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La muerte de un palestino a manos de un israelí provoca una batalla campal en Jerusalén Este

  • El fallecido fue tiroteado por un policía israelí
  • Los palestinos lanzaron piedras contra el Muro de las Lamentaciones

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Palestinos queman neumáticos y tiran piedras a la Policía israelí.
Palestinos queman neumáticos y tiran piedras a la Policía israelí.

La muerte de un palestino a manos de un policía israelí ha desencadenado una batalla campal en Jerusalén Este, donde cientos de palestinos han protestado por el asesinato y han comenzado a lanzar piedras contra la policía que se había desplegado en la zona.

Desde primeras horas de esta mañana los enfrentamientos han sido son constantes, aunque la situación empeoraba tras el funeral del fallecido. Ante esta situación, la policía ha permanecido varias horas en la Explanada de las Mezquitas, de donde, según informa el diario israelí Haaretz, ya ha comenzado a retirarse.

El fallecido es Samer Sarhan, de 32 años, que murió a causa de un disparo en el tiroteo que se ha generado en el barrio de Siluán. En él, además, otros dos palestinos han resultado heridos de gravedad. Fue entonces cuando comenzaron los disturbios con las fuerzas del orden, quienes han disparado balas de goma y gases lacrimógenos.

El vigilante asegura que disparó después de que su coche fuera apedreado por varios menores. 

Cuatro jóvenes integraban el grupo tiroteado

Sin embargo, el activista Jawad Halawani, vecino del barrio, ha asegurado que la calle por la que circulaba el agente de seguridad israelí suele estar bloqueada al tráfico y que no hubo ningún tipo de provocación por parte de los palestinos.

Vecinos del barrio han señalado que al menos cuatro jóvenes integraban el grupo tiroteado y que otro resultó gravemente herido a causa de los disparos.

La radio pública israelí ha informado de que un agente de la Policía israelí sufrió heridas de carácter leve en los choques que sucedieron al incidente armado a lo largo de la mañana, y que se ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido.

Los agentes del orden han empleado granadas de estruendo y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud de palestinos que salió a las calles de Siluán para protestar por el suceso.

Disturbios frecuentes en Siluán

En los últimos años numerosos colonos judíos han adquirido propiedades en esta parte de la ciudad, donde los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro estado.

Al menos 88 casas palestinas, en las que viven unas 1.000 personas, han recibido órdenes de demolición por parte de las autoridades israelíes bajo el argumento de que fueron levantadas de forma ilegal.

Casi medio millón de judíos viven en más de 100 asentamientos construidos desde la ocupación en 1967 de Cisjordania y Jerusalén Oriental. Se los considera ilegales de acuerdo al derecho internacional, algo que Israel niega.

La congelación de los asentamientos es el principal escollo en el recién iniciado proceso de paz entre israelíes y palestinos. La moratoria que impide su edificación expira el próximo 26 de septiembre y si el gobierno israelí no la amplia -algo que no tiene previsto-, los palestinos han amenzado con levantarse de la mesa de negociaciones.

Los disturbios entre policias y jóvenes palestinos son frecuentes en el barrio árabe de Siluán donde está prevista la construcción de un controvertido parque de arqueología bíblica. El alcalde dio en junio el visto bueno al proyecto cuya gestión ha sido confiada a una organización ultranacionalista que alienta la colonización judía de Jerusalén Este.