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Irán disueve a tiros el renacimiento de las protestas de la oposición

  • Dos partidarias de Mousaví han sido detenidas por la Policía
  • Los estudiantes y la oposición siguen protestando por el resultado electoral
  • Consideran "fraudulenta" la reelección de Almadineyad en junio

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Estudiantes enmascarados muestran el signo de la victoria en las protestas en Teherán
Estudiantes enmascarados muestran el signo de la victoria en las protestas en Teherán

Las fuerzas de seguridad iraníes ha lanzado tiros al aire y gases lacrimógenos en las calles de Teherán para dispersar a los manifestantes de la oposición que han aprovechado el 'Día del Estudiante' para reavivar sus protestas seis meses después de las polémicas elecciones presidenciales.

"Las fuerzas de seguridad están golpeando a los manifestantes, tanto hombres como mujeres. Algunos de ellos están heridos y sangrando", ha declarado a la agencia Reuters un testigo en la plaza de Haft-e Tir, en el centro de la ciudad,

Tras las elecciones presidenciales del 12 de junio, que supusieron la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad, se desataron las manifestaciones más graves desde la Revolución Islámica de 1979 y puso en evidencia la división en el régimen por las acusaciones de manipulación electoral.

Los periodistas extranjeros que trabajan en el país no han podido salir a cubrir la información pero diversos testigos han dado cuenta de los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, tal y como informa la agencia IRNA. 

Arrestos de partidarios de Mousaví

"He visto a al menos diez personas siendo arrestadas y llevadas en minibuses", ha declarado un testigo mientras otro relataba cómo la Policía tiraba gases lacrimógenos.

Según la web del candidato opositor, Mirhussein Mousaví, la policía iraní ha detenido a varios de sus partidarios, entre ellos a dos mujeres, y ha cortado las comunicaciones por teléfono móvil en el centro de Teherán tras disolver con gases lacrimógenes las distintas movilizaciones convocadas por organizaciones estudiantiles.

"Las dos llevaban pañuelos verdes -el símbolo del apoyo a Mousaví- cuando la Policía las arrestó frente a la Universidad de Teherán", informa una página web cercana al candidato opositor.

La agencia oficial iraní IRNA ha confirmado que se han producido enfrentamientos entre la Policía y los partidarios de Mousaví en el centro de Teherán mientras que desde la web del candidato opositor se denuncia que líderes estudiantiles reformistas han sido retenidos en la Universidad de Teherán para que no puedan unirse a sus compañeros.

"Críticas constructivas"

En un comunicado a través de su página web, el líder opositor, Mir Husein Musaví, recalcó que el movimiento de oposición reformista verde "sigue vivo a pesar de la represión" y pidió a las autoridades que no detengan a los estudiantes y les dejen manifestar de forma libre sus opiniones.

Musaví advirtió, asimismo, de que la protesta va más allá de los meros resultados electorales, que la oposición considera fraudulentos, y se preguntó por el futuro del país.

El ex presidente iraní ayatolá Ali Akbar Hashemi Rafsanyaní también denunció la falta de libertad de opinión e instó al régimen a permitir lo que denominó "críticas constructivas" según la agencia de noticias Ilna.

Rafsanyani, presidente de la Asamblea de Expertos, se mostró preocupado por la seguridad nacional e instó a todas la partes a trabajar de manera unida "dentro del marco de la ley" para crear "un clima de libertad que atraiga a la mayoría de la población y borre la ambigüedad".

La peor crisis política en 30 años

Irán vive la peor crisis política desde que hace treinta años se fundara la República Islámica, fruto de la polémica desatada tras la controvertida reelección de Ahmadineyad.

La policía antidisturbios y los milicianos islámicos han dispersado a ciento de manifestantes de la oposición que trataron de reunirse a las afueras del Parlamento, donde tuvo lugar la investidura del presidente Mahmud Ahmadineyad, según algunos testigos.

Nada más conocerse el resultado, cientos de miles de personas se echaron a las calles para protestar. En la cruenta represión de la manifestaciones perdieron la vida una treintena de personas, según cifras oficiales, y 72, de acuerdo con el cómputo de la oposición.

Voluntarios de milicias afines al régimen iraní han rodeado el ministerio del Interior y han desalojado a centenares de partidarios de Musaví de las inmediaciones del cuartel general del rival de Mahmud Ahmadineyad, que se proclama vencedor en medio de acusaciones de fraude masivo.

Además, alrededor de 4.000 fueron detenidas, de las que más de un centenar hacen frente a una serie de juicios por conspiración que la oposición califica de "charada".

Desde entonces, los opositores han aprovechado efemérides como "el día de Jerusalén" o el aniversario del asalto de la embajada de Estados Unidos para retomar sus protestas.