como la participación de los agentes sociales.

Fuentes de Moncloa han insistido en que el ajuste de los salarios  es responsabilidad de la negociación bilateral entre patronal y  sindicatos, que tienen de plazo hasta el 19 de marzo para alcanzar un  acuerdo. Si los interlocutores sociales pactan reforzar la  negociación colectiva a nivel de empresa, se podrá cumplir el  objetivo de mejorar la relación entre salarios y competitividad,  según esas fuentes.

CC.OO. y UGT temen que se intente renegociar el Acuerdo para el Empleo

Las reacciones de los sindicatos no se han hecho esperar. El  secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, ha asegurado que  sospecha  que Zapatero quiere  instar a los agentes sociales -inmersos  ahora en las negociaciones para  reformar la negociación colectiva- a  renegociar el Acuerdo para el  Empleo y la Negociación Colectiva, que  contempla subidas salariales  de entre el 1% y el 2% en 2011.

"No sé si el Gobierno pretende llevar a una ley la fijación de los   salarios, o si nos recomienda que  renegociemos el acuerdo salarial  establecido", ha explicado Toxo en  declaraciones a RNE. "Si es lo que  está  haciendo, que lo haga directamente", ha apuntado el líder sindical  en  alusión a la carta enviada por Zapatero a Herman Van Rompuy.

Toxo aseguró además que le "extraña" que el presidente pretenda   fijar en una carta oficial una relación que ya existe en España desde  hace nueve años: "La negociación colectiva, desde hace ya nueve años,   ya relaciona inflación prevista y productividad, una fórmula que  hemos  perfeccionado en los últimos años", ha apuntado.

Sin embargo, el líder de CC.OO. ha descartado "seguir perfeccionando"  esta relación para  fijar los sueldos y ha defendido el acuerdo  salarial  vigente, que permanecerá también el próximo año. "Ahora no   corresponde", ha zanjado.

Por su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer,  ha replicado  al presidente del Gobierno que ajustar  los salarios a la  productividad sería una "profunda equivocación" y  le ha advertido de  que, en todo caso, se trata de una materia que  debe regularse en el  ámbito bilateral de patronal y  sindicatos.

Ferrer ha recordado que hay un acuerdo vigente hasta 2012, firmado  por  empresarios y sindicatos el pasado 2 de febrero, que ya establece   unas pautas de moderación salarial y en el que ya se tiene en cuenta  la  productividad.

"Nosotros no nos dedicamos a improvisar", ha señalado Ferrer, quien  ha añadido que el Gobierno no puede "interferir" en estos asuntos, a  menos  que apruebe una ley que "intervenga" la negociación colectiva. En   este sentido, no ha dudado en calificar el apoyo de Zapatero a las  tesis  de Van Rompuy de "ingerencia en la autonomía de los agentes   sociales".

Ferrer ha insistido en que el modelo de formación de  salarios en  España "no es inflacionista" y ha advertido de que la  productividad es  procíclica, es decir, que aumenta en las  épocas de crisis por el  incremento de los despidos.

La posición de Zapatero ante la cumbre de la Eurozona

Cuando se apruebe, el "Pacto por el Euro" obligará a los líderes de la Zona euro a anunciar nuevas medidas para mejorar la competitividad en  la cumbre europea de los próximos 24 y 25 de marzo.

Las fuentes españolas consultadas han explicado que Zapatero podría comprometerse a llevar a cabo algunas  de las reformas previstas en ese pacto, que ya se han anunciado pero que  todavía no se han concluido, como la propia reforma de la negociación  colectiva y de las políticas activas de empleo o la ley de servicios  profesionales.

Durante la cumbre extraordinaria de la Eurozona que se celebra este viernes,  Zapatero va a defender que se facilite la flexibilización del fondo de rescate  para los países más frágiles y se refuerce su capacidad financiera, así como  que se reduzcan los tipos de interés impuestos a Grecia e Irlanda en sus respectivos planes de rescate. Esta demanda  choca con la resistencia de Alemania y otros países, como Austria o  Países Bajos.

Además, el presidente del Gobierno reclamará que los nuevos test de  estrés que se realicen este año a los bancos sean más rigurosos que la anterior, y presentará a  sus homólogos el decreto para reforzar el capital de las  instituciones financieras que esta jueves convalidó el Congreso.

Asimismo, les informará de que, según las estimaciones del Banco de  España, las entidades españolas necesitan para reforzarse alrededor de 15.000  millones de euros, y no los 40.000 millones que calcula la agencia  Moody's, que este jueves utilizó ese argumento para justificar una rebaja de la nota de la deuda española.