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Los dueños del bar de Fago: "Es mentira que hubiera risas y jolgorio" tras la muerte del alcalde

  • Varios testigos aseguran que no había un grupo de oposición a Grima
  • "Es mentira" que hubiera risas, ha asegurado la dueña del local
  • Otros testigos afirman que se celebró el asesinato
  • La defensa de Mainar califica de "chapuza" la instrucción del caso

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Se celebra la quinta sesión del juicio de Fago, que volverá a reanudarse el lunes

Varios testigos han negado la existencia de un grupo organizado de oposición al alcalde de Fago (Huesca), como mantiene su viuda, y que se celebrara su muerte con risas o jolgorio en el bar del pueblo, como han asegurado otros testigos, en la quinta jornada del juicio contra el guardia Santiago Mainar, el único imputado por su asesinato en enero de 2007.

Mainar se enfrenta a 21 años de cárcel por homicidio y tenencia ilícita de armas. En su comparecencia mantuvo su inocencia y asegura que se "autoinculpó" para que la Guardia Civil dejara de presionar al resto del pueblo.

Los dueños del bar de Fago, Mónica Crespo y Miguel Ángel Molinero, han coincidido en resaltar que en su establecimiento no se desarrollaban reuniones de ningún grupo opositor al alcalde.

De hecho han recalcado que en el pueblo no existía un grupo organizado con tal fin, sino una asociación cultural dedicaba a la recuperación de cuevas u organización de excursiones.

"Es mentira" que hubiera risas

Mónica Crespo, preguntada por el momento en que se enteró de la muerte del alcalde, ha dicho que se encontraba en el bar, donde también había varios cazadores, y ha insistido en que "es mentira" que allí hubiera risas o jolgorio al conocer la trágica noticia, tal y como afirmó en la sesión de este jueves otro testigo.

Ha reconocido tener problemas con el alcalde, pero siempre por motivos de gestión municipal, como la tasa establecida por el Ayuntamiento para cada mesa de la terraza de su bar.

Ha comentado que al conocer la desaparición del edil y que el médico vasco Iñaki Bidegaín había visto su coche la noche anterior, se acercó a un agente de la Guardia Civil y se lo dijo.

Su marido, Miguel Ángel Molinero, ha reiterado que en su establecimiento "no se celebró nada" el día en que se enteraron de la muerte de Miguel Grima, con quien al llegar al pueblo tenían una "buena relación de amistad" pero que con el tiempo "se fue deteriorando".

Tenían problemas pero nunca hubo amenazas

Ha dicho que el único acusado, Santiago Mainar, y el alcalde tenían problemas judiciales, pero ha recalcado que nunca oyó amenazas por parte del guarda forestal, una afirmación con la que ha coincidido otro testigo, el ganadero José Alberto Aznar, quien además ha comentado que en el bar, aunque entraba poco, siempre se criticaba la gestión de Miguel Grima. "Yo también", ha dicho, ya que le prohibió pasar con su ganado por el pueblo.

Respecto a las amenazas de las que era objeto el alcalde, la testigo Inmaculada Guallar, dueña de una gasolinera, ha explicado que oyó a un cazador llamado Juan Carlos decir, textualmente, que "tenía que pegarle cuatro tiros al alcalde de Fago y tirarlo al barranco", y a otros que "había que cargarse" al edil.

A preguntas del abogado de la defensa, Marcos García-Montes, ha respondido que nunca oyó amenazas contra el alcalde por parte de Santiago Mainar, una persona que "hacía su vida" y siempre estaba metido en "sus cosas", según el cazador Ernesto Barcos, que también ha declarado.

Otra de las personas que ha testificado hoy, y que tuvo problemas con Miguel Grima, ya que no la quería empadronar en el pueblo, es Mónica Liliana Barcos, quien ha explicado que en Fago había "problemas vecinales, no personales", pero ha hecho referencia a un verano en el que hubo muchos problemas: aparecían coches rayados o con ácido en las puertas e incluso se colocaban chinchetas en las ruedas de los vehículos.

Un oftalmólogo: Mainar veía perfectamente una figura humana a diez metros 

Por su parte, el oftalmólogo Jorge Cúa, que operó a Santiago Mainar de una catarata en su ojo derecho en el año 2006, ha afirmado que podía ver "perfectamente" a una figura humana a una distancia de hasta diez metros, incluso de noche.

A preguntas de las partes, ha insistido en que por la noche una persona que sufre cataratas no pierde agudeza visual, y ha comentado que esto ocurre precisamente cuando en el ambiente hay una gran luminosidad o luz directa del sol.

Respecto a si podría haber apuntado con una escopeta con el ojo izquierdo, el oftalmólogo ha hecho hincapié en que sí, al tiempo que ha informado que una persona con cataratas sí puede distinguir colores, al contrario de lo que dijeron ayer los médicos forenses.

La defensa de Mainar dice que la instrucción es una "chapuza"

Tras concluir la quinta sesión del juicio, el abogado de Mainar ha lamentado que la instrucción de este caso, llena de "chapuzas", no pasará a ningún manual, ni de investigación policial ni de derecho procesal.

En declaraciones a los medios de comunicación tras terminar la quinta jornada del juicio por el crimen de Miguel Grima, el letrado ha sido tajante: "no se ha cumplido la Ley de Enjuiciamiento Criminal" y en la instrucción hay "chapuzas", porque "lo que no se hace conforme a la ley, en mi país se llama chapuzas".

Ha señalado que ha pedido la nulidad de la declaración de su cliente, que a su juicio fue inductiva, y de varias intervenciones, y ha hecho referencia a la forma en la que se deberían haber cogido las muestras y quién, y a la ausencia de los resultados de los análisis recogidos en la cara y en la frente de Mainar.