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Una década sin limpiar la sangre de los diamantes de Sierra Leona

  • Hace 10 años la ONU pidió la creación de un tribunal para juzgar los crímenes
  • El proceso ha recuperado su importancia por Charles Taylor
  • La guerra civil dejó más de 120.000 muertos
  • El país aún no ha logrado salir adelante

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Niños de Sierra Leona
Niños de Sierra Leona

Diamantes a cambio de armas, explotación sexual e infantil, aliados para subvencionar una guerra civil... y, como último capítulo, una modelo que ha recibido unas "pequeñas y sucias piedras". Parece una película de cine policiaco, de hecho la trama ya ha sido trasladada al cine, pero en realidad, son las líneas generales de un conflicto iniciado en 1991, la guerra civil de Sierra Leona, y que aún hoy sigue teniendo sus consecuencias.

Este sábado se cumplen diez años de la creación de la ONU del Tribunal Especial para Sierra Leona, establecido para juzgar a todos aquellos que colaboraron a fomentar el que ha sido uno de los capítulos más sangrientos de la historia africana, cobrándose la vida de más de 120.000 personas y dejando una población con más de 30.000 mutilados e inmersa en la explotación de sus habitantes.

Los "señores de la guerra"

Ahora, el juicio y la guerra en sí,  han vuelto a la actualidad informativa de la mano de Naomi Campbell. Su testimonio es relevante ya que puede demostrar lo que es un secreto a voces: que Charles Taylor, ex presidente de Liberia y uno de los partícipices del conflicto en Sierra Leona, se enriqueció a base de diamentes obtenidos a cambio de armas y dinero con los que subvencionó la guerra en el país vecino.

Taylor es uno de los puntos clave de la historia. Su figura es importante ya que fue uno de los implicados en el origen del conflicto. Su país, Liberia, estaba al borde una guerra civil y en Sierra Leona, las fuerzas internacionales, la ECOMOG, habían establecido su base para evitar el ascenso de Taylor al poder ya que ya había demostrado no tener escrúpulos a la hora de alcanzar su objetivo: la riqueza y el poder.

Mientras, en Sierra Leona, la situación no era alentadora. A pesar de la gran riqueza que tenía gracias a los diamantes, su mala gestión terminó por convertir el país en uno de los más pobres de África y sumiéndolo en el tráfico de drogas y armas. Esta inestabilidad llevó a su por aquel entonces presidente, Josep Mohom, a intervenir en la guerra liberiana y apoyar a la ECOMOG.

Si hay diamantes, hay armas

Toda esta situación generó dos consecuencias. Por un lado, la creación en Sierra Leona del Frente Revolucionario Unido, el FRU, con Foday Sankoh a la cabeza y que se oponía al gobierno interino. Por otro lado, la total participación de Taylor en el conflicto, quien se apoderaba de los diamantes de Sierra Leona para pagar con ellos a otros países como Burkina Faso y así lograr más apoyos.

El FRU pronto logró atemorizar a la población. Capturaba a sus miembros, principalmente niños, a los que usaba para conseguir las piedras preciosas, para perpretar matanzas y mutilaciones y para actividades de explotación sexual.

El resultado fue una guerra que dejó más de 120.000 muertos y que finalizó en 2002 gracias a la intervención internacional y varias condiciones.

El protagonismo de los diamantes

Por un lado, en el año 2000 la ONU estableció que quedaba prohibido "la importación directa o indirecta de diamantes de Sierra Leona" ya que el comercio de las áreas ocupadas por las fuerzas rebeldes, era la fuente principal del financiamiento de la guerra civil.

Y por dicha financiación ilegal, serían juzgados los llamados "señores de la guerra" de Sierra Leona, entre ellos Charles Taylor. Nacía así el Tribunal Especial para Sierra Leona que en el año 2009 fallaba su primer veredicto: tres jefes militares acusados de crímenes de guerra, eran declarados culpables. Los tres pertenecían al FRU.

Taylor fue acusado, formalmente, de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en 2003. Estaba exiliado en Nigeria como parte de los acuerdos firmados en el final de la guerra pero, tras conocer que las autoridades nigerianas habían accedido a su extraditación, desapareció en 2006. Finalmente, fue capturado cuando intentaba escapar a Camerún y, en 2008, comenzó su juicio en el Tribunal de La Haya.

Testigos e implicados en la trama

A pesar de que el juicio empezó hace dos años, ha recuperado su importancia debido a la testificación de Naomi Campbell. En enero de 2009  los fiscales denunciaron que, durante una visita a Sudáfrica en 1997, Taylor le dio a Campbell un gran diamante en bruto tras una cena ofrecida por Nelson Mandela.

El desencadenante de este dato fueron los testimonios de la agente de modelos Carole White,  que escuchó decir a Taylor que le iba a dar algunos diamantes a Campbell y que estuvo allí cuando la supermodelo los recibió y de la actriz estadounidense Mia Farrow, que estuvo en la recepción cuando Campbell conoció a Taylor y que aseguró que Campbell le dijo al día siguiente que el líder africano le había dado el diamante.

Ahora, los testimonios de las tres protagonistas se contradicen y siguen sin esclarecer el proceso. De momento, Taylor mantiene su negación de las acusaciones y la situación en Sierra Leona no es mejor que hace unos años.

El FRU sigue cometiendo sus crímenes y, a pesar de que los que son los verdaderos protagonistas de este conflicto, los diamantes, pertenecen a Sierra Leona, su riqueza no beneficia al país. "Si hay diamante, hay armas y si no conseguimos que la riqueza de los diamantes repercuta en Sierra Leona, no hay alternativa", denuncia el responsable de la Alianza de los Diamantes para la Paz, Fah Tames Tongo.

Por todo ello, y a falta de que los culpables sean juzgados y  condenados, a Sierra Leona sólo le queda seguir intentando tomar las  riendas de su riqueza y limpiar su "diamantes de sangre".