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Lograr una cura para el alzhéimer costará "décadas", según los investigadores

  • El mayor problema, que no se sabe el origen de la enfermedad de Alzheimer
  • Los científicos subrayan que de un descubrimiento a un fármaco pasan 20 años
  • La investigación pasa ahora por analizar la acumulación de proteínas
  • Las células madre que tenemos en el cerebro, una de las vías a investigar

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Cecilio Álamo (i), catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá de Henares, y José Antonio López Guerrero, director de Cultura Científica CBMSO de la Universidad Autónoma de Madrid, durante el encuentro organizado por la Fundación Alzheime
Cecilio Álamo (i), catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá de Henares, y José Antonio López Guerrero, director de Cultura Científica CBMSO de la Universidad Autónoma de Madrid, durante el encuentro organizado por la Fundación Alzheimer España.

¿Qué son los medicamentos sintomáticos?

Como su nombre indica, son los que tratan los síntomas de una enfermedad, pero no curan.

En el caso del alzhéimer, se pueden englobar en dos grandes grupos: los que tratan los problemas cognitivos (de memoria) y los que tratan la alteración de conducta del inviduo.

Trastornos cognitivos

Estos medicamentos se encargan casi fundamentalmente de aumentar la tasa en el sistema nervioso de una sustancia que es deficitaria en estos pacientes: la acetilcolina (el primer neurotransmisor en ser descubierto).

Hay otro grupo, más pequeño, que lo que hace es disminuir los niveles de un aminoácido excitatorio que es lesivo para el sistema nervioso central: el glutamato.

Estos fármacos pueden mejorar o retrasar el deterioro cognitivo que se produce en los pacientes.

Trastornos psicoconductuales

Se usan para evitar que un paciente se ponga agresivo o que, por ejemplo, deambule por la casa o la calle.

Los fármacos más conocidos son los antipsicóticos.

"No se puede trasladar a la ciudadanía la sensación de que el alzhéimer es una enfermedad que se va a curar en un plazo razonable: pasarán décadas hasta que esto ocurra", asegura a RTVE.es José Antonio López Guerrero, director de Cultura Científica Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de la Universidad Autónoma de Madrid.

El problema fundamental es que no se conoce la causa última de la enfermedad de Alzheimer.  "Y mientras no se conozca molecularmente ese origen último, va a ser complicado lograr terapias preventivas eficaces", ha señalado este lunes López Guerrero en el encuentro celebrado por la Fundación Alzheimer España en el que se ha analizado hacia dónde se va la investigación de esta enfermedad.

Los enfermos de alzhéimer se quejan de que, desde la aparición de los medicamentos sintomáticos, no ha habido avances significativos,  algo en lo que no están totalmente de acuerdo los investigadores, que señalan los grandes pasos que se han dado en los laboratorios. Pero reconocen que, para que la investigación llegue a un fármaco, pueden pasar 20 años.

Bloqueo de proteínas

Sin duda, el mayor problema es que no se sabe el origen de la enfermedad.  "Hasta ahora sabíamos lo que pasaba al final. Ahora empezamos a comprender lo que pasa en el medio. Pero no sabemos lo que inicia el proceso",  apunta a RTVE.es Jorge Matías Guiu, jefe del servicio de Neurología del Hospital Universitario San Carlos de Madrid.

Por eso la investigación va hacia el control de los mecanismos.  "Ahora empezamos a comprender,  sobre todo gracias a los estudios genéticos, qué ocurre, qué proteínas son las que se acumulan y generan esta potente lesión neuronal",  señala Matías Guiu, quien también afirma que se buscan medicamentos terapéuticos que bloqueen "esa acumulación de dos tipos de proteínas: la vitaminoide y la tau".

Pero las investigaciones con estas proteínas se están topando con problemas. "De la proteína vitaminoide había algunos estudios clínicos muy avanzados que han fracasado por efectos adversos o por falta de eficacia", asevera Cecilio Álamo, catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá de Henares.

Álamo también asegura a RTVE.es que los estudios sobre la proteína tau han dado resultados experimentales en animales, pero que "desarrollar un fármaco de este tipo requiere en clínica de otros cinco años más por lo menos".

Las células madre, una brisa fresca

"Las células madre son una gran expectativa", cuenta el catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares.

"Pero más que coger células madre y colocarlas en diferentes zonas del cerebro, quizás tiene mejores expectativas estimular células madre que todos tenemos escondidas en diferentes partes de nuestro cerebro y que sean ellas las que vayan ocupando las zonas que se van alterando", afirma Cecilio Álamo a RTVE.es.

"En patologías como la depresión se está logrando una reforestación neuronal de la zona que está devastada", asevera.

Sin embargo, Matías Guiu señala que estas células madre endógenas que se pueden reactivar "no sabemos por qué en enfermedades neurodegenerativas no son capaces de recuperar".

Otras vías: el herpes

Nuevas evidencias científicas relacionan el virus del herpes simple con la enfermedad de Alzheimer. Es una de las causas externas que podría provocar la enfermedad y es algo que estudia el equipo científico del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de la Universidad Autónoma de Madrid.

Pero José Antonio López Guerrero asevera que "una cosa son los avances y los descubrimientos en laboratorios que se publican en revistas, y que hay que darles difusión, y otra cosa es intentar directamente trasladar a terapias a poco plazo".

"Un avance sustancial y significativo que salga hoy de un laboratorio tiene un recorrido legal y científico fácil de una década", advierte.