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Los 'camisas rojas' se sacan sangre para arrojarla contra la sede del Gobierno en Tailandia

  • La sesión del Parlamento se ha suspendido por miedo a enfrentamientos
  • Es el tercer día consecutivo de protestas para pedir elecciones

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Un manifestante de los "camisas rojas" muestra su sangre donada
Un manifestante de los "camisas rojas" muestra su sangre donada

La manifestación de decenas de miles de tailandeses antigubernamentales en Bangkok para exigir la convocatoria de elecciones cumple su tercer día consecutivo de una forma nada convencional: Han organizado una campaña para sacarse sangre y arrojarla contra el palacio gubernamental. Mientras, el Parlamento ha suspendido su sesión por miedo a los enfrentamientos.

Los seguidores del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura se han propuesto la recolecta de 1.000 litros de sangre de sus seguidores para lanzarla esta tarde contra el edificio oficial. Es su decisión después de que el Gobierno se mantuviera firme ante sus amenazas.

De esta forma, los seguidores del ex primer ministro depuesto y exiliado, Thaksin Shinawatra, quieren teñir del color rojo que les caracteriza las dependencias gubernamentales al tiempo que demuestran que están dispuestos a dar su propia sangre.

Los organizadores de las protestas pidieron este lunes a los manifestantes que dieran entre 10 y 100 centímetros cúbicos cada uno, por lo que necesitarán la sangre de entre 10.000 y 100.000 personas para reunir la cantidad deseada.

Suspenden la sesión parlamentaria

Las 24 horas que los opositores dieron al Gobierno del primer ministro Abhisit Vejjajiva vencieron el pasado lunes (05.00 GMT) y ahora el país está a la espera de saber cuál será el siguiente movimiento de los "camisas rojas".

De momento, han suspendido la sesión parlamentaria conjunta prevista para este martes por el temor de diputados y senadores del partido gubernamental a que las protestas desemboquen en violencia.

El presidente del Parlamento de Tailandia, Chai Chidchob, ha decidido aplazar la sesión esta mañana por falta de quórum, ya que sólo acudieron 80 de los 625 diputados y senadores convocados.

Unos 50.000 militares y policías vigilan la movilización con órdenes de evitar el uso de la fuerza.

Los "camisas rojas" formaron este lunes una marea humana de kilómetros que inundaba avenidas y las calles principales de la capital hasta el cuartel general del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, al que habían amenazado con paralizar los centros neurálgicos de la ciudad si no dimitía.

Después de que Vejjajiva se mantuviera firme ante las amenazas y abandonara el edificio en helicóptero, los manifestantes decidieron regresar al campamento base de la protesta, instalado en un tramo de la avenida Ratchadamnern, una de las arterias principales de Bangkok, próxima al antiguo palacio real.

Shinawatra, condenado en rebeldía en el 2008 a dos años de prisión por un delito de corrupción, dirige la protesta desde el exilio, en una nación que la prensa tailandesa se preguntaba hoy si sería Alemania, Camboya, Montenegro u otra.

Los dirigentes del Frente Unido no han conseguido congregar al millón de personas que esperaban, ni siquiera el medio millón que se habían marcado como la participación mínima, pero han tenido bajo su control más de 100.000 personas.

Por su parte, el viceministro del Interior, Boonjong Wongtrairat, ha reconocido que los "camisas rojas" han logrado impedir que el Gobierno y el Parlamento funcionen con normalidad pero ha asegurado que será por poco tiempo.