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Una cadena de parados marcha hasta Moncloa para reivindicar medidas inmediatas contra el paro

  • Convocados por la Asociación Nacional de Desempleados
  • Reivindican una renta básica incondicional y suprimir los desahucios a parados

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La cadena humana de parados llega a la Gran Vía madrileña.
La cadena humana de parados llega a la Gran Vía madrileña.

Cerca de doscientas personas, entre desempleados y personas solidarias, han acudido a la cadena humana convocada por la Asociación Nacional de Desempleados, ADESORG, para reivindicar a los políticos medidas inmediatas sobre "el drama que están viviendo" los más de cuatro millones de desempleados.

Así lo ha señalado el presidente de esta asociación, Luis Fernández, quien ha hecho entrega en el Palacio de la Moncloa, del manifiesto que recoge sus reivindicaciones.

Estas demandas se concretan fundamentalmente en dos: una renta básica incondicional y personal a los parados que no reciben ninguna prestación, para poder sobrevivir, y la supresión de los embargos desahucios a los parados y que no les corten la luz, el agua ni el gas, al no poderlo pagar.

Hacer visibles a los parados

La cadena humana ha iniciado su recorrido al mediodía, algo más tarde de lo previsto, de la Plaza de Neptuno de Madrid. El objetivo era llegar hasta la Moncloa y sumar en su recorrido a las personas que estarían esperando en las estaciones de metro.

Sin embargo, debido al escaso poder de convocatoria de la iniciativa, que se había anunciado a través de internet y de algunos medios de comunicación, no había logrado reunir a más personas en las estaciones de metro. A pesar de todo, finalmente, se ha logrado, según ha señalado el presidente de ADESORG, "hacer visibles a los parados" cuya situacíón ha dejado de ser un drama personal para alcanzar una "repercursión social".

La cadena ha recorrido el Paseo de Recoletos, la calle Alcalá, la Gran Vía, la Plaza de España, la calle Princesa y la Ciudad Universitaria, hasta llegar a la Moncloa.

Parobook

Alcanzado el objetivo de llegar a La Moncloa, algunos de los  participantes en la cadena humana hablaban de falta de organización y  necesidad de impulsar la utilización de las redes sociales.

Parobook, es el nombre que han adoptado los desempleados para hacerse visibles a través de la red social de Facebook. Algunos de ellos han llevado a la cadena humana el cartel de esta "red", que ya contaría con 4,5 millones de personas inscritas.

En su camino hasta la Moncloa, los manifestantes han mostrado su indignación, pidiendo que el Gobierno dé explicaciones sobre los fondos inyectados a los bancos, cuando éstos niegan ahora la concesión de créditos y bloquean así la creación de más puestos de trabajo.

Rosi es miembro de ADESORG y lleva tres años en el paro. Trabajaba en el sector de la seguridad privada. Para ella, lo más importante de esta iniciativa, es conseguir "que nos escuchen los políticos", que tengan en cuenta la situación en que se encuentran los desempleados y "se inicie un diálogo" para poner freno a esta situación.

Más movilizaciones

A pesar de no haber conseguido, en un primer intento, enlazar a más de cuatro mil parados en una cadena humana desde el Congreso de los Diputados hasta la Moncloa, la Asociación Nacional de Desempleados avanza que van a continuar las movilizaciones.

Anuncian que desde ahora van a organizar sus convocatorias a través de internet, para que tengan más capacidad de llamamiento.

La idea es conseguir movilizar a más personas, aunque como asegura Alexia, también miembro de esta asociación, lo importante ahora es "hacer visibles a los parados", aunque todavía sean pocas las personas han acudido al llamamiento.

Ramiro Pinto, miembro de la Asociación para la Renta Básica Ciudadana, se ha trasladado desde León para participar en esta cadena humana. Él considera que este es "el primer paso" para conseguir que "un problema personal" que se vive de forma dramática en los hogares, tenga el alcance de un "problema social".

Desde la asociación, han reclamado la solidaridad de otros colectivos de la sociedad, como jubilados, funcionarios y estudiantes, porque, según señalan, el problema del paro afecta, no sólo a los desempleados, sino también a sus familias.