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El principio del fin de los transbordadores: el penúltimo viaje del Endeavour

  • Es la primera de las últimas cinco misiones de la flota de transbordadores
  • Pondrá en órbita dos nuevos módulos de la ISS
  • Serán necesarios tres paseos espaciales para completarla

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El transbordador Endeavour en las instalaciones del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida
El transbordador Endeavour en las instalaciones del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida

Un futuro incierto

Ahora mismo, tras el cambio de enfoque de la NASA recién anunciada por la administración Obama, el sucesor de los transbordadores espaciales, que iba a ser el programa Constellation, tiene muchísimas posibilidades de ser cancelado en favor de contratar los lanzamientos tanto de carga como de astronautas con empresas privadas, aunque este cambio primero tendrá que pasar por la aprobación del congreso de los EE.UU.

El Endeavour está ya listo para partir en la misión STS-130 de la NASA en la que es la primera misión de la flota de transbordadores de este año y también la primera de las últimas cinco misiones programadas para estas naves.

Es también la misión número 24 y penúltima del Endeavour. Salvo complicaciones de última hora y si no se retrasa el lanzamiento será también el último que se produzca por la noche, en concreto a las 4:39 hora local, las 10:39 de la mañana del domingo en España.

Los principales objetivos de esta son las instalación del módulo Tranquility y de la Cúpula en la Estación Espacial Internacional, dos componentes que han sido construidos por la Agencia Espacial Europea.

Tranquility, antes conocido como Nodo 3, es como un contenedor cilíndrico de unos 8 metros de largo y 5 de diámetro que aparte de proporcionar más espacio servirá como alojamiento para algunos de los sistemas de soporte vital de la Estación que se encargarán de reciclar agua y generar oxígeno; también incluye un servicio para ser usado por los tripulantes.

Tiene también seis puntos de atraque, de los que tres han sido inhabilitados porque los módulos que se iban a enganchar en ellos fueron cancelados. De los otros tres uno va a quedar ocupado ya por la Cúpula.

El bautizo del Nodo-3

Este módulo recibió su nombre mediante un concurso público en el que se pidió a quien así lo quisiera que propusiera un nombre para él y que lo votara, y es un homenaje al Apolo 11, que alunizó en el Mar de la Tranquilidad.

El nombre, de todos modos, no fue el más votado, sino que lo fue Colbert, tras una campaña organizada por el cómico estadounidense Steven Colbert entre sus seguidores para conseguir que su apellido fuera el más votado como nombre para este módulo, aunque como la NASA se reservaba la decisión final, el popular cómico no se salió con la suya.

Tampoco conseguimos nuestro objetivo los seguidores de la serie Firefly de que fuera bautizado como Serenity, el nombre de la nave en la que viajan los protagonistas de la serie y que además fue uno de los propuestos por la NASA, aunque también fue uno de los nombres más votados.

Un cómico estadounidense inició una campaña para que le pusieran su nombre

Con todo, la NASA se tomó con bastante buen humor la campaña de Colbert para conseguir que se le pusiera su apellido al nuevo nodo, y además de realizar el anuncio del nombre escogido en directo durante la emisión de uno de sus programas, también hicieron pública su decisión de llamar Combined Operational Load Bearing External Resistance Treadmill, es decir, COLBERT, a una nueva cinta de ejercicio que fue enviada a la ISS en agosto del año pasado.  Además, esa cinta será instalada en Tranquility una vez que este nuevo nodo sea instalado.

Por su parte la Cúpula, con algo menos de 1,7 metros de largo y unos 3,3 de diámetro,  quedará fijada en uno de los lados de Tranquility, y servirá como una estación de control del brazo robot de la ISS gracias a sus siete ventanas que darán una visión de 360 grados de esta, para lo que lleva en su interior las estaciones de trabajo pertinentes.

Pero con toda seguridad se convertirá también en uno de los rincones más populares de la Estación Espacial Internacional, pues será uno de los lugares con mejores vistas que uno se pueda encontrar, ya que quedará mirando hacia la Tierra.  Para cumplir con los objetivos de la misión serán necesarios tres paseos espaciales.

  • En el primero, previsto para el quinto día de esta, Robert L. Behnken y Nicholas Patrick, y una vez que Tranquility haya sido colocado en su punto de anclaje en el módulo Unity con la ayuda de los brazos robot del Endeavour y de la Estación, se encargarán de realizar las primeras conexiones entre ambos módulos.
  • El segundo paseo espacial de la misión, de nuevo a cargo de Behnken y Patrick y previsto para el séptimo día de esta, servirá para conectar Tranquility al sistema de refrigeración de la Estación, que funciona con amoníaco, y también para preparar el puerto en el que se colocará la Cúpula al día siguiente.
  • En el tercer y último paseo espacial, previsto para el décimo día, Behnken y Patrick activarán las líneas de refrigeración conectadas en el anterior paseo, instalarán cables de datos y calefacción en Tranquility, así como algunos pasamanos para facilitar futuros paseos espaciales, y retirarán las protecciones y bloqueos que lleva la Cúpula para el lanzamiento.

Como es habitual se aprovechará el viaje para llevar también materiales y suministros para la Estación y sus tripulantes y para traer de vuelta cosas que ya no se necesitan a bordo de esta.

Así, el Endeavour despegará con un peso de 121.320 kilogramos y si no hay cambios de última hora volverá a tierra con un peso de 91.033 kilos el próximo día 19, dejando la Estación Espacial Internacional, que recientemente estrenaba acceso a la web, completa en aproximadamente un 90%.

Cuatro, tres, dos, uno, cero

Estas son las otras cuatro últimas misiones de los transbordadores de la NASA.

  • STS-131, en el Discovery, con fecha de lanzamiento prevista no antes del 18 de marzo a las 19:34, hora de España, que pondrá en órbita diversos suministros a bordo del módulo logístico multipropósito Leonardo, un nuevo tanque de amoníaco para el sistema de refrigeración de la Estación, y se traerá de vuelta el tanque viejo.
  • STS-132, con fecha de lanzamiento no antes del 14 de mayo a las 20:28 a bordo del Atlantis, tendrá como objetivo primario instalar el módulo ruso Rassvet, cuya instalación dejará terminada la parte rusa de la ISS, y un módulo con repuestos que quedará instalado en exterior de la Estación. Será la última misión del Atlantis, que lleva en servicio desde 1985, salvo que tuviera que ser lanzado en la misión de contingencia STS-335.
  • STS-134 será llevada a cabo en el Endeavour, con fecha de lanzamiento no antes del 29 de julio a las 13:51, y servirá para instalar el Espectrómetro Magnético Alpha en la ISS y la tercera plataforma de carga no presurizada ExPRESS, así como otros suministros menores. Se traerá de vuelta los experimentos MISSE 7a y 7b y aprovecharán el viaje para dejar en órbita varias cargas del Departamento de Defensa. El número de secuencia de esta misión está fuera de orden porque fue aprobada por la administración Obama en la primavera de 2009 para poder poner en órbita el AMS, que aunque ya estaba construido se había quedado sin hueco en las misiones programadas tras el desastre del Columbia. Es la última misión del Endeavour, que lleva en servicio desde 1992, y que probablemente acabará sus días expuesto en el March Field Air Museum.
  • STS-133, la última misión de los transbordadores espaciales, para la que la agencia busca insignia, despegará de la plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy a las 17:57 del próximo 16 de septiembre a bordo del Discovery, poniendo fin a casi 30 años de servicio cuando aterrice, previsiblemente el 26 de ese mismo mes. Colocará en órbita al módulo logístico multipropósito Leonardo que para entonces habrá sido reconvertido en un módulo presurizado a propuesta de la Agencia Espacial Europea, y que servirá como almacén de repuestos y suministros, lo que permitirá espaciar mas los envíos de estos, y el cuarto módulo ExPRESS, así como algunos repuestos más. La NASA le ha ofrecido el Discovery al Museo Nacional del Aire y el Espacio para que entre a formar parte de su colección una vez retirado.

Ninguna de estas fechas es definitiva, y los lanzamientos pueden ser retrasados por distintos motivos, con lo que en realidad no sería de extrañar que al menos la última de las misiones quedara pospuesta hasta 2011.

Además, el gobierno de los Estados Unidos anunciaba el pasado 1 de febrero que ha aprobado un aumento de 600 millones de dólares en el programa para asegurarse de que no haya ningún problema con los lanzamientos que quedan.