Enlaces accesibilidad

La respuesta europea sobre Afganistán no estará a la altura de las expectativas de Obama

Por
Zapatero habla sobre el plan de Obama para Afganistán

Cuando Barack Obama anuncie que enviará más tropas a Afganistán -hasta 30.000 nuevos soldados en los próximos seis meses- se encontrará con que sus aliados europeos o no quieren enviar más soldados o no la cantidad que espera o no están dispuestos a facilitarle una respuesta inmediata.

Según el diario francés Le Monde, Washington exige otros 10.000 soldados a sus aliados, incluyendo 2.000 a Alemania, 1.500 a Italia, 1.500 a Francia y 1.000 a Reino Unido.

Sin embargo, Francia ya se ha descolgado diciendo que no enviará un soldado más al país afgano, aunque sí personal para que forme al ejército y la policía afgana.

Francia tiene el cuarto contingente con las operaciones de la de 3.750 hombres  y ha subrayado que si EE.UU. demanda 1.500 soldados adicionales la respuesta de Sarkozy será "no", según ha declarado el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche. 

"Si hubiera un esfuerzo adicional, lo único que tendría sentido sería que se centró en la capacitación del ejército y la policía afgana", puntualizaba el lunes el ministro francés de Defensa, Herve Morin. 

Evasiva Alemana

Por su parte, Alemania, donde la guerra en Afganistán tiene un rechazo popular mayoritario, ha declarado que no va a tomar una decisión hasta dentro de dos meses.

"Comprendemos los deseos de los Estados Unidos, pero no vamos a decidir en estos días. Lo haremos después de la conferencia sobre Afganistán que se celebrará (...) el 28 de enero en Londres ", ha declarado la canciller alemana, Ángela Merkel.

Convocada por iniciativa de París, Berlín y Londres, con el apoyo de los Estados Unidos, la conferencia internacional sobre Afganistán buscar desarrollar de las relaciones entre las autoridades de Kabul y la comunidad internacional.

Después de la conferencia de Londres, "Alemania decidirá si es o no hace más esfuerzo y, en caso afirmativo, qué esfuerzos", ha puntualizado Merkel, que ha recordado que el concepto de seguridad preconizadas por la OTAN en Afganistán incluye esfuerzos "militares sino también civiles de reconstrucción".

El nuevo gobierno de coalición de Angela Merkel ha decidido prorrogar por un año el impopular despliegue alemán en Afganistán hasta un tope de 4.500 soldados, 250 más de los actuales. El contingente alemán es el tercero más grande.

Apoyo de Italia y Reino Unido

En total, unos 112.000 soldados extranjeros están desplegados en Afganistán dentro de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) de la OTAN, encabezada por la coalición "Libertad Duradera" (OEF), que derrocó al régimen talibán a finales de 2001.

Los Estados Unidos es por lejos el mayor contribuyente, con cerca de 70.000 soldados a partir del 1 de diciembre. El segundo mayor contribuyente es Reino Unido, cuyo primer ministro, Gordon Brown, ha confirmado al Parlamento el envío de 500 soldados adicionales, pese a que EE.UU. le pide mil.

Italia, cuyo contingente es el sexto más grande, también ha indicado su disposición a enviar refuerzos, sin citar cifras.

"Está claro que Italia quiere terminar el trabajo iniciado con la OTAN y proporcionar una mayor contribución en caso necesario", declaraba el lunes el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini.

Polonia, el octavo país con más tropas, tomará una decisión "al final de este año o principios del próximo año", según ha declarado el primer ministro Donald Tusk, que no se ha declarado "entusiasmado" con la perspectiva de enviar refuerzos, y que Polonia sólo "si no hay otra solución".

España: a la espera del Congreso

Mientras tanto, España, con 1.000 soldados desplegados ya ha anunciado por boca del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero que escuchará inicialmente los planteamientos de Estados Unidos y, después, dialogará con los grupos políticos antes de adoptar una decisión.

Zapatero ha insistido en que lo normal es que eso lo haga "en tiempo y forma" en España, y dijo que se trata de una cuestión de relevancia en la que el Parlamento español "tiene mucho que decir si la decisión fuera tomar en consideración la nueva situación en Afganistán".

"Primero hay que escuchar y la decisión que promueva, la haré en España y después de conversar con las fuerzas políticas", ha recalcado el presidente del Gobierno español.