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La UE calcula que llegarán a sus fronteras entre 500.000 y 1,5 millones de inmigrantes árabes

  • 5.700 personas han abandonado Libia
  • Las opciones más viables para escapar son Túnez, Egipto y el norte de África

Ver también: Especial  Revueltas en el mundo árabe

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Preocupación internacional por la situación en Libia

La agencia de fronteras exteriores de la Unión Europea (Frontex) cree que pueden llegar a los países de la UE entre 500.000 personas y 1,5 millones a causa de las revueltas en Libia y el norte de África, según han informado fuentes europeas.

"Se trata de personas de origen subsahariano que trabajan en Libia y el norte de África" y que "se dirigirían principalmente a Italia, Malta y Grecia".

Los ministros de Interior de la UE se reunirán este jueves en Bruselas para debatir por primera vez las consecuencias en la inmigración de las revueltas del norte de África.

Riesgo internacional

Asimismo, la Comisión Europea, Frontex y el gobierno italiano informarán al resto de los Estados miembros sobre la operación Hermes en Lampedusa. 

Más de 5.700 tunecinos que viven en Libia y los propios libios han huido del país por la frontera de as Jedir el pasado lunes generando lo que la Cruz Roja ha calificado de "riesgo catastrófico" de éxodo masivo.

"5.700 tunecinos y libios que han salido de Libia y han cruzado la frontera entre los dos países entre el lunes y el martes.Y no parece que vayan a parar", ha declarado Hadi Nadri a la agencia AFP, un trabajador de la Cruz Roja en la región de Ben Guerdane, primera ciudad de Túnez, en la frontera con Libia.

Alerta constante

La ola de llegadas ha aumentado este miércoles ya que a los trabajadores se han sumado familias compeletas y hasta los ricos, que no han dudado en comenzar a cruzar la frontera.

"Después de lo que Gaddafi dijo, hay un riesgo catastrófico de éxodo masivo", ha asegurado Nadri. "Esperamos que miles de refugiados de Libia entrarán en Túnez. Esperamos lo peor."

Por otro lado, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ya había revelado que se está preparando ante un eventual "éxodo significativo" de la población libia,  en el marco de la represión de las revueltas populares contra el régimen del mandatario Muamar Gadafi.

"Hasta el momento no hemos visto un éxodo enorme, pero estamos muy preocupados por los informes que estamos recibiendo sobre la violencia generalizada y la persecución a personas específicas, lo que podría provocar un éxodo significativo", ha afirmado la portavoz de esta oficina, Sybella Wilkes, en una entrevista a Reuters.

En este contexto, la funcionaria ha indicado que ACNUR está elaborando planes de contingencia de cara a una posible emergencia humanitaria, aunque con un margen de maniobra muy reducido debido al bloqueo informativo impuesto por las autoridades libias. No obstante, ha señalado que la ubicación geográfica del país permite adelantar cuáles serán los movimientos de sus ciudadanos para abandonarlo.

"Podemos anticipar que una alta proporción huirá intentando salvar sus vidas, escapando de una persecución directa. Es posible que la gente esté tomando botes para intentar llegar a Europa. Entonces las opciones más viables son Túnez, Egipto y el norte de África,  a través del mar", considera Wilkes.

Huida a Túnez

Si bien, la portavoz ha reiterado el llamamiento hecho horas antes por la alta comisionada de esta agencia, Melissa Fleming, a los países africanos y europeos para que sean "flexibles" y acojan a los emigrantes libios en un "gesto humanitario",  ya que la organización ha recibido "informes alarmantes" sobre gobiernos que están rechazando a otros refugiados al creer que son mercenarios de Gadafi.

"Refugiados africanos de Somalia, Etiopía y Eritrea nos han dicho que en estos momentos la situación es muy peligrosa para quienes tienen el rostro negro porque son confundidos con mercenarios procedentes de Libia", ha relatado la mujer.

Según cifras de la agencia internacional, antes de que estallaran las protestas había más de 8.000 refugiados y 3.000 demandantes de asilo en Libia, procedentes de países como Chad, Eritrea, Irak, Somalia, Sudán y los territorios palestinos. Ahora unas 4.500 personas -en su mayoría tunecinos, argelinos y libios- han abandonado el país rumbo a Túnez.