La hora de la verdad para Van Rompuy: unir a Europa entorno a una sola política económica

• El Presidente del Consejo expondrá sus ideas sobre la gobernanza económica.
• Debe demostrar que tiene un Europoyecto tras mes y medio "en la sombra".

La biblioteca Solvay será el escenario para la ruenión del Consejo Europeo convocado por Van Rompuy.

Europa debe reinventarse si quiere volver a crecer. El Presidente de la Unión, Herman Van Rompuy, es consciente de ello y haciendo gala de su fama de hombre tradicional, ha convocado a los líderes europeos a una reunión informal del Consejo Europeo este jueves en la Biblioteca Solvay.

Se abandona por tanto la sede del Consejo, y se vuelve a los origenes. A un lugar más propicio para la reflexión y en el que se reunían los padres europeos allá por los años 50.

Impregnados por este ambiente europeísta los Jefes de Estado y de Gobierno -que no podrán llevar asesores- debatirán sobre la nueva estrategia económica que debe hacer que la crisis quede en el olvido.

Controlar las cuentas

Sin ayudantes, lejos de los focos y sin papeles, los primeros ministros escucharán a Van Rompuy defender con vehemencia la "gobernanza" para que todos los miembros cumplan con sus deberes en economía.

Para ello pretende que los Estados presenten sus presupuestos y sus planes de reforma al mismo tiempo a la Comisión Europea. Se trata de que "si los miembros del Consejo son responsables de la economía a nivel nacional, también lo sean a nivel europeo".

Así lo dice el belga en un anexo enviado junto a la invitación formal a la reunión, y que se ha filtrado al diario británico `The Independent'.

El papel de la Comisión

La intención es que el colegio de comisarios que preside Durao Barroso -que también asiste al encuentro- tenga capacidad de control. Un poder que el hasta ahora comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, quiere que recaiga en `EUROSTAT'.

De este modo todas las economías europeas estarían supervisadas y se evitarían problemas como los que hay ahora mismo en Grecia.

El caso es que la crisis ha puesto de relieve "los puntos débiles de las economías europeas" y que todos juntos deben remar ahora en la misma dirección para "crear una estrategia que conlleve a la creación de empleo y al crecimiento".

Algo que, dice Van Rompuy, a la vista de los acontecimientos "tanto dentro como fuera de la zona euro" es todavía más importante.

Un juego de equilibrios

Todas las economías se enfrentan a grandes desafíos, aunque unas como la griega, la española, la portuguesa o la italiana más que otras como la alemana o la francesa.

El caso es que el Presidente del Consejo tendrá que hacer una exposición sin mencionar a nadie para evitar suspicacias.

La situación griega

Si la economía helena sucumbe a la crisis sería un duro golpe para la zona euro. Lo líderes europeos lo saben bien, y no están dispuestos a dejar que esto ocurra.

Aunque no está en el orden del día, y Van Rompuy no tiene pensado hacer mención explícita, el tema saldrá a relucir, y se hablará de ese secreto a voces que es el plan de rescate de la economía griega.

Con Alemania y Francia a la cabeza se trata de buscar la mejor ayuda posible para Grecia, sin vulnerar las leyes y sin que le salga gratis.

Por tanto es algo que habrá que consultar con el Presidente del Banco Central, Jean Claude Trichet, que aunque no puede hacer nada, sí tiene mucho que decir en este tema, y por tanto, ha sido invitado a la cumbre.

Se acaba el tiempo

Un panorama muy complicado el que se presenta por delante en ese Consejo Europeo, que debe liderar el belga Van Rompuy.

Hasta ahora se ha caracterizado por la discreción, algo que ha provocado que se hable de que tiene un perfil demasiado bajo para ser la cabeza visible de Europa.

Quizá hasta ahora, como dice el investigador del Real Instituto Elcano, Ignacio Molina, " ha estado marcando territorio". Ahora fuentes de su despacho aseguran que tras haber hablado con los 27, en los próximos meses va a tener mayor proyección internacional.

Pero este jueves es su oportunidad, en especial porque él ha citado a los líderes. Por tanto es "su" Cumbre y en ella el futuro de Europa está en juego.

La suerte está echada, y sólo queda ver si sale victorioso o se quema en el vivo fuego de la política europea al más alto nivel.