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Después de los bancos, Obama pondrá dinero público para crear empleo

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Obama anuncia nuevas medidas para estimular la economía

La recuperación económica está en marcha y los bancos devuelven las ayudas del rescate financiero -el plan TARP- antes de lo previsto. Estados Unidos cuenta con 200.000 millones de dólares más. Y Obama quiere dedicar parte a solucionar el principal problema en estos momentos: el paro.

La tasa de desempleo está en el 10%, y aunque el último dato ha sido mucho mejor de lo previsto -sólo se destruyeron 11.000 empleos en noviembre-, el paro es la principal preocupación del país: más de 15 millones de personas lo sufren en su propia carne. "No creamos empleos al ritmo suficiente para ayudar a las familias", ha reconocido el Presidente.

Obama y el partido Demócrata son conscientes de la factura que puede suponerles en las elecciones del próximo año. Arrecian las críticas de que se han dedicado demasiados esfuerzos a rescatar Wall Street de sus propios errores y en cambio, pocos recursos a paliar el daño en los paganos del entuerto: los trabajadores.

Ayuda a las pymes para que contraten

Obama quiere dedicar parte de lo recuperado de los bancos a crear puestos de trabajo y cambiar el modelo económico. Del consumo a crédito a potenciar la inversión y las exportaciones para mejorar la competitividad de las empresas. El camino es indirecto.

No se trata de que el Gobierno cree los empleos. La palanca son los pequeños negocios, los más castigados por la sequía de crédito. Además de garantías públicas para conseguir préstamos, Obama quiere dar un respiro de un año en el impuesto sobre las ganancias de capital en nuevas inversiones, entre otros incentivos fiscales al gasto productivo.

El objetivo de los recortes fiscales es que las empresas vuelvan a contratar trabajadores. El problema es que tendrá que negociar con el Congreso el dinero. Los fondos recuperados del TARP deberían dedicarse en principio a reducir el déficit público: 1,4 billones de dólares.

Infraestructuras y energías verdes

Las otras dos patas de esta segunda versión del plan de estímulo económico son el impulso a las infraestructuras y los incentivos a la eficiencia energética y las energías limpias. Como señala Obama, "la nación que lidere la energía limpia, liderará el mundo, y yo quiero llevar a EE.UU. a ese sitio".

Obama quiere invertir más dinero en carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y obras hidráulicas. De por sí, crean empleo y mejoran la productividad a largo plazo. El matiz del nuevo impulso es asignar los contratos según sus méritos y multiplicar la inversión con capital privado.

El tercer eje, el más ecológico, consiste en nuevos incentivos para climatizar los hogares. De paso, se ahorra en la factura energética. En la misma línea, se impulsará la inversión privada en eficiencia energética y la producción eólica y solar.