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Israel crea la comisión interna sobre el ataque a la flotilla con el apoyo de EE.UU. y el rechazo turco

  • Habrá dos observadores internacionales sin derecho a voto
  • La dirige un jurista conservador y su mandato será limitado

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El Gobierno de Israel ha aprobado en una reunión extraordinaria por unanimidad la constitución de "una comisión pública independiente" para investigar el ataque hace dos semanas de comandos israelíes a la Flotilla de la Libertad, en la que habrña dos observadores extranjeros que no tendrán derecho a voto.

Al pedir su apoyo, el jefe del Gobierno, Benjamín Netanyahu, ha explicado que "dos principios" guían la creación de la comisión: "salvaguardar la libertad de acción del Ejército y la investigación militar" y el "dar una respuesta creíble y convincente a los países moderados de la comunidad internacional".

"Estoy convencido de que la comisión desvelará los hechos que probarán que las acciones de Israel y las del ejército fueron actos apropiados de defensa de acuerdo a los más áltos estándares internacionales", ha declarado el primer ministro israelí al comienzo del Consejo de Ministros.

Rechazo turco; aprobado de EE.UU.

La iniciativa ya ha sido rechazada por Turquía, el principal país afectado por los hechos, ya que ocho de los nueve fallecidos en el ataque israelí fueron ciudadanos de esta nacionalidad.

"La investigación parcial de Israel no tiene valor para nosotros. Queremos una comisión que esté bajo el control directo de Naciones Unidas", ha declarado el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, que ha subrayado que si Israel no satisface las peticiones turcas, su país "tiene el derecho de revisar las relaciones bilaterales y tomar medidas".

La Casa Blanca, que quiere suaviizar las relaciones entre Israel y Turquía, los dos importantes aliados suyos, ha dado la bienvenida a la propuesta israelí y ha asegurado que Israel es capaz de llevar a cabo una investigación justa.

El apoyo estadounidense ha sido fundamental para sacar adelante la comisión y Tel Aviv y Washington han estado manteniendo intensos contactos la semana pasada para cerrar la participación internacional en la comisión.

La Comisión estará dirigida por el magistrado jubilado del tribunal supremo israelí, Jakob Turkel e incluye a otros dos veteranos expertos independientes, Shabtai Rosen, de 93 años, y Amos Horev, de 86.

Una comisión con poderes limitados

Turkel es considerado un juez conservador y tiene poca experiencia en comisiones de investigación. Rosen es un profesor universitario de derecho internaciona nacido en Reino Unido y antiguo vicemebajador de Israel ante Naciones Unidas. Horev, por su parte, es un general retirado del ejército israelí.

La cuota internacional, que podrá participar en los debates pero no tendrá derecho a voto estará formada el ex primer ministro de Irlanda del Norte y artífice del proceso de paz en el Ulster, David Trimble (que tiene el premio Nobel de la Paz) y el antiguo jefe del comité militar judicial canadiense, Ken Watkin, que participó en varias investigaciones sobre el genocidio en Ruanda.

El principal problema que plantea esta comisión "pública independiente" es que su mandato es muy limitado. Se centrará en estudiar "las acciones israelíes y sus metas de evitar que barcos lleguen a Gaza de acuerdo con la ley internacional", así como "examinará las acciones llevadas a abo por los organizadiores de la flotilla y sus participantes, así como sus identidades".

O, lo que es lo mismo, la comisión no estudiará el proceso de toma de decisiones que llevó al ataque naval, la principal crítica que hubo contra el gobierno de Netanyahu, que comparecerá ante ella junto al ministro de Defensa, Ehud Barak, y el teniente general del ejército Gabi Ashkenazi.

Los que no testificarán ante la comisión serán los soldados que participaron en la misión, ya que el ejército ha preparado su propia comisión independiente. 

Otro elemento que está en duda es el carácter "público" de la comisión, ya que sus conclusiones no serán publicadas de manera inmediata sino que pasarán antes por las manos del ejecutivo, que las hará públicas "poco después" sin concretar fecha.

Además, aunque se dice que las sesiones serán públicas, se deja claro que aquellas que puedan "poner en riesgo la seguridad nacional" serán secretas.

Israel justifica la actuación de su Ejército, que provocó la muerte de nueve activistas del barco humanitario con bandera turca, porque fueron atacados por las personas a bordo con barras de metal y cuchillos. Éstos, en cambio, señalan que Israel abrió fuego contra ellos incluso antes de que abordaran el barco.

El caso ha desatado una protesta internacional contra del Gobierno hebreo, que está sometido a una gran presión para investigar los hechos que rodearon el ataque y levantar el bloqueo sobre la Franja de Gaza.

Benjamin Netanyahu ha dicho este domingo que está dispuesto a continuar las conversaciones sobre el bloqueo -que mantiene, dice, para evitar que lleguen armas a Hamás- con la comunidad internacional, una señal aparente de que está abierto a su revisión.