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La viuda del alcalde de Fago reconoce que valoraron irse del pueblo por el clima "agresivo"

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La viuda del alcalde de Fago asesinado en enero de 2007 ha explicado ante el juez que, meses antes del crimen, el matrimonio valoró la posibilidad de irse a vivir a Echo, también en Huesca, por el tono "agresivo" de un grupo organizado de ciudadanos opositores "en la sombra".

Celia Estalrich, que ha declarado como testigo en la segunda jornada del juicio, que nunca pensó en que el guardia forestal Santiago Mainar, el único imputado por el asesinato, como el autor de los hechos hasta que fue detenido por la Guardia Civil.

Esta martes también ha testificado el entonces capitán de la Unidad Central Operativa del Instituto Armado que llevó la investigación. El agente ha negado que llegaran a un pacto con Mainar para que se "autoinculpara" como el acusado aseguró el lunes ante el juez de la Audiencia de Huesca.

El presunto asesino dijo que llegó a un "pacto tácito" con los agentes que le tomaron declaración para asumir la autoría del asesinato a cambio de que dejaran en paz al resto del pueblo. Mainar llegó a decir durante su declaración que lo hizo por "altruismo".

El fiscal ha pedido para él 21 años de cárcel.

A preguntas del abogado de la acusación popular, José María Viladés, la viuda de Grima ha explicado que eran conocidas las disputas entre Grima y algunos vecinos del pueblo. De estos "la mayoría no son gente del pueblo", sino que son personas que acuden a Fago los fines de semana.

Grupo opositor "en la sombra"

También ha señalado que algunos de los opositores trataban de perjudicar su negocio de casa rural. Celia Estalrich ha explicado que había una disputa constante con "un grupo de gente tan organizada" y que actuaba "en la sombra", aunque en ocasiones sus acciones adquirían un tono "muy agresivo".

Celia Estalrich ha señalado que Grima le había trasladado, fechas antes del asesinato, su intención de no volver a presentarse a las elecciones municipales de 2007.

También propuso a su mujer abandonar Fago e instalarse en la cercana localidad de Echo, tras lo cual, en la misma conversación, le mencionó las personas con las que había mantenido disputas, como Mónica Liviana, Santiago Mainar, Mariano Lanuza, Alejandro Coloma, José Ramón Mendiara, Carmen Cáceres, Alfredo y Miguel Barcos, así como los propietarios del bar. Estalrich no dudó de Mainar hasta que fue detenido por la Guardia Civil.

Días antes del asesinato, el alcalde estaba "un poco desesperado y muy cansado" porque "no estaba nada a gusto" y, de hecho, "pensaba en dejarlo". Miguel Grima "se preocupaba en exceso", según su viuda.

Celia Estalrich ha expresado que "en cualquier sitio" hay opositores al alcalde, pero ha matizado que es la asamblea "de todo el pueblo" la que tomaba las decisiones, "no era él" quien las tomaba.

La reunión de alcaldes en la Comarca de la Jacetania que se celebró en Jaca el 12 de enero de 2007, fecha del asesinato, era de conocimiento público porque los medios de comunicación locales se suelen hacer eco de estos encuentros, de tal manera que este dato lo sabía cualquiera.

"Me dijo que me llamaría y ya no llamó", ha lamentado la viuda, aludiendo al momento en que Grima se despidió de ella para marchar hacia la reunión.

Extrañada por la actitud del médico

Estalrich ha dicho estar extrañada por el hecho de que el médico Iñaki Bidegain, quien se cruzó en la carretera con el asesino, no comunicara este extremo en la mañana del sábado, cuando comenzó la búsqueda del alcaldes y se localizó su cuerpo.

La viuda de Grima ha indicado que, el 12 de enero de 2007, la fecha en que se perpetró el asesinato, su marido marchó hacia la reunión de alcaldes en Jaca pasadas las 18.00 horas, porque el cónclave comenzaba a las 19.00 horas.

Fue en ese momento cuando Grima tomó el coche por primera vez en esa jornada, dijo la viuda, quien explicó que el coche, de la marca Mercedes, sólo lo utilizaba para "hacer viajes" y nunca lo empleaba en el casco urbano de Fago, ya que "no tiene sentido" porque es un pueblo con 25 residentes censados y tiene un perímetro muy reducido.

Ruedas rajadas y frenos manipulados

Estalrich ha relatado que "un día", tiempo antes del asesinato, volvieron a Fago en una furgoneta de su propiedad y lo dejaron aparcado en la plaza, donde alguien rajó una de las ruedas.

En otra ocasión, aparcaron la furgoneta junto a Casa Tadeguaz, donde pasó la noche. Al día siguiente llevaron el vehículo a la ciudad de Huesca para que pasara la inspección técnica de vehículos (ITV), donde los empleados les advirtieron de que los frenos habían sido manipulados intencionadamente. El matrimonio "jamás" dejaba las llaves puestas en ninguno de los dos vehículos.

La manipulación intencionada de los frenos de la furgoneta propiedad del matrimonio provocó "un cambio" en la manera de actuar de Miguel Grima, que se volvió más precavido.

Estalrich ha afirmado que "nunca" habría dejado el Mercedes con las llaves puestas junto a la casa de Mainar, "jamás", y menos estando "un poco distante" de la residencia habitual de los Grima y sobre todo del garaje familiar.

"El médico dirigía a los opositores"

Los problemas con algunos vecinos comenzaron a producirse cuando Grima accedió a la Alcaldía, ha continuado la viuda, quien ha explicado al tribunal que, días antes de que Grima fuera asesinado, el primer edil había trasladado a un amigo suyo, de nombre Asier, que tenía miedo, aunque a ella no se lo transmitió.

Estalrich, a preguntas del fiscal, ha apostillado que la asociación cultural 'El Carabo', que dirigía el médico Iñaki Bidegain, que comparece este martes como testigo, realizaba acciones contra Grima. La viuda cree que Bidegain dirigía, en cierto modo, a los vecinos opositores a Fago, dado que "se reunían en su casa".

En respuesta al abogado de la defensa, Marcos García Montes, la viuda de Grima ha explicado que, años atrás, era amiga de la ex-mujer de Santiago Mainar y conoció Fago "probablemente por ellos" y, de hecho, Mainar "intercedió" en favor del matrimonio Grima-Estalrich ante el anterior dueño de la vivienda que después compraron para que pudieran conseguir un acuerdo favorable. Después, Grima y Mainar acabaron enfrentados.