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El Polisario eleva a once sus muertos en el desalojo y Marruecos solo reconoce uno

  • Las autoridades saharauis denuncian que hay 723 heridos y 159 desaparecidos
  • Marruecos se justifica alegando que intervino para salvar a la población

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El Aaiún está bajo el control de las fuerzas de seguridad marroquíes

El Frente Polisario ha elevado este martes a once los muertos saharauis tras la entrada por la fuerza de unidades marroquíes el lunes en el campamento de protesta de Gdeim Izik y ha cifrado en 723 los heridos y en 159 las personas desaparecidas.

Así lo ha determinado a través de un comunicado en el que también denuncia que los agentes marroquíes utilizaron fuego real contra "más de 26.000 personas indefensas en su mayoría mujeres, niños y ancianos" tanto durante la acción marroquí contra el campamento como en las protestas posteriores en la ciudad de El Aaiún.

Cruce de acusaciones

"Las fuerzas de agresión marroquíes utilizaron balas reales, bombas lacrimógenas, porras, piedras y cañones de agua contra una población pacífica sin defensa, compuesta por más de 26.000 personas en su mayoría mujeres, niños y ancianos", precisa el texto en el que también se determina que en la operación participaron diversos cuerpos del Ejército marroquí, entre ellos decenas de unidades militares desplazadas desde el muro de separación, además fuerzas de la Gendarmería y de la Policía.

Es más, denuncia que las fuerzas marroquíes "saquearon centenares de casas y tiendas y destruyeron varios vehículos propiedad de saharauis".

"Todo ello fue minuciosamente preparado por el Estado Mayor del Ejército ocupante en coordinación con especialistas de los servicios de información que dominan perfectamente el arte de la tortura, las liquidaciones físicas y la desaparición", asevera el texto.

Frente a estos datos y cifras,  Marruecos  sólo ha confirmado una baja saharahui, la primera civil que reconoce, y asegura que cinco agentes marroquíes han muerto en los enfrentamientos. Además, justifica sus actuaciones a través de unas imágenes que ha difundido y con las que pretende demostrar que su actuación perseguía acabar con el secuestro al que había sido sometida la población saharaui por parte de unos "delincuentes comunes".

Desde Rabat, la enviada especial a la zona de TVE, Yolanda Álvarez, confirma este nuevo balance de fallecidos y asegura que se ha abierto una guerra de cifras y de descripción sobre cómo se generaron los enfrentamientos. A esto hay que añadirle que es muy difícil determinar cuál de los dos bandos se aproxima más a lo que está ocurriendo de verdad ya que las autoridades no permiten la entrada a la prensa.

Esto se debe, según el Ministerio de Información saharaui, a que la expulsión de la zona de periodistas extranjeros, eurodiputados, diputados nacionales de países europeos y representantes de la sociedad civil "era una necesidad imperiosa para el asesino, que no puede aceptar la presencia de testigos".

Día de duelo

Por otro lado, ante la elevada cifra de los desaparecidos también puede suponer que se eleve la de los muertos: "Desconocemos si entre los desaparecidos puede haber también muertos y heridos", ha indicado el ministro del interior saharaui Mohamed Uld Salek.

Desde que en la mañana del lunes los agentes marroquíes entraron por la fuerza en el campamento de protesta, la dirección del Polisario ha sido muy cauta a la hora de establecer el balance de víctimas saharauis en Gdeim Izik y en los altercados posteriores hasta no disponer de plena confirmación.

Mientras siguen las investigaciones, el Gobierno saharaui ha declarado este martes día de duelo nacional "por los mártires del cobarde ataque perpetrado por el Ejército marroquí".

El duelo se cumplirá en los campamentos de refugiados, en el territorio bajo su control del Sahara Occidental y en las representaciones y embajadas de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en el exterior, donde ondea la bandera saharaui a media asta.

Asimismo, el Consejo de Ministros ha convocado al pueblo saharaui a guardar este martes un minuto de silencio en memoria de las víctimas y en solidaridad con sus familias.

Por otro lado, el Ejecutivo mantiene su petición a la ONU: "asumir sus responsabilidades en la protección de los civiles sin defensa en los territorios ocupados del Sahara Occidental" y ha demandado a la organización internacional que envie una comisión de investigación a la zona para "arrojar luz sobre este horrible crimen cometido por el Gobierno marroquí".

Además, ha pedido a "todos los países del mundo" que ejerzan "todas las presiones necesarias" sobre el Gobierno marroquí para que "ponga fin inmediatamente a los ataques contra los ciudadanos indefensos".

El Gobierno de la RASD ha pedido a "todos los saharauis, allí donde se encuentren, a permanecer unidos, vigilantes y preparados para cualquier eventualidad".