Enlaces accesibilidad

La decisión sobre el almacén de residuos nucelares, paso a paso

  • El Consejo de Ministros tendrá la última palabra en la designación del lugar
  • Una Comisión Interministerial es la encargada de supervisar el procedimiento
  • Valorarán puntos como los accesos por tren o la distancia a espacios protegidos

Ver también: Análisis :¿Dónde construir el cemtenerio nuclear? 

Por

El plazo de presentación candidaturas para albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radioactivos concluye este sábado 30 de enero, un mes y un día después de la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la convocatoria pública para la selección de los municipios candidatos.

Hasta el momento, sólo los municipios de Yebra (Guadalajara) y Yebra (Guadalajara)Ascó (Tarragona)para presentar su candidatura ante la Comisión Interministerial para la selección del emplazamiento del ATC y su centro tecnológico, que preside el secretario de Estado de Energía. Dos localidades segovianas, Campo de San Pedro y Bernuy de Porreros, finalmente renunciaron a presentar candidatura.

Ése es sólo el primer trámite de un largo proceso burocrático y administrativo que se puede prolongar en el tiempo y sobre el que el Consejo de Ministros tendrá la última palabra.

Una vez cumplido ese plazo y según la resolución del Ministerio de Industria, la Comisión Interministerial aprobará y publicará en la web www.emplazamientoatc.es una lista provisional de candidaturas admitidas y excluidas y explicando el posible motivo de exclusión, que puede obedecer a la "concurrencia de defectos formales insubsanables". Los municipios excluidos podrán presentar, en un plazo de 10 días "a contar desde la notificación individual", alegaciones por su inadmisión "y/o subsanar eventualmente defectos de esa naturaleza".

Análisis del término municipal

Posteriormente, una vez resueltas las reclamaciones -para lo que no hay plazo establecido-, la Comisión Interministerial aprobará y publicará la lista definitiva de candidaturas admitidas y excluidas y lo notificará a los municipios candidatos. Y tras ello, analizará el término municipal de los candidatos y determinará qué zonas no son aptas en función de la resolución, entre las que se incluyen las zonas naturales protegidas, áreas con elementos de interés patrimonial, zonas protegidas por el Ministerio de Defensa o aquellas que requieran que el transporte se haga necesariamente por vía aérea o marítima.

El resultado de este análisis será comunicado a los municipios y también notificado a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), a las provincias y a las comunidades autónomas en las que se encuentren los municipios admitidos para albergar el ATC y a organizaciones y asociaciones "cuyos fines guarden relación directa con el objeto del procedimiento". Todos ellos tendrán un plazo de 20 días para presentar alegaciones.

Una vez finalizado ese trámite y "a la vista de las alegaciones presentadas", la Comisión comunicará a los municipios candidatos cuáles son las zonas excluidas para que en el plazo de mes presenten otros terrenos alternativos, que deberán tener un mínimo de 25 hectáreas -13 para el ATC y 12 para el centro tecnológico asociado-.

El Consejo de Ministros tendrá la última palabra

Finalmente, la Comisión Interministerial estudiará los terrenos propuestos, para lo que tendrá en cuenta, además de las características de los mismos, el que existan infraestructuras adecuadas de acceso por ferrocarril o carretera, la distancia a núcleos principales de población, la distancia respecto a espacios naturales y hábitats en peligro de extinción o las posibles colaboraciones de los ayuntamientos, entre otros aspectos.

La Comisión aprobará y remitirá al Gobierno un informe en el que "reflejará las ventajas de los diferentes emplazamientos, desde el punto de vista de la viabilidad, licenciamiento y desarrollo del proyecto". Este informe será el que analice el Consejo de Ministros, que finalmente designará el emplazamiento del ATC. 

No hay tanta prisa

El procedimiento para decidir el emplazamiento del almacén nuclear -una instalación que estaba prevista en el Sexto Plan General de Residuos Radioactivos, aprobado el 23 de junio de 2006- ha estado paralizado durante tres años, pese a la urgencia que ahora se da al proyecto.

Según informa Efe, la urgencia obedece a que algunas de las "piscinas" en las que en la actualidad se acumulan los residuos de las centrales nucleares están ya saturadas,  y otras lo estarán en los próximos años (en 2013 la de Cofrentes y la de Ascó 1, y en 2014 la de Trillo). También en que a partir de 2011 España deberá abonar a Francia unos 60.000 euros diarios por el almacenaje de los residuos radiactivos que tiene allí depositados, en su mayoría procedentes del desmantelamiento de la central nuclear de Vandellós I. 

Según el diario Público, el almacén ya no corre tanta prisa y ya "han caducado" las razones de urgencia esgrimidas por el Gobierno en el informe publicado por Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radioactivos) en 2006. Así, según el diario, la industria nuclear se ha tenido que adaptar y buscar alternativas y Cofrentes no necesitará más espacio hasta 2021 y Ascó también construye su propio almacén, con lo que la primera central nuclear que vería saturada su piscina sería Garoña (Burgos) en el año 2019, si no se cierra finalmente en 2013, como dijo el Gobierno. 

Inversión de 1.000 millones de euros

El ATC es una instalación industrial diseñada para guardar en un único lugar y con una gestión centralizada el combustible gastado y los residuos radiactivos de alta actividad que se producen en España, una solución que, según Enresa, se ha adoptado en la mayoría de países desarrollados. Se trata de una instalación "pasiva", que no produce energía, ni se dan en ellas reacciones nucleares, según las mismas fuentes, informa Efe.

Esta instalación industrial, que en opinión de Enresa "no es contaminante", pues "no produce gases, ni humos, ni procesos químicos", tendrá aproximadamente 283 metros de largo, 78 metros de ancho y 26 metros de alto, y constará en cinco áreas o edificios. La instalación, y su centro tecnológico asociado, requerirá una inversión de unos 1.000 millones de euros.

Los residuos radiactivos llegarán a la ATC en contenedores homologados para el transporte y, a su llegada, se introducirán en el área de recepción, se voltearán a posición vertical y se transferirán a otra zona para retirar la tapa y comprobar su contenido.

En la fase siguiente, según la información facilitada por Enresa, se retirará una segunda tapa del contenedor para poder descargar después el combustible gastado. A continuación comenzará, en una zona de almacenamiento en tránsito, el encapsulamiento del combustible en cápsulas de acero inoxidable que para finalizar serán transferidas a los tubos de almacenamiento donde permanecerán hasta que se quieran recuperar.