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El director del instituto que no dejó a Najwa usar velo será asesor en el Gobierno madrileño

  • Será asesor técnico en un proyecto de institutos deportivos en Madrid
  • El IES Camilo José Cela no permitió a esta alumna acudir con el 'hiyab' a clase

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Najwa Malha llega con sus padres a su nuevo instituto, que no ha puesto ningún impedimento a que acuda con el velo.
Najwa Malha llega con sus padres a su nuevo instituto, que no ha puesto ningún impedimento a que acuda con el velo.

El director del Instituto Camilo José Cela, de Pozuelo de Alarcón (Madrid), conocido por la expulsión de la joven Najwa Malha por llevar velo islámico en clase, ha anunciado su dimisión para ocupar a partir del curso que viene un puesto en la Consejería de Educación del Gobierno de Esperanza Aguirre.

Eduardo de Bergia ha sido designado asesor técnico educativo de la Dirección General de Educación Secundaria y Formación Profesional, donde se encargará de asesorar en el proyecto de institutos deportivos especializados que pondrá en marcha la Comunidad.

Fuentes de la Consejería de Educación han explicado que Eduardo de Bergia se incorporará a su nuevo cargo docente en comisión de servicio a partir del próximo inicio de curso, el 1 de septiembre de 2010, con el objetivo de impulsar estos programas educativos especializados en el deporte.

Eduardo de Bergia es profesor de Educación Física y, por tanto, reúne condiciones idóneas para este cargo, agregaron las fuentes.

El director del Camilo José Cela comunicó al consejo escolar el pasado martes su situación. El actual equipo directivo también se disolverá ya que fue Bergia quien se encargó de formarlo.

El Camilo José Cela fue noticia el pasado mes de abril por el caso de Najwa, la joven de 16 años que fue apartada de clase por acudir al 'hiyab'. Fue decisión del propio centro conservar el reglamento de régimen interno y no modificar el artículo en el que se prohibía al alumno el uso de cualquier elemento que cubriera la cabeza.

Tras esta decisión, criticada por algunos sectores que entendían que una gorra no era comparable al velo islámico que usa una mujer en el uso de su libertad religiosa, la joven, que no renunció a utilizarlo, se cambió a otro centro del municipio, el IES Gerardo Diego, donde sí se permitía su uso.